NovelToon NovelToon
La Niña Del Capo

La Niña Del Capo

Status: Terminada
Genre:Mafia / Dominación / BDSM / Diferencia de edad / Completas
Popularitas:1.5M
Nilai: 4.8
nombre de autor: Yesenia Stefany Bello González

Stefano Messina es el nuevo Capo de la ´Ndrangueta, un cargo que nunca pensó que tendría. Para seguir siendo el jefe debe cumplir las reglas que le ha impuesto su hermano, siendo la más importante mantenerse alejado de Inés Guzmán. La dueña de sus fantasías más perversas.
¿Podrá hacerlo o caerá ante la dulzura de la única mujer que no puede tener?

NovelToon tiene autorización de Yesenia Stefany Bello González para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Ataque

Stefano

–¡Pero mírala! –exclamo disgustado al ver a Inés paseándose entre medio de docenas de hombres con una mini falda, que apenas cubre su trasero, y una camiseta diminuta, que deja parte de su vientre a la vista de todos estos morbosos.

–La estoy viendo –dice Nancy mientras bebe el margarita que le trajo Stephanie.

–¡Mira esa camisa! Se le puede ver todo. Juro que puedo distinguir hasta el color y la forma de sus pezones. ¡Pero es qué acaso no tiene vergüenza!

–Si tú lo dices –masculla mientras ve el teléfono.

–¡Mírala! ¿Puedes verlos? Claro que puedes verlos. Todo el mundo puede hacerlo –siseo molesto.

–Mmm –murmura sin mirarme.

–Si su hermana la viera… Si mi hermano lo hiciera haría algo. Quizá yo debería hacer algo.

–No es una buena idea –responde.

–¿Por qué diablos no? Alguien tiene que hacerle ver que está haciendo el ridículo viéndose así delante de tanta gente.

–¿Viéndose cómo?

–¡Pues así! –declaro apuntándola mientras coquetea con un cliente.

Pero que descarada.

–¿Así de sexy? ¿Así de deseable? –pregunta mirándome directamente–. La chica se ve preciosa. Lo que te molesta es que todos lo estén notando. Lo que de verdad te molesta es que no puedes soportar que la mujer que rechazaste no esté llorando en un rincón por ti.

–¡Eso no es verdad!

–Me parece que sí.

–Intenté pedirle perdón –me defiendo.

–¿Y qué te dijo?

–Que me perdonaba, pero estaba mintiendo. Lo sé.

–¿Por qué estás tan seguro de eso? –pregunta con una sonrisa tan condescendiente, que me hace rechinar los dientes.

–Porque… porque… –Callo al no encontrar el motivo.

–No le crees porque no cayó en tus brazos nuevamente. No puedes creerle porque para ti el único perdón aceptable es que ella vuelva a perder los vientos por ti. Quieres volver a tener ese poder sobre Inés, pero estás mal, amigo. Te perdonó, pero eso no es lo que realmente quieres de ella.

Me cruzo de brazos. –No me perdonó. Si me hubiese perdonado no estaría actuando tan infantilmente.

–¿Infantilmente? No le veo lo infantil por ningún lado.

–¡Está intentando ponerme celoso!

Nancy deja caer su cabeza contra el respaldo y respira profundamente.

–Creo que no me agradas tanto ahora que no tenemos sexo –dice sonando cansada.

–Eso no es verdad. Siempre te he gustado –devuelvo por molestar–. ¿No crees que tengo razón?

–No. Además, si estamos hablando de comportamientos infantiles eres tú quién lleva todas las de ganar.

–¿Disculpa?

–¿Qué estoy haciendo aquí, Stefano?

–Bebiendo.

Cierra los ojos y maldice. –¿Qué estoy haciendo aquí en este bar?

–Me gusta este lugar. Además, debo vigilar mi nuevo negocio.

–Abres cientos de negocios al año. Lo que estás vigilando no son tus ganancias y lo sabes. Me estás usando para que Inés se ponga celosa al verte con otra chica, ¿o lo vas a negar?

–No es así.

Se ríe. –Eres encantador cuando estás enamorado.

–¡No lo estoy!

–Por supuesto que no –responde mientras aprieta mi nariz como si fuera un crio–. ¿Podemos irnos? A Inés claramente no le importa que estés conmigo. Supérala.

–No –contesto de inmediato–. Puedes pedir todo lo que quieras, yo pago.

–Lo que quiero es tener sexo salvaje esta noche y eso no lo estás proveyendo ni a mí ni a ninguna mujer.

–Luego puedes llamar a Max –digo mientras sigo los movimientos de Inés por todo el bar.

–Está en España.

–Te pagaré el puto pasaje a España, pero no puedes moverte de aquí.

–Que sea en primera clase –dice antes de levantar la mano–. Mesera –llama.

Inés se gira y camina hacia nosotros. Mierda.

Actúa normal me digo en silencio.

–Buenas noches. ¿En qué puedo ayudar?

–Hola, Inés. Te ves deliciosa –le dice Nancy.

–¿Deliciosa? –pregunto en un siseo.

De todas las putas palabras que existen usa deliciosa.

–Lo hace –devuelve Nancy–. Quiero otra copa y tráele otro café a Stefano. ¡Hoy está de un humor!

–Claro –responde Inés con una sonrisa.

Sus ojos se ven tan entrañables que sin darme cuenta estiro mi mano hacia ella, pero por suerte Nancy me detiene.

Nessy se va, dejándome ansioso por su contacto.

–Tienes que controlar tus impulsos, amigo.

–No puedo –mascullo.

Veo a Inés hablando con Robert, cosa que hace hervir mi sangre. ¿Por qué siempre tiene que estar tocándola?

Inés en vez de volver a las mesas camina por el pasillo que da hacia el baño.

Me levanto como un resorte y la sigo. Quiero hablar con ella.

–¡Serás idiota! –exclama mi amiga a mi espalda, pero decido ignorarla.

Una vez en el pasillo espero pacientemente a que Nessy salga del baño. No soy tan pervertido.

Luego de unos minutos, la puerta se abre.

–Hola –la saludo.

Pega un grito y luego me mira con rabia.

–Pero que susto me has dado –se queja.

Me acerco unos pasos y tomo un mechón de su pelo suelto y ondulado y lo enredo en mi dedo.

–Te ves preciosa.

–Gracias –dice de inmediato–. Prefiero preciosa a deliciosa.

Me rio con su comentario.

–Nancy es así.

–Lo imagino –responde antes de seguir su camino, pero vuelvo a interponerme–. ¿Vamos a empezar de nuevo? Estoy trabajando.

–Lo sé y con esa ropa –digo sin pensar.

–¿Qué diablos tiene mi ropa? –pregunta con las manos en jarra.

–Me encanta tu ropa. Es solo que se ve mucha piel –digo mientras con mis pulgares recorro la línea de piel alrededor de su cintura.

Inés traga con fuerza y es todo lo que necesito para empalmarme.

–Stefano –advierte.

Acaricio su cintura y su vientre con mis pulgares, sin poder detenerme, atraído por el calor y la suavidad de su piel.

Comienzo a dar círculos sobre su vientre, acercándome a su precioso ombligo.

–¿Qué… qué estás haciendo? –pregunta entre jadeos.

–Demostrándote que muestras mucha piel y alguien podría tomar ventaja de ello –contesto con voz ronca.

La voz de Stephanie llamándola me hace reaccionar de inmediato. La empujo al baño y cierro la puerta detrás de nosotros.

–¿Qué demonios estás haciendo? –pregunta furiosa.

En vez de responderle, prefiero demostrarle.

1
Silvia Quiroga
MARAVILLOSA NOVELA Y ME QUEDO CORTA CON LAS PALBRAS . TIENE TODO EL AMOR Y UN TEMA MUY DELICADO COMO EL ABUSO INFANTIL TRATADO MUY BIEN
Silvia Quiroga
GRACIAS ESCRITORA MARAVILLOSA NOVELA
Silvia Quiroga
QUE SORPRESA SON HERMOSOS
Silvia Quiroga
COMO SE LE EXPLICA A UN NIÑO QUE SU MAMA ESTA EN EL CIELO Y QUE NUNCA LA VOLVERA A VER
Silvia Quiroga
OJALA PUEDAN QUEDARSE CON EL NIÑO ELLOS SE ENAMORARON DE EL
Silvia Quiroga
DIOS MIO COMO PUEDE UN HOMBRE ABUSAR DE SU PEQUEÑO HIJO NO PUEDO CREER TANTA MALDAD
Silvia Quiroga
MUY BIEN ME GUSTA LA MANERA DE PENSAR EL NO PUDO MATAR A SU ABUSADORA PERO AHORA AYUDARA A NIÑOS QUE PASARON LO MISMO QUE EL
Silvia Quiroga
POBRE CRIATURA LO QUE DEBIO SUFRIR SOLO SIN TENER AYUDA DE NADIE
Silvia Quiroga
NO CREI QUE SE ATREVIERA A TANTO.BUENO PERO SI LE GUSTO ALLA ELLOS
Silvia Quiroga
NO CREO QUE VAYA ACEPTAR EL CUARTO ELLA TODAVIA TIENE RECUERDOS DE LO QUE LE HICIERON CUANDO LA RAPTARON
Silvia Quiroga
BUENO DANTE COMETIO UN ERROR AL DESCUBRIR EL ALTRATO QUE HACIA CON LAS MUJERES. EL TRATABA DE PROTEJER A SU CUÑADA SIN SABER EL SECRETO QUE EL GUARDABA
Silvia Quiroga
JAJA ME ENCANTO EL DETALLE DE LAS BRAGAS JUNTO A LAS VELAS
Silvia Quiroga
JAJA LOS CORTARON EN LO MEJOR. QUE INOPORTUNA SU MADRE
Silvia Quiroga
ME IMAGINO LAS CARAS DE LAS ANCIANAS JAJA
Silvia Quiroga
CREO QUE LOS DOS NECESITAN TRATAMIENTO SICOLOGICO PARA SUPERAR SUS TRAUMAS
Silvia Quiroga
ME GUSTA QUE SE SAQUEN TODO EL DOLOR. LASTIMA QUE LA MUJER SE ESTA MURIENDO Y PASARA RAPIDO AL OTRO MUNDO
Silvia Quiroga
LLEGO EN EL MOMENTO JUSTO OJALA NO DESCUBRAN EL SECRETO DE EL Y QUE SE DESAGA PRONTO DE ESE CUARTO DE TORTURA
Silvia Quiroga
ES UN DOLOR MUY GRANDE SUPERAR LA PERDIDA DE LOS PADRES NO SE COMO PODRAN SUPERARLO
Silvia Quiroga
QUE MAL MOMENTO POBRE DESPUES DE TANTA FELICIDAD
Silvia Quiroga
HAY POR DIOS NOS CORTASTE EN LA.PARTE MEJOR AUTORA ESO NO SE HACE
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play