Erik Brown, en la fiesta de navidad se entera del compromiso de su novia con su hermano mayor. Con el corazón destrozado, toma el vehiculo de su amigo, en medio de una tormenta, en su alocada carrera pierde el control del auto cayendo por un precipicio, hundiendose en el mar. Erik es rescatado por una Sirena, que resulta ser su vecina en la playa llamada Aria, quien lo lleva a su cabaña, para refugiarse de la tormenta. Al pasar tiempo juntos se enamoran y deben enfrentar los desafíos de su singular relación y como mantener el secreto de Aria.
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20 -No quiero saber nada de Linda
#FEDERICO BROWN
No quiero saber nada de Linda. No soporto su aroma, ni su aliento, no soporto tenerla cerca, no quiero volver a saber de ella en la vida.
Tengo las pruebas en las manos, contrate a un investigador para que averigüe si esos analisis que me enseño Linda eran reales y no solo eso descubri.
Ya esta el dicho que si escarbas mas profundo encontraras la pepita de oro mas grande, en este caso la mierda mas grande.
Linda vive de los hombres, les saca todo, solo para su propio gose, les hace falsas promesas, consigue lo que quiere y los desecha como basuras.
Al investigador no le costo nada saber todo de ella, ya que publica su vida en un canal del cual ignoraba su existencia, al tener un seudónimo, pero es tan boba que apenas cubre su cara con una mascara, como hubo imagenes de ella desvistiendose en la fiesta de la inmobiliaria, pudo identificarla fácilmente por un programa que se especializa en localizar personas desaparecidas, él tiene ingreso a ese, porque también trabaja de eso.
Uno que era muy famoso cayo en la depresión, se largo a los vicios al no poder lidiar con la verdad de ser estafado por ella, una mina que solo le importa el dinero, las joyas y todo lo que le haga vivir una vida de lujos, jamas se conforma.
La bronca me rebosa por los poros, ella en un video se jactaba de casarse conmigo y no solo eso, contaba sobre lo que haciamos en la intimidad y me criticaba, que no encontraba el sur y ella debia enseñarme. Pero mi fortuna compensaba ese error, y aseguraba que si queria satisfacción en el sex@ tenía a Erik para eso, ya que él no se resiste a sus encantos, lo unico malo que tenía Erik, a sus ojos, era que no tenia clase, al preferir comer un sándwich en esos puestos que no pasaron la prueba de salubridad.
Cínica, esquizofrénica, delirante, miles de insultos se me cruzan por la cabeza dirigidos a ella.
El embarazo era real, pero ella estuvo con otro en un boliche de parado en un costado, no se veia con claridad, pero las sombras y los movimientos en lo oscuro se podia adivinar que hacían, la fecha que figuraba en el video, era el dia que dijo dormir en lo de su prima, que la cuidaria ese día al no estar sus tíos. Y después estuvo conmigo, me dan náuseas, ganas de vomitar, al saber que lo hizo con otro y conmigo sin pudor alguno con pocas horas de diferencias.
Le lanzo las pruebas a mi padre que insiste que me case con ella.
-VA, TODOS TENEMOS SECRETOS.
Le quita importancia a lo que le enseño.
-ES UNA ENFERMA NINFÓMANA ESTAFADORA.
Grito con bronca.
-NO TE ABURRIRÁS EN LA CAMA.
No le importa nada de lo que le diga, ni le enseñe, solo le importa el dinero, el estatus, no le importo como hijo, ni mi felicidad.
-NO ME CASARÉ CON ELLA, NO LO HARÉ. Exprese.
Antes acataba las reglas para hacer felices a los demas y no ser un problema, pero ya no estoy dispuesto a ello.
-MI CASA MIS REGLAS, MIENTRAS SIGAS VIVIENDO BAJO MI TECHO, HASTA TE DI UN PUESTO EN LA EMPRESA.
La tensión en el ambiente se incrementaba.
-AL CUAL APORTE TRAYENDO INVERSIONISTAS Y CLIENTES, GRACIAS A MI TRABAJO CRECIÓ TU PATRIMONIO.
Le grite con furia, nunca reconoce mi esfuerzo por mas que trato de seguir las reglas, nunca es suficiente para él.
-ES MI ÚLTIMA PALABRA O RENUNCIA Y VETE DE MI CASA.
Amenazo, sabia que no lo decia en serio, solo queria seguir controlandome y moviendo los hilos a su favor.
-EN ESE CASO RENUNCIO Y ME VOY.
Le solte, me canse de ser el que hace todo como si fuera el unico hijo, sentia envidia de Erik, no era tan valiente como él, pero esto me supera, no seguire sus ordenes, no si mi felicidad esta en juego.
-¿DÓNDE IRAS? LA TARJETA ESTÁ A NOMBRE DE LA EMPRESA, NO RECONOCERÉ EL GASTO.
Gruño con furia golpeando su escritorio con su puño.
-AQUÍ TE LA DEJO.
Fue mi última palabra dejando la tarjeta sobre su escritorio y decidí ir a lo de mi abuelo, no tenía donde ir, sin un peso en los bolsillos, por más que trabajaba, era mayor, mi padre controlaba todo.
Tome una botella del estante de su vino favorito como indemnización a mi esfuerzo y maneje tomando del pico de la botella hasta llegar a la casa de mi abuelo en la playa, el frio cala mis huesos, pero el coraje que siento hace que no me afecte eso.
Al ingresar me sorprendí ver que estaba Erik acompañando a mi abuelo, le solte toda la verdad, le conte a ambos todos los hechos, lo que descubri de Linda y su estado.
Ellos escucharon sorprendidos, el café que me paso mi abuelo, lo cambio por su licor que el mismo hace, los tres bebimos mirando las llamas de la chimenea como si danzaran, después se durmieron, yo no podía, el coraje que sentía, no se había disipado, quede despierto tratando de evaluar que hacer de ahora en más, al no poder encontrar respuestas al amanecer salgo de la cabaña y me encamino al mar, las olas golpean la costa, el sol aún no sale, pero la claridad del dia se hace presente, me quito la ropa y me lanzo a nadar, antes disfrutaba hacerlo cada vez que visitaba al abuelo.
Me alejo cada vez mas de la costa, en un momento las olas me habian alejado tanto que no me importo, aproveche a bucear, siempre fui bueno en aguantar la respiración, en medio de mi nado algo me cruzo, como si un pez enorme me cruzara. Sali a la superficie a tomar aire, nuevamente senti que ese pez enorme me acechaba, trate de alejarme nadando con fuerza, la desesperación se adueño de mi, mi mala suerte me decia que seria el desayuno de un pez enorme. Me golpeo haciendo que me sumerja, le di una patada queriendo alejarme, hasta que otro pez asusto al que me queria como su presa, senti ese roce a mi costado y mis ojos no reparaban en lo que veian, esto no era cierto, se me hizo ver a una sirena que alejo a ese pez enorme de mi, se me hizo que le trato como a un cachorro, le acaricio y se alejo nadando.
Trate de seguirla pero era muy veloz, no logre alcanzarla, se desaparecio. Al recuperar la calma regrese a la costa, sali agitado gateando y me tire sobre la arena.
¿Qué fue eso?
¿En verdad era una sirena?
¿Habre imaginado todo?
-¿QUÉ HACES AQUI? Escuche a mi abuelo.
-Solo nade un poco.
Le respondi sin confesarle lo que vi.
-VEN, TOMEMOS CAFE, DESPUES CON ERIK PENSABAMOS IR DE PESCA.
-Puedo acompañarlos, iremos en bote. Le consulte, la verdad solo queria ver si la sirena aparecia.
-CLARO, NO ES MALA IDEA. Respondió.
Ingresamos a la cabaña, Erik salia del baño recien bañado.
-BUENOS DIAS. Saludo.
-EL CAFE ESTA HECHO. Señala el abuelo.
Cada uno se sirve un poco.
-¿Por qué estas mojado? Me pregunta Erik.
-Solo nade un poco.
Le respondi.
-BIEN, CAMBIATE, VAMOS A PESCAR, ES MEJOR AHORA.
Escuche decir a mi abuelo.
Esto me hizo olvidar un poco los problemas que me aquejaban, me sentia a gusto compartiendo este momento junto a mi abuelo y mi hermano.
Los tres sentados armando las cañas de pescar, disfrutando del clima que era agradable, el suave sonido de las olas golpeando el bote, la brisa de la mañana.
-QUE RARO, POR LO GENERAL SIEMPRE HAY MUCHOS PECES AQUI, IREMOS A ESE EXTREMO DE LA COSTA, CAPAZ TENGAMOS MAS SUERTE CERCA DE ESE ACANTILADO. Señalo mi abuelo.
Erik que manejaba el bote lo direccionó hacia donde señalo mi abuelo.
-TIREMOS LA RED. Propuso Erik.
Mi abuelo me señalo que la agarre de un extremo y él del otro.
-A la cuenta de tres.
Señalo.
-Uno...Dos...Tres. Dijo y lanzamos la red.
-Ahora solo queda esperar, revisa esas cañas mientras. Me indico.
Paso la mañana, el agua parecia tranquila, veia a mi abuelo rascarse la cabeza, le inquietaba que no pescaba nada, según él, estos eran sus lugares donde siempre sacaba algo.
En eso vemos que se aproxima el bote del señor Delmar.
-BUENOS DIAS. Saludo animado.
-BUENAS PARA USTED, NOSOTROS NO TUVIMOS SUERTE. Le dijo mi abuelo.
-LE INVITO LA COMIDA, EN CAMBIO NOSOTROS SI. Le dijo señalando a un sector de su bote, pude ver dos peces enormes que estaban extendidos, en eso aparecio su hija en bikini que al ver a Erik lo saludo con una enorme sonrisa sacudiendo la mano y Erik le respondio igual.
Erik tenia suerte, la chica era muy bella y simpatica, natural en sus gestos, podia entender porque él pudo superar a Linda sin inconvenientes.
Nos fuimos de regreso seguidos por el bote del señor Delmar, atracamos casi al mismo tiempo.
Mi abuelo enseguida se dirigio a ayudar a su amigo a bajar uno de los peces y yo junto a Erik el otro, pero Erik tenia su atención en la hija del señor Delmar, la alzo en brazos sin dejar que sus pies toquen el agua, la dejo con delicadeza en la playa posando un beso en ella y despues se dirigio a ayudarme.
-¿Qué tanto me ves? Me pregunta.
-Nunca te vi tan embelesado por una chica, como lo estas por ella. Le señalo.
-Ya encontraras para vos. Me respondió restándole importancia.
Al levantar el pez y mirarlo de cerca me quede pensativo, se parecia al que me cruzo hoy temprano cuando nadaba.
-¿En qué piensas? Llama mi atención Erik.
-No, nada, es enorme...¿Cómo lo pesco? Indague mirando hacia el señor Delmar y hacia su bote.
-SON AÑOS VIVIENDO DE ESO. ESTO NO ES NADA. Lo escuche decir al cruzar a mi lado.
-Me dice su secreto, nosotros llevamos la mejor carnada, la red, pero no conseguimos nada.
-DE SEGURO VIERON AL FEO DE TU ABUELO Y SE ASUSTARON. Respondio riendo.
-NO TE BURLES, SOLO TUVISTE SUERTE. Le dijo
-VAMOS A IR A CONSEGUIR LAS BEBIDAS. Anuncie sacando las llaves de mi bolsillo.
-Puedo ir. Escuche que le dijo Aria a su padre.
-Cubrete. Fue su orden al estar en bikini.
Ella asintio y quiso llevar a Erik.
-Erik te puede esperar. Le dijo el señor Delmar a su hija que estaba muy pegota a mi hermano.
-Enseguida regreso. Anuncio y la veo correr en dirección a su casa.
-Podemos hacer aquí el fuego. Mi abuelo señalo un espacio en la playa.
-Si, tienes tu parrilla, asi la colocamos aqui, debemos trozar el pescado...
El señor Delmar propone.
-Mejor a la estaca, lo condimentamos bien. Sugiere mi abuelo.
-Ya estoy. Aparecio Aria luciendo un vestido y sus sandalias en las manos.
Erik enseguida la toma de la mano señalando mí vehiculo. Los segui a pasos lentos, contemplando como iban abrazados susurrandose cosas en el oido y sonriendo, el viaje con esos dos tortolitos sera largo, suspiro pesado al no poder evitar sentir celos de mi hermano que siempre fue mas afortunado en el amor que yo.
Maneje con la vista fija en la carretera, mientras los enamorados iban en el asiento trasero.
Llegamos a una tienda donde vendian de todo, conseguimos las bebidas y llevamos helado. Mi hermano pago por todo, eso me tomo por sorpresa, él siempre se colgo del bolsillo de uno.
A la salida del local choque sin querer con una joven rubia de ojos oscuros que me miro fijo.
"Disculpe" le dije.
Ella solo asintió e ingreso al local.
-Debo hacer una llamada. Escuche que me dijo Erik enseñando su celular.
-Te esperamos. Le respondí.
Erik se alejó a hablar, mientras con Aria nos pusimos a la sombra a observarlo, al rato veo que sale esa joven con la que choque, miro hacia nosotros y su atención se centro en Aria, las dos se miraron de un modo que parecía helar la sangre.
-¿La conoces? Indague.
-No. Respondió sería.
-Listo, vamos... Era Luis que necesitaba algo. Expreso Erik hacia Aria dándole un beso.
-Si, no debes dar explicaciones. Le respondio ella.
Eso me sorprendió, por lo general les molesta que su hombre se aleje a hablar asi por teléfono. Subimos retomando el regreso a la casa de la playa.