Un antihéroe conocido como Komori y una heroína conocida como Zero deberan unir fuerzas para impedir que el Ragnarok ocurra.
Los problemas que comenzaron el día que se volvieron pareja deberán resolverse en el presente después de quedar varados en Asgard.
Y para ello, junto a sus amigos deberán derrotar a los Aesir que amenazan el planeta Tierra mientras sobrellevan sus problemas.
¿Podrán salvar a la Tierra? ¿Podrán vencer a los dioses nórdicos?
⚠️La novela cambiara al narrador en algunos episodios⚠️
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Capitulo #20: Seguir caminando
⚠️ EPISODIO NARRADO POR ROXY⚠️
Aún recuerdo aquellos días en los que estuve atrapada en la isla que me vio nacer con él, era casi como un sueño, quería que fuera un sueño pero lo que sentía por él no era correspondido, y eso me dolía cada vez más con cada día.
—Roxy, no podemos quedarnos sin hacer nada, ven y ayúdame —dijo mientras cargaba un par de ramas en sus brazos—.
Me dolía verlo fracasar y verlo tan determinado me gustaba pero a su vez me dolía mucho más de lo que debería, ya que esa terquedad y ese amor no era por mí, era por esa mujer.
—¡Mierda! ¡Mierda!, ¿Por qué? Flor… lo siento… —sollozó derrotado en el suelo—.
Habíamos terminado castigados por los dioses por mi culpa, por enamorarme de la persona equivocada. Cuando estuvimos atrapados, creí que él algún día se iba a olvidarse de ella, que seríamos felices al final de la odisea que vivimos juntos.
Pero… Flor regresó a nuestras vidas y ahora soy yo quien no puede olvidarlo, aún duele verlo con otra persona, creía que su felicidad con ella me ayudaría a superar estos sentimientos pero duele más que antes.
—Capitán, ¿ahora qué hacemos?, ¿cómo vamos a regresar todos a casa?
—Sí, debilucho, ¡¿Dónde está nuestra siguiente nave?! ¡Que debemos regresar al zoológico y matar a todos! ¡Así como Tlhor dijo!
—Bueno, sucedieron cosas y hay un pequeño cambio de rumbos
—¡Iremos a Jotunheim! Esa es nuestra siguiente misión —dijo Flor mientras él la miraba perdido, casi como si estuviera hipnotizado por ella—.
No pude concentrarme en lo que estaban hablando sobre nuestra misión debido a que no dejaba de pensar en las razones por las cuales él seguía tan enamorado de ella, ¿Qué tenía de especial? ¿Qué tenía que no tuviera yo? ¿Por qué él era tan terco con estar junto a ella?.
—Roxy, ¿Estás bien? Estás muy callada desde hace rato —preguntó ella preocupada por mí bienestar—.
—S-sí, estoy bien, solo estoy un poco pensativa, es todo
—Bien, qué tal si me ayudas a preparar la comida que llevaremos en nuestro viaje a Jotunheim
Sabía que ella no tenía la culpa de que él estuviera tan enamorado, pero no podía evitar sentirme mal con ella y con su amabilidad que dolía, no podía odiarla, ni tampoco ser mala persona con ella, me gustaría serlo, pero simplemente no podía.
—¿Y bien? ¿Qué pasó entre ustedes en esos seis años? Prometo no enojarme ni nada parecido
—No pasó nada —respondí nerviosa mientras evitaba mirarla a los ojos—.
—Stanley me dijo que le confesaste lo que sentías por él
Escucharla decir eso, fue como ser golpeada por un balde de agua fría; eso me hizo saltar un poco con mis mejillas rojas como tomates. Avergonzada y confundida volteé a verla, no entendía muy bien porque no estaba molesta conmigo, había intentado arrebatarle a su esposo y aun así, me trataba como una amiga más.
—¿Qué? Vamos, cuéntame ¿Cómo fue eso? Jaja, tal vez así te pueda ayudar a superarlo o a encontrar a otra persona
—¿Por qué? ¿Por qué me quieres ayudar?, intenté tener algo con tu esposo
—Sí, lo sé pero aún así, algo me dice que tú harías lo mismo por mí
—Flor… no deberías ser una buena persona con todos, no todos tienen bondad en su corazón y puedes resultar herida
—Jaja, sí lo tendré en cuenta, gracias por el consejo aunque dime, ¿Es verdad que Stan enfrentó a Poseidón? Esa sería una historia que podría contarle a la hija que estamos planeando tener
—¿Qué? Tú… ¿Tú y él están planeando tener hijos? —pregunté con la voz temblorosa mientras sentía una punzada en el corazón—.
—Bueno —ella se agarró el vientre mientras parecía fantasear con esa idea—. Aún no estoy embarazada pero lo estamos intentando jaja pero dejemos eso de lado, y sigamos hablando de su aventura, que quiero saber cada detalle
No pude aguantar más ahí de pie, sentía que el mundo a mi alrededor se derrumbaba y me fui corriendo de la cocina, dejando a Flor confundida por mi inesperada huida. Ella intentó ir detrás de mí pero Stan la detuvo para ir él en su lugar para hablar conmigo. Como en esos días, se sentó a mi lado mientras ambos teníamos la mirada perdida al cielo, solo que esta vez veíamos el cielo a través de la ventana de la cabaña.
—Así que saliste corriendo de la cocina
—¿Y tú estás planeando tener hijos con Flor?, qué alegría —añadí limpiando mis lágrimas que seguían escurriendo en mis mejillas—.
—No es necesario que mientas, Roxy —dijo dejando caer su cabeza en mi hombro—.
—Pero si digo la verdad, estoy muy feliz al ver que lo lograste y ahora vives la vida que tanto querías con tu esposa, estoy feliz por ti
—Lo siento —me rodeó con sus brazos en un cálido abrazo—. Por no corresponder tus sentimientos, pero sé que lograrás encontrar a alguien —me limpió las lágrimas con sus suaves y torpes manos humanas—. Alguien que te ame tanto que también cruzaría el universo por ti y cuando lo hagas, ahí estaré para apoyarte igual que tú estuviste ahí para mí
—Te amo… Idiota… —sollocé una última vez mientras enterraba mi rostro en su pecho en un intento por calmar el dolor que sentía en el pecho—.
Me quedé en sus brazos por más tiempo, liberando todo el dolor que sentía en mi corazón, hasta que tuvimos que separarnos para dar comienzo a nuestra misión de ir a Jotunheim. Haber llorado por más de una hora sin duda me había dejado más ligera de lo que esperaba, aunque aún seguía doliendo, debía dejarlo ir.
—¡Roxy! ¿Qué esperas? —dijo Flor encima de Stan, quien se había vuelto en un lobo gigante por el frío—.
—¡Sí, toxy avanza! —gritó Kror mientras me lanzaba una bola de nieve—
—Vamos —Flor bajó de su esposo, y extendió su mano hacia mi—. Hay que seguir avanzando, no puedes quedarte ahí para siempre —añadió con su radiante sonrisa amable que la caracteriza—.
—S-sí, entiendo
Aunque mis pies pesaran tanto al principio, con el pasar del tiempo me di cuenta de que mis pies estaban tan livianos que sin querer y sentirlo, estaba corriendo junto a todos los demás.