Ayuna Sekar, una chica huérfana, sincera y trabajadora, es traicionada por su propio prometido, el hombre al que mantuvo y ayudó a terminar la universidad. En el día que debía ser el más feliz de su vida, es humillada y despreciada hasta sufrir un ataque al corazón.
Pero el destino le concede una segunda oportunidad: vuelve tres días antes de ese fatídico día. Esta vez, Ayuna cambia su destino. Cancela la boda y, en un acto de valentía, se casa con un apuesto guardia de seguridad llamado Arjuna.
Sin saberlo, Arjuna en realidad es un multimillonario disfrazado. Su matrimonio, sencillo pero lleno de amor, risas y sorpresas, demostrará que el verdadero amor no necesita riquezas... solo un corazón leal.
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Capítulo 20
Unas Semanas Después
El jardín de la casa de Arjuna se transformó en un pequeño parque de juegos con el tema de "Princesas y Astronautas", las dos cosas que más le gustan a Sekar. Había globos de colores pastel, un castillo inflable y una pequeña carpa decorada con luces parpadeantes.
Ayuna estaba ocupada arreglando la mesa de pasteles mientras miraba de vez en cuando a Sekar, que jugaba a las casitas con sus primos.
"Cariño, tu muñeco alienígena está sentado en la silla. Se pondrá triste", dijo el primo de Sekar, Rio, que era un año mayor.
"¡No es un alienígena, es mi amigo astronauta!", respondió Sekar con un estilo dramático al estilo de una actriz infantil.
Arjuna observaba desde la distancia mientras sostenía una cámara. Ahora tenía el pasatiempo de fotografiar las actividades de Sekar y tenía una galería digital especial llamada "La sonrisa de Sekar".
En medio del bullicio de la fiesta, Sekar llamó a Ayuna y Arjuna al frente.
"¡Mamá, Papá, quiero cantar mi propia canción de cumpleaños!"
Todos los invitados rieron y aplaudieron.
Sekar cantó su propia versión de la canción de cumpleaños:
🎵 "Hoy es mi cumpleaños...
Me vuelvo más inteligente y más alto...
Mamá, Papá, muchas gracias...
Por quererme todos los días..." 🎵
Las lágrimas de Ayuna cayeron suavemente. Arjuna le tomó la mano.
"Mira, Mas... nuestra hija está creciendo maravillosamente", susurró conmovida.
Arjuna besó la parte superior de la cabeza de Ayuna. "Porque tiene una madre tan genial como tú".
Un Mes Después – Pequeña Sorpresa
Una tarde, Sekar llegó a casa de la escuela con el ceño fruncido. Se sentó directamente en la sala de estar con los brazos cruzados.
"¿Qué pasa, Princesa de Papá?", preguntó Arjuna sentándose a su lado.
"Los amigos de Sekar dicen... Sekar no tiene hermanos, ¡así que no podemos jugar al 'juego de la familia' completo!"
Arjuna guardó silencio, luego miró a Ayuna, que acababa de llegar de la cocina con bocadillos.
"Ma, ¿qué tal si le damos una sorpresa a Sekar?", preguntó Arjuna en tono burlón.
Ayuna se rió entre dientes y luego se sentó junto a ellos.
"Sekar... ¿quieres ser hermana mayor?", preguntó Ayuna lentamente.
Los ojos de Sekar se agrandaron de inmediato. "¿De verdad? ¡¿Hay otro bebé en la barriga de mamá?!"
Ayuna asintió.
Sekar saltó del sofá y luego se pegó la oreja al estómago de Ayuna. "Hola hermanito, soy tu hermana Sekar. Jugaremos juntos más tarde, ¡pero no robes mis muñecas!"
Ayuna, Arjuna, Sekar y su familia extendida fueron invitados a asistir a una entrega de premios anual donde la fundación de Ayuna ganó el premio "Familia Inspiradora Nacional".
El evento tuvo lugar en un gran auditorio y Sekar subió al escenario cuando Ayuna recibió el premio.
Cuando fue el turno de Ayuna de dar un discurso, Sekar tomó el micrófono primero:
"¡Gracias a todos! Mi mamá es una heroína. Mi papá es un protector. ¿Y yo? ¡Soy la CEO del futuro!"
Todos los presentes rieron y le dieron una ovación de pie.
Noche – Balcón de la Casa
La brisa nocturna soplaba suavemente. Ayuna y Arjuna se sentaron en el balcón mientras observaban las estrellas. Sekar ya se había dormido en la habitación, abrazando su muñeca favorita como de costumbre.
"Mas... ¿alguna vez imaginaste cómo sería si nuestras vidas nunca se hubieran conocido?"
Arjuna se giró y sonrió. "Sí. Y se siente... vacío".
Ayuna se apoyó en su hombro. "Gracias por quedarte conmigo. A través de todo".
Arjuna tomó la mano de su esposa. "Gracias también... porque cambiaste esta casa para que estuviera viva. Y Sekar... se convirtió en la razón por la que me levanto cada mañana con una sonrisa".
Dentro de la habitación, Sekar dormía con una sonrisa en su rostro, como si un hermoso sueño la estuviera saludando.
Afuera, el cielo nocturno de Yakarta volvió a estar en calma, trayendo un mensaje simple:
La felicidad no tiene que ser grande.
Basta con estar presente, amar lo suficiente y tener una familia que nunca deje de elegirse mutuamente.
Continuará
