Dilan era una muchacha que soñaba con terminar sus estudios, pero un día su mundo se vino abajo cuando se enteró de que sus padres tenían que pagar una deuda.
Dilan dejará todo sus sueños para poder salvar la vida de su hermano.
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capítulo 20 una discusión
Me he levantado muy temprano; quiero ver cómo saco mi nueva colección de joyas. Llamó a Keren.
Alo, amigo, cómo amaneciste.
No muy bien, tengo que hablar contigo; puedes venir a la mansión.
Claro, que sí, amigo, no piensas ir a la oficina.
No; hoy pienso trabajar desde aquí.
Bueno, entonces nos vemos dentro de una hora…
De acuerdo.
Salgo de mi cuarto y bajó las escaleras. Veo a mi abuela hablando con Alejandra.
Buenos días.
Buenos días. Nieto, cómo amaneciste.
Bien, abuela, voy a mi despacho.
Alexander, Podemos hablar porque me gustaría contarte algunas cosas que pienso hacer y me gustaría saber si me puedes acompañar.
Ahora no tengo tiempo. Alejandra, lo siento; para eso está mi abuela que te puede aconsejar; ahora si me disculpan voy al despacho.
No piensas desayunar, Nieto.
Que me lo lleven al despacho. Abuela
Como digas.
Vayamos a desayunar afuera, ¿te parece?
Claro que sí, abuela.
Abuela, tengo que decirte. Algo que sucedió anoche.
Te escucho, hija.
Anoche yo besé a Alexander. Y él estaba un poco tomado y aproveché esa oportunidad para poder atraerlo hacia mi. Creo que me deje llevar por el momento, abuela, y ahora no sé qué pensará Alexander de mí. No quiere hablar conmigo y tengo miedo de perderlo esta vez.
Déjame eso a mí, ya veremos cómo resuelvo. Tu estupidez; no vuelvas a actuar a la ligera.
Abuela, esa chica nos vio casi desnudos.
Pues estuvo muy mal que ella te viera con él. Puede causar problemas por eso y hasta puede pedir el divorcio por adulterio. Ya veremos cómo resolver este asunto.
Iré a ver qué hace esa niña. Ni crea que la voy a dejar tranquila como si ella fuera la señora de esta casa.
Dylan
Bajo las escaleras y voy hacia la cocina, y de repente escucho la voz de la señora Irmak.
A donde crees que vas.
Yo voy a la cocina, señora Irmak.
Me parece muy bien, ve a ayudar en la cocina, ese es tu lugar en esta casa…
Sí, señora, como usted diga.
Voy a la cocina y veo a María desayunando.
Senorita Dylan, ¿cómo amaneció? Permítame servirle.
Maria No es necesario que te levantes, yo puedo servirme, siéntate.
Me empiezo a servir un poco de lo que hay en la cocina y veo hacia fuera, y hay alguien muy solitario. ¿Quién será ella? Volteó y miró a María y le preguntó quién es ella.
Ella es la madre del joven Alexander.
Se ve muy triste esa señora…
Así es mi niña. Ella no ha vuelto a sonreír desde que su esposo murió.
Entiendo, no es para menos.
Iré a llevarle el desayuno al jardín.
Si quieres yo se lo puedo llevar.
Está bien, mi niña ve.
Me dirijo hacia el jardín y veo que la señora me mira con cara de asombro. Me acerco y le pongo el desayuno a la mesa y ella me sigue mirando. Le sonrío y ella me sonríe. Veo que es muy diferente a los demás.
Como esta señora, y ella empieza a hacerme señas con sus manos.
Yo empiezo a hablar su mismo lenguaje. Y le digo lo hermoso que está el día.
Ella me dice que a ella le encanta venir todas las mañanas a ver los pájaros y ver la naturaleza.
Yo le digo que a mí también me encanta mucho y sobre todo caminar en las mañanas.
Me gustaría que algún día caminemos juntas.
Claro que sí, señora, me gustaría.
Yo quería preguntarle algo a usted si no le molesta. Se trata de mi padre. Yo sé que lo acusan de haber matado a su esposo, pero yo conozco a mi padre y sé que él no lo hizo si usted me pudiera contar qué fue lo que sucedió.
Ella me hace señal de que no quiere hablar y se pone muy molesta.
Yo le digo que se calme y de repente me jalan del brazo y es Alexander. Él se acerca a mí y me dice qué crees que estás haciendo.
Yo solo quería conversar. Él me jala del brazo muy fuerte y me lleva adentro. Subimos las escaleras y veo como todos me miran. Llegamos a su habitación y me tira hacia a un lado. Y me mira con mucho odio.
No quiero que te acerques a mi madre y mucho menos que le hagas preguntas sobre la muerte de mi padre. Te quedo claro.
No entiendo por qué se puso así; yo solo quería saber. Tengo derecho a saber la verdad.
Y QUE VERDAD QUIERES SABER.
YO TE DIRE CUAL ES LA VERDAD.
QUE TU PADRE ES UN ASESINO.
Él se me acerca y me hace caminar hacia atrás y me golpeo con la pared. Y nos quedamos mirando. Yo no pienso demostrarle que le tengo miedo. No te tengo miedo.