Renace como un personaje de libro que odia... pero ella quiere cambiar su destino...
El mundo mágico también incluye las novelas
1) Cambiaré tu historia
2) Una nueva vida para Lilith
3) La identidad secreta del duque
4) Revancha de época
5) Una asistente de otra vida
6) Ariadne una reencarnada diferente
7) Ahora soy una maga sanadora
8) La duquesa odia los clichés
9) Freya, renacida para luchar
10) Volver a vivir
11) Reviví para salvarte
12) Mi Héroe Malvado
13) Hazel elige ser feliz
14) Negocios con el destino
15) Las memorias de Arely
16) La Legión de las sombras y el Reesplandor del Chi
17) Quiero el divorcio
18) Una princesa sin fronteras
19) La noche inolvidable de la marquesa
20) Ni villana, ni santa
21) Salvando a mi Ernesto
22) Cartas para una princesa
23) Ya te olvidé
24) Dulce Prisión
25)Secretos de una poción
26) La venganza de Leia
27) Recuerdos de mi futuro
28) Una esposa para el príncipe maldito.
** Todas novelas independientes **
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Ducado Aldridge
Durante la tarde, el sol bañaba los jardines del ducado Aldridge con una luz dorada.
Eleanor caminaba despacio junto a Roland, intentando mantener la compostura, aunque cada paso la hacía moverse con cierta rigidez.
Roland, observador como siempre, la miró con curiosidad.
Roland: Madrastra… ¿todavía le duele la espalda?
Eleanor sonrió, tratando de disimular el rubor que le subía al rostro.
Eleanor: Un poco, sí… pero fue la mejor noche de mi vida.
El niño la miró sin entender, con esa lógica inocente que solo los pequeños poseen.
Roland: ¿La mejor? ¿Aunque le duele? Eso no tiene sentido.
Ella rió, revolviéndole el cabello.
Eleanor: Cuando seas mayor, Roland, entenderás que algunas cosas pueden doler y ser hermosas al mismo tiempo.
El niño frunció el ceño, confundido, pero asintió con solemnidad, como si acabara de recibir una gran lección filosofica.
Más tarde, cuando el archiduque se encontraba revisando unos documentos.. Roland entró y se plantó frente a él, muy serio.
Roland: Padre, necesito hablar con usted.
Robin dejó la pluma, sorprendido.
Archiduque: ¿Qué sucede, hijo?
Roland: Es sobre la madrastra.. Está rara.. bueno siempre ha sido peculiar, pero ahora lo esta aun mas
Archiduque: ¿Rara cómo?
Roland: Dice que tuvo la mejor noche de su vida, pero camina como si hubiera peleado con un oso. No entiendo.
El archiduque se quedó quieto unos segundos.
Una sonrisa lenta se dibujó en su rostro, seguida de una mirada que mezclaba orgullo, ternura y un leve sonrojo.
Archiduque: Ya veo… Bueno, Roland, hay cosas que… las personas entienden mejor con el tiempo.
El niño lo observó, desconfiando.
Roland: ¿Entonces no peleó con un oso? ¿o quizas fue agredida por alguien de esta mansión? ¿quizas el ducado Aldridge no es tan bueno?
Robin soltó una leve risa.
Archiduque: No, hijo. No con un oso.. no hubo ataque.. de nadie..
Roland lo miró un momento más, luego asintió.
Roland: De acuerdo, padre. Pero igual debería descansar más, por si acaso.
El archiduque asintió con seriedad fingida, y cuando el niño salió de la biblioteca, no pudo evitar reír.
Aún con las mejillas encendidas, pensó que Eleanor lograba algo que nadie más había conseguido en años.. convertir su vida en una mezcla de caos, ternura y felicidad… y no habría querido que fuera de otro modo.
Durante los siguientes tres días, el ducado Aldridge pareció suspenderse en una calma dorada.
El clima era suave, el jardín florecía, y el aire estaba cargado de una tranquilidad que hacía olvidar las intrigas del reino.
Para todos, eran solo los días de descanso de los Cavendish…
Pero entre Robin y Eleanor, algo había cambiado.
Por las mañanas, se los veía pasear por los jardines.
Eleanor llevaba un libro en las manos, pero apenas leía.. Robin caminaba a su lado, escuchándola hablar sobre flores, sobre estrellas, sobre cualquier cosa que le hiciera reír.
A veces, sus manos se rozaban apenas, un gesto tan pequeño y tan secreto que solo ellos sabían lo que significaba..
En los pasillos, sus miradas se cruzaban fugazmente, llenas de promesas calladas.
Y cuando Roland estaba cerca, ambos se volvían maestros de la discreción..
Eleanor fingía estudiar las obras de arte del ducado, y Robin disimulaba observando el techo.
Pero bastaba un segundo a solas para que las mascaras cayeran, y todo se llenara de esa ternura que ya no podían ocultar.
Por las noches, cuando el castillo dormía, las luces del ala de invitados quedaban encendidas por más tiempo de lo habitual.
Nadie lo comentaba, pero los criados sonreían en silencio al pasar por el pasillo y escuchar murmullos suaves, risas contenidas y gemid0s..
Eleanor había descubierto un nuevo lado de Robin.. uno que sonreía sin miedo, que la tocaba con delicadeza, que la miraba como si todo el mundo desapareciera.
Y él, por su parte, habia hallado en ella una paz que nunca creyó posible.
Eran tres días robados al tiempo.
Tres dias donde el amor no necesitaba testigos.
Al amanecer, ella despertaba entre sus brazos, y durante unos minutos no eran archiduques, ni nobles, ni piezas de una historia escrita por el destino.
Solo dos personas que se habían encontrado contra toda probabilidad.
A veces Eleanor se reía en voz baja.
Eleanor: Si Roland me ve moverme con dolor sabra que algo pasa
Robin la abrazaba con ternura.
Archiduque: No lo hará. Es un niño listo, pero aún no entiende los secretos del corazón.
Y ella sonreía, recostando la cabeza en su pecho.
Eleanor: Entonces dejemos que siga sin entenderlos unos días más.
el viaje de regreso al archiducado fue largo, pero se sintio ligero, casi placentero.
el paisaje parecia acompañarlos, el sol suave sobre los campos y la brisa que entraba por las cortinas del carruaje.
eleanor iba apoyada en el hombro del archiduque, mirando el horizonte con una sonrisa pequeña.
robin la observaba de reojo, y aunque en su semblante aun reinaba la elegancia de siempre, en sus ojos habia algo nuevo.. complicidad.
Eleanor: no recordaba que los caminos fueran tan bellos..
Archiduque: tal vez no lo eran antes.. tal vez ahora usted los ve distintos.
eleanor sonrio.
Eleanor: entonces tendre que viajar mas seguido con usted, su excelencia, para comprobarlo.
el archiduque rio suavemente, y esa risa, que antes era rara y contenida, ahora brotaba con naturalidad.
fuera del carruaje, Roland iba montado en el carruaje de escolta con algunos magos del grupo, emocionado por contar todo lo que habia visto en Deira.
dentro, en cambio, el silencio era calido, lleno de palabras no dichas.
cuando el carruaje se detuvo para descansar cerca del rio, robin ayudo a eleanor a bajar.
ella rio cuando él la tomo de la mano mas tiempo del necesario.
Eleanor: ya puede soltarme, su excelencia. el terreno no parece tan peligroso.
Archiduque: prefiero prevenir..
se sentaron bajo un arbol, mirando el agua correr. por un momento, ninguno hablo.
fue ella quien rompio el silencio.
Eleanor: robin…
Archiduque: digame.
Eleanor: cree que debemos ocultar esto mucho tiempo mas?
el archiduque respiro hondo antes de responder.
Archiduque: no es miedo lo que me hace decir que si. es precaucion. el rey aun vigila. hay ojos en todas partes, incluso en nuestros aliados..
Eleanor: lo sé..
Archiduque: si el rey descubre que estamos bien como matrimonio puede que dude de las piedras o que busque otras formas de hacer daño al ducado..
Eleanor: entiendo..
luego lo miro de reojo, con picardia..
Eleanor: pero eso no significa que no podamos disfrutar de nuestro secreto.
robin sonrio, casi con ternura.
Archiduque: usted convierte cada conspiracion en algo romantico, eleanor.
Eleanor: entonces la mia sera la conspiracion mas dulce de todas.
el archiduque rio bajito, y ella apoyo su cabeza en su hombro.
allí, bajo aquel cielo de atardecer, se prometieron en silencio seguir fingiendo, al menos por un tiempo mas.
pero el roce de sus manos y las miradas compartidas decian lo contrario.. ya no podrian ocultar lo que sentian por mucho.
esa noche, cuando acamparon, los magos prepararon una fogata. roland contaba una hazaña del príncipe Jahir de Deira quien era un valiente guerrero.. mientras eleanor lo escuchaba, riendo a ratos.
robin la miraba desde el otro lado del fuego, y cuando sus ojos se cruzaron, ella le dedico una de esas sonrisas que parecian prometer eternidad.
y aunque estaban rodeados de su gente, el archiduque supo, sin decirlo, que aquel viaje marcaria el comienzo de algo irreversible..
un amor que ya no pertenecia al secreto, sino al destino.
Robin y Eleanor ya no tendrán que esconder lo que sienten y pronto llegarán las bendiciones 😏🤭
Ese rey cómo le gusta fastidiar a Robin 🤬🤬
A Robin se le reinició el Windows y por fin hablo como debió ser desde un principio y dejar culpas, silencios, orgullos tontos /Right Bah!/