MALDITO AMOR (I)

D´Angelo, después de enviar ese mensaje, se arrepintió, pero no tenía manera de eliminarlo, su corazón se agitó, ¿Por qué él había escrito eso?, ¿será que su subconsciente sabe quiere llevarla con él?, él esperó a que ella se negará, y sus manos comenzaron a sudar, esperando la respuesta

__ ¿Italia?, ¿vives allá?, ¿me darías trabajo?, _ respondió Adila

Él se relajó al ver la respuesta, afortunadamente, la chica no había malinterpretado sus palabras, y si él podía o mejor dicho él quería ofrecerle un trabajo, en su corazón ella debía trabajar como la mujer de su vida, ella debía amarlo y no alejarse nunca de él, o tal vez él se atreve a proponerle que sea la madre de su hijo, pero y si acepta, ¿lo harían por inseminación artificial o de manera exquisita y natural?,

D’Angelo estaba sumergido en sus propios pensamientos cuando el sonido de mensaje recibido, lo sacó de su trance, su corazón se aceleró, estaba nervioso ante las preguntas, que estaba en la bandeja de entrada, esperando ser respondidas

__ ¿sigues ahí? _ preguntó Adila al ver que su mensaje se quedó sin respuesta,

__ Si, disculpa estaba en el baño, si vivo en Italia y cuéntame ¿de que te gustaría trabajar?, tal vez yo pueda ayudarte

__ De lo que sea, puede ser de sirvienta, de niñera, o de cualquier otra cosa, estoy dispuesta a todo por salir de esta jaula.

Esa respuesta calentó el emocionado corazón de D´Angelo, aunque ella no le sirviera para su plan, él estaba dispuesto a llevarla con él a Italia y tal vez ponerla a trabajar como dama de compañía de la mujer que llevará a su hijo en el vientre y después llevarla a su mansión como la niñera de su bebé, pero D´Angelo, debía ser realista y responder esta gran interrogante que se formulaba en su cerebro, ¿aguantaría esa tentación de tenerla bajo el mismo techo y no amarla?,

Él sacudió la cabeza para alejar esos tontos, pensamientos y evitar llenarse de dudas, que le fueran impedir ayudar a esta hermosa y sexy damisela en apuros,

__ Ok, Adila ¿tú crees que puedas venir para hablar personalmente?, no sé si sea prudente que sea en un lugar público o si prefieres llegar hasta el hotel y hablamos aquí con más calma

__ No, mejor te veo en el hotel, no te preocupes yo llego hasta allá

__ ¿puede ser hoy?, es que me voy en dos días y si te vas conmigo necesito resolver algunas cosas

__ yo tengo mi pasaporte y mis documentos, también tengo algo de dinero, puedo pagar mi boleto de avión, y si en un rato voy para allá _ dijo Adila y colgó sin siquiera dejarlo despedirse

__ Siii, sii, me voy de este país, dejaré de ser un tamal andante, quiero ir al mar y broncear mi piel,

__ hermana por Dios, ¿no te da desconfianza ese hombre desconocido? _ Preguntó Amira asustada y preocupada

__ Si, en realidad si, pero si no me voy se que mi padre me obligará a casarme, no nos hagamos tonta Amira, ese desgraciado jeque puede diferenciarnos y él quiere estar es conmigo, ¿Qué pasará, cuando termine la fiesta y se dé cuenta de que eres tú quien está a su lado?

__ Vendrá por ti, _ respondió Amira totalmente triste y desanimada

__ Bueno y me obligaran a estar con él, y se romperá tu corazón, así que prefiero aventurarme a irme con este desconocido, llevo mis ahorros y no soy ninguna tonta, cualquier mala señal que vea, me escapo y me voy a otra ciudad, ya lo resolveré, pero yo estando lejos es más probable que tú logres enamorar al jeque y puedas ser feliz, y si no logras hacerlo, te juro que regresare por ti y nos iremos a vivir lejos de aquí, anda hermanita apóyame

Amira se negaba a pensar que su hermana, se fuese con un desconocido, pero sabia que nada de lo que dijera la haría cambiar de opinión, su testaruda hermana seguiría con sus planes, lo único es que lo haría a escondidas de ella, así que Amira no tenía otra opción que apoyarla.

__ Está bien Adila, si no tengo más alternativa, vamos a ayudarte, me imagino que saldrás disfrazada de fumigador, como siempre,

__ Pues si ese mismo, porque con los lentes y el cubrebocas, nadie puede reconocerme

Las hermanas se pusieron a trabajar y ya a los pocos minutos el fumigador esperaba detrás de la puerta la señal de Amira para subir a su camioneta y conducir hacia el hotel.

Al llegar le dieron acceso al estacionamiento y Adila le aviso a D´Angelo como iba disfrazada y sus escoltas le dieron total acceso hasta su suite presidencial

D´Angelo, sentía que los segundos desde que Adila le dijo que estaba abajo, hasta que llegó a su puerta fueron eternos, él al oír el timbre se quedó paralizado, su corazón latía a mil latidos por segundos y del otro lado la chica estaba igual de emocionada.

Él reaccionó al escuchar el timbre otra vez y corrió a abrir,

__ Ho-ola _ intentó saludar D´Angelo

__ Hola Guapo, _ respondió Adila, sin quitarse el disfraz

__ Pasa, adelante _ dijo D´Angelo sorprendido por el ingenio de esta pequeña traviesa.

__ ¿Estás solo? _ preguntó Adila con cierta desconfianza, lo que causó que D´Angelo soltara una pequeña risita

__ Si, estoy solo, pero no tienes nada que temer

__ no es por temor, es para poder quitarme esto, _ dijo Adila, quitándose la gorra, los lentes y el cubrebocas, también quitándose la enorme braga, quedándose con un mono ajustado al cuerpo y un suéter azul oscuro, todo ceñido al cuerpo

__ oh, por Dios _ susurro D´Angelo al observar ese sensual cuerpazo que estaba escondido, bajo esa braga, pero esto había sido una tortura para él, a pesar de que la chica no mostraba ni un centímetro de piel, y que no era primera vez de que él observaba a una mujer con este tipo de ropa, él nunca se imaginó que podía ver a Adila vestida así y no se preparó mentalmente para ello, así que su cuerpo estaba respondiendo como si un animal en celo, estuviese escondido dentro de su ser, no sabia si era su año de abstinencia o que de verdad esta niña era criptonita para él, pero no se atrevía a hablar, porque sentía que su voz saldría entrecortada, sus labios se resecaron, haciendo necesario relamerlos para humedecerlos, pero esta acción no pasó desapercibida por Adila, que vio en ese inocente acto, una muestra de sensualidad y no pudo evitar observar los carnosos y rosados labios del hombre que eran muy apetecibles a la vista.

Los dos se quedaron viéndose a los ojos y el deseo se apoderaba de ellos, pero Adila recordó que solo disponía de un par de horas, antes de que su padre regresara y salió de su burbuja de amor,

__ ¿Y entonces?, ¿de que querías hablar? _ preguntó sacando a D´Angelo también de su trance

__ ¿Te gustan los niños? _ le preguntó D'Angelo, ansioso por su respuesta