Un Final Feliz Para Los Villanos.

Al llegar a casa, Rael prefirió no bajar, pero, cuando Cecile entró, ordeno a dos de sus guardias que vigilan entre las sombras que cuidarán de Cecile, si es como ella sospecha, puede el Duque ser peligroso incluso con su propia hija, después de eso, baja del carruaje por la otra puerta, para que no le vean y se marcha mezclándose entre gente que va pasando por allí, mientras que el carruaje ya se dirige a la entrada de los establos de la mansión; el Duque desde la ventana de su oficina vio llegar a la chica, pero regresa a su escritorio, mientras que el mayordomo le informa que Cecile solo fue a ver a la reina, pues esta le pidió verla, aunque, al parecer había regresado muy pronto, antes se tardaba mucho más, eso le indica al Duque que algo esta mal.

- si arruina su compromiso, se la entregaré al mejor postor. Si no me sirve para entrar al palacio, me servirá para las inversiones.

- por supuesto señor, la señorita es linda y cualquiera pagaría muy bien ella.

El Duque solo regresa a sus deberes mientras que el mayordomo se sale de la oficina, debe supervisar que todo en la mansión este yendo bien. Por otro lado, Rael ha entrado a un casino, donde suelen reunirse los nobles más prestigiosos del país, por supuesto que va en busca de información, al estar sentado en la barra hablando con el bar tender, un hombre se acerca a él, era el padre de Iris quien por supuesto al verlo, creyó que sería la oportunidad perfecta para pedir disculpas por su atolondrada hija.

- alteza, soy el Barón Oscar Scott, escuche que mi hija le causo molestias en una ocasión, le pido una disculpa por ello.

- no es necesario, con que ella no me moleste de nuevo, estoy bien. Si me disculpa, quiero estar solo.

- c-claro, claro, espero disfrute este lugar, si necesita ayuda no dude en pedirmela.

El hombre hubiera insistido en hablar con Rael, pero notó la mirada de molestia de este, lástima que es un pesado, le hubiera encantado unir a su hija con él, aunque sea para concubina, le daría un buen estatus a su nombre, pero, su idea no será posible. Rael por su parte, continua preguntando de manera discreta a otros nobles sobre el Duque Hamilton, por supuesto, la mayoría lo conoce porque logro que su hija fuese comprometida con el segundo príncipe, aun cuando no es el heredero, también pertenece a la familia real.

En el palacio, Robert fue llamado por la reina y esta le dice que hace ya unas horas pudo ver a Cecile, por su manera de hablar, Robert puede decir que su madre no esta nada contenta, si es así, puede que tenga la oportunidad de romper ese compromiso antes de la ceremonia, si deja a Cecile, ella será la humillada ante la sociedad, más cuando sepan que han roto el compromiso por su falta de educación.

- madre, la graduación será pronto y mi padre dijo que ofrecerá una fiesta, me gustaría tener como acompañante a una amiga y no ha la señorita Hamilton.

- supongo que esta bien, la señorita Hamilton últimamente esta muy indisciplinada, creo que es mejor si no la invitamos.

- ¿esta segura? Usted siempre me ha dicho que el Duque es importante y no hay que despreciar a su hija.

- lo se, pero su actitud deja mucho que desear, jamás me habían faltado al respeto como ella lo hizo.

Aun cuando el Duque sea un gran apoyo, hablará con él, ya que es su hija quien ha causado los problemas, una chica como ella, no es digna de entrar a la familia real, menos para ser la esposa de uno de sus preciados hijos, si es que quiere el Duque, máximo, le puede ofrecer casarla con uno de los hijos de sus parientes, tiene dos sobrinos solteros.

Una día más llegó a la escuela, las chicas ya hablan que les han llegado las invitaciones para ir a la fiesta de graduación del príncipe, una que otra incluso presume que han sido invitadas por los chicos que se gradúan para ir como sus parejas, para ellas eso es una gran oportunidad, porque puede que consigan un prometido, Abby se acerca a Cecile.

- señorita, imagino usted ira como pareja del segundo príncipe.

Cecile no recibió nada relacionado con ello, aunque claro, eso es mejor, no quiere tener que asistir a ese lugar, menos tener que bailar, no sabe si podría hacerlo bien.

- claro, es normal que así sea.

- que suerte, seguramente usted y el príncipe abrirán el primer baile. ¿No es eso emocionante señorita Scott?

La mira con burla, pues siendo ella solo una amante, el príncipe jamás la llevaría como pareja a un evento tan importante; Iris solo agacha la cabeza y se le dibuja una sonrisa burlona, pues el propio príncipe le entrego la invitación y le pidió ir como su pareja, algo que al parecer, Cecile aun no sabe, por muy presumida que sea, ella, con su bondad, ha conseguido el apreció del príncipe, mientras que Cecile, solo será humillada al no poder ir al baile.

(hoy trataré de ir subiendo más capítulos, ando flojeando en casa, porque me dio un fuerte dolor de espalda y pues hay que aprovechar a escribir jajaja )