NovelToon NovelToon
En La Guerra, En Mi Cabeza

En La Guerra, En Mi Cabeza

Status: En proceso
Genre:Acción / Futuro / Sci-Fi / Supersistema / Apocalipsis / IA
Popularitas:625
Nilai: 5
nombre de autor: Ángel

La historia sigue a un militar sin nombre, en medio de una guerra, al que todos se refieren como Ergo.

El mundo del futuro está en crisis debido a una guerra que ha asolado cada región desde hace años y de la cual parece ser que ningún compañero o militar cercano a Ergo sabe algo.

Un día cualquiera, durante una batalla campal, Ergo es herido y se ve orillado a reparar su extremidad tras acabar la batalla. Luego de su reparación, Ergo descubre a sus altos mandos hablando acerca de él, de su ineficiencia y de como lo eliminarán para traer a otro soldado en su lugar. No obstante y sin poder negarse, es enviado de nuevo en una última misión en los límites del mapa sabiendo que las batallas libradas allí son sinónimo de muerte.

Poco a poco, Ergo irá descubriendo la clase de mundo en el que habita y los secretos que se han ocultado ante el y cualquiera de sus compañeros.

En esta historia el lector se sumerge en un delirio y cuestionamiento filosófico y político acerca de la moralidad.

NovelToon tiene autorización de Ángel para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

XVI

Salieron con calma, pero Ergo tuvo que esperar un par de minutos en la entrada mientras Ludwig revisaba algo en la parte trasera de la casa.

El clima era caluroso sin duda, pero Ergo no podía darse el lujo de quitarse el gorro.

—Vamos—dijo Ludwig llegando y tocando repentinamente su espalda—. Tengo algo de hambre.

...****************...

El lugar era bastante resplandeciente y ruidoso bajo las sombras que generaban los postes y cables eléctricos que cruzaban de un lado a otro de la calle. El cartel en lo alto del local exponía el nombre del mismo con tinta desgastada y por las ventanas del lugar podía ver a algunos hombres en grupos riendo y charlando con naturalidad. Algunas gotas de bebida caían de sus bocas, veía sus buches inflarse por el alimento y como tragaban.

Ludwig entro al local seguido de Ergo. El tintineo de una campana en la esquina de la puerta hizo que Ergo girará en dirección del sonido. Cada nuevo sonido y cada nuevo objeto frente a él le hacía moverse bruscamente en cada momento con tal de no perder ningún detalle.

—Ergo, mantente quieto, no puedes actuar de esa forma frente a tanta gente—dijo Ludwig y detuvo a Ergo con su mano antes de que se golpeara con un hombre que se dirigía a la puerta del local.

Ergo tomo asiento frente a Ludwig en una mesa en la esquina del local. Miro el reloj en una de las paredes del local. Habían llegado al local justamente a las doce y media. Un hombre vestido con modestia se acercó a su mesa y entrego menús a ambos.

Ludwig pareció mirar brevemente y decidirse de golpe por un platillo. Ergo, por el contrario, se quedaba pasmado observando los diversos y tan jugosos platillos. No sabía cuál elegir.

Ludwig no lo quiso apresurar, saco su celular ante la vibración de un mensaje y leyó la respuesta de su amigo. Se había desocupado y se sentía comprometido a hacer lo que Ludwig deseara por la pena de haberlo hecho caminar en vano. Ludwig aprovecho eso y mando un mensaje: "Te veo en el Journey's Bar. Hay algo interesante de lo que hablar".

Ergo finalmente se decidió por un filete de res a la brasa con BBQ y una ensalada. Ordenaron a uno de los hombres y solo bastaron unos diez minutos para que el mismo hombre llegara con sus platillos. Ergo comió con lentitud y disfrutando cada corte y pedazo de carne que entraba en su boca, dejando incluso caer el jugo de la misma y la BBQ sobre la mesa, hacía un genial contraste con la frescura de la ensalada. Su expresión hizo que Ludwig se diera cuenta de la personalidad infantil y curiosa muy en el fondo de Ergo.

...****************...

—Señor Simons, me he estacionado en la esquina más cerca al Journey's Bar. Solo debe caminar unos cuantos metros, lo siento si es una molestia—dijo la voz metálica, despertando de su ligero trance a Simons.

—No pasa nada, gracias. Vuelvo en un rato—abrió la puerta del vehículo una vez el asiento se ajusto automáticamente.

Cerró la puerta y los seguros se activaron automáticamente; unos segundos después el auto se apago y sus ventanas se tapizaron de forma autónoma.

<> pensó Simons bostezando y comenzó a caminar por la acera. El calor se le hacía insoportable, pero era mejor que dentro del auto, a pesar del aire acondicionado, el asiento se había llenado de sudor, aunque agradeció el que ahora éstos tuvieran un sistema ante humedad en caso de lluvia o cualquier accidente dentro del auto.

Se desabrochó aún más la camiseta y finalmente vio el cartel al otro lado de la acera. Cruzó la calle con cuidado evitando los pocos autos y finalmente atravesó la puerta del local. Fue hacía la barra y tomo asiento dando un resoplido.

—¿Qué le ofrezco?—preguntó el barman.

Simons se limpió el sudor de su frente con la manga de su camiseta y miro al barman.

—Un vaso de whisky con jugo de limón por favor.

—Enseguida.

...****************...

Los tres estaban sentados cuando le vieron entrar. Ergo y Ludwig se alarmaron, pero Alfred se mantuvo sereno debido a su desconocimiento. Se habían presentado con normalidad y Ergo confío bastante rápido en Alfred desde que llegó al Journey's Bar. Aunque Alfred tampoco indagó en quién era Ergo. Había hablado con Ludwig respecto a la compra de un objeto extraño, un componente para algo mucho más grande.

—Es él...—susurró Ergo mirando como como el hombre tomaba asiento en la barra—. Ludwig, ese hombre es...

—Sí, es el hombre de la plaza de aquel día que fuimos a la playa—interrumpió Ludwig agachando la cabeza y mirando con seriedad al hombre en la barra.

Alfred notó la situación de sus acompañantes.

—Vamos, ¿qué sucede Ludwig?—preguntó Alfred con su rostro oculto bajo la sombra de su sombrero y mordiendo un picadientes.

Ludwig reaccionó y volvió su cabeza a su compañero.

—Lo siento, Alfred, no es nada... ¿En qué estábamos?

—Sobre el componente. ¿Irás por él a casa o...?

Ludwig se quedó en silencio y cerró los ojos frunciendo el ceño. Sabía a lo que Alfred se refería, pero hacerlo directamente frente a Ergo podría ser contraproducente, he ahí la razón de por qué no terminó la pregunta.

—Sí... iré por él al almacén—respondió susurrando.

Ergo seguía con la mirada fija en aquel hombre. Escucho que Alfred susurraba algo, pero no presto atención y se giró.

—¿Qué decían? Perdón...

—No es nada muchacho—respondió Alfred—, es más, ¿por qué tanta curiosidad por el tipo?—miró en dirección a la barra, la espalda del sujeto, aprovechando que se sentó a lado de Ergo.

—Hace unos días le vimos golpeando e interrogando a un hombre en una plaza junto a oficiales y a una cosa-máquina extraña—respondió Ergo, sin percatarse de la gravedad de su veredicto.

Alfred se acomodó su sombrero y saco el picadientes de su boca. Ludwig se puso ansioso y decidió poner un fin a la reunión:

—Creo que es suficiente, me siento lleno. ¿Ustedes?—dijo comenzando a buscar en sus bolsillos.

Tanto Ergo como Alfred aceptaron mansamente y pidieron la cuenta. Al pagar, Ludwig paso una especie de carta que sacó de su bolsillo por encima de un panel que Ergo no había notado justo en medio de la mesa cuadrangular. Ello le pareció curioso y entro en cuenta de que debía remunerar su parte de alguna forma, pues no tenía ni conocía nada acerca del dinero. Era un sentir extraño y ajeno.

Salieron con naturalidad aunque sus corazones dijeran lo contrario. Nuevamente el tintineo de la campana y finalmente la brisa del aire fuera. El hombre no había indagado en ellos y se sintieron aliviados, Alfred conservaba una mirada serena.

Ergo camino por la acera a una velocidad ansiosa y quedó viendo cada parte de aquella calle: el suelo, los edificios, los demás carteles con nombres extraños, los cables de luz y muy visible aún en su alejamiento, el edificio repitiendo la misma frase: en su pantalla: "Da parte de ti a la máquina. Estaremos agradecidos".

Alfred aprovechó la distancia y la idiotez en que Ergo cayó por su curiosidad e intercepto a Ludwig:

—¿Es uno de ellos verdad?

Ludwig se detuvo abruptamente y se giró hacía Alfred con una mueca seria.

—Lo es...

—¿Cómo llego hasta aquí?

—Estaba en el enrejado, inconsciente y herido de muerte.

—¿Sacaste su chip de identificación?

—Sí, por eso tiene el gorro.

—Se me hacía algo obvio—se quitó su sombrero y se dio aire meneándolo al costado de su cabeza—. ¿Cómo piensas ayudarlo? Es cuestión de tiempo; que uno de esos oficiales esté descansando y dándose el lujo de beber en el Journey's Bar solamente significa que están reposando... Es seguro que han avanzado en gran parte de la ciudad, y más con la máquina que mencionaron.

—Lo sé, lo sé, pero tampoco puedo dejarlo ahora—hizo una mueca de remordimiento.

—¿Le dirás la verdad algún día?

—No. Si le digo... no sé cómo se lo tomaría—Ludwig paso su mano por su frente y su cabello—. Necesito evitar que...

—¿Qué tal si lo llevas al subterráneo con la célula?

Ludwig quedó en silencio y juzgo con la mirada a Alfred y su mirada serena antes de soltar un suspiro.

—Puede que... Sería mi última opción, Alfred. Gracias de todos modos por el componente. Ya nos veremos de nuevo.

Ludwig se despidió agachando la cabeza muy ligeramente y se apresuró a reunirse con Ergo, quien aún se mantenía entretenido con el paisaje.

1
Benja
Mi compa el jugador de Brawl Stars:
Lord vyron: JAJAJA
total 1 replies
Benja
Te olvidaste corregir lo de Carter
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play