LEGENDARIA

CAPÍTULO 21

— ¡Benjamín! - Murmuró Diana con la voz temblorosa, se había imaginado muchos escenarios ante un posible encuentro con Benjamín; sin embargo, ahora que lo tenía ante sus ojos, su cuerpo entero había temblado y algo en su interior había palpitado y con más razón al observar que la mirada oscura del hombre tenía brillos de decepción.

— ¿Qué significa esto, Diana? - Su voz era áspera, prácticamente la atmósfera se había vuelto tensa, el Coronel podría aniquilar a la mujer con una sola mirada.

— No ha pasado absolutamente nada - Fue la respuesta dada por la mujer - Todo ha cambiado - Diana se apartó del hombre y quizás para la mínima decepción de la mujer, el Coronel no había hecho absolutamente nada para impedir que tomará aquellos centímetros que los separaba y entonces su profunda mirada se posó en la argolla de matrimonio que reposaba en el dedo de Diana, recordando claramente que era el mismo anillo que posaba la mujer en su dedo la noche anterior.

— ¿Estás casada? - Su voz era pavoroso y una pequeña sonrisa encantadora, pero diabólica había tirado de sus labios - Tu silencio me confirma absolutamente todo Diana.

— No tengo la obligación de aclararte absolutamente nada - Diana había reaccionado marcando la distancia que definitivamente deben de tener.

— Pues perfecto, a mí no me rindas cuentas, pero vas a hacerlo a los Tribunales del Ejército - Benjamín había utilizado su voz de mando Militar ante Diana - Porque déjame recordarte que estábamos en una misión justamente de tu rescate aquel día en que te dieron por desaparecida.

— Basta estamos en otra Región no necesito que hagas absolutamente nada por mí déjalo así, y la verdad me siento mejor lejos de ti y todo lo que implica estar cerca de ti y ahora me doy cuenta de que contigo más allá del sexo porque déjame aclararte que en la cama eres salvaje, un perfecto amante, pero más allá no te veo como padre, como esposo, como un sostén en las malas más bien te veo como un inconveniente más, nunca quisiste ir más allá conmigo a ti te bastaba con que yo te abriera las piernas - Diana lo había mirado directamente a los ojos mientras expresaba aquellas palabras - y ahora entiendo que me merezco mucho más que eso y más allá de tus medallas de tu rango, como persona creo que eres una mierda y yo también soy igual que tú, he cometido errores Benjamín, pero ha llegado el momento de madurar y de cerrar ciclos contigo.

— ¿Eso quieres? - El Coronel había levantado una de las cejas una tormenta destructiva se veía en sus ojos.

— No es lo que yo quiero es como va a ser - La morena tenía una mirada fulminante - No te quiero en mi vida, no te quiero para amante, no te quiero porque solo me traerás problemas y yo no quiero más problemas quiero estabilidad emocional porque no todo es sexo y si estoy casada, ahora ve a hablar con tu almohada y deja de pensar en solo enredarte en las sabanas con cualquiera, pero conociéndote te pasarás mis palabras por donde sabemos y te repito Benjamín así no eres apto para ser esposo, padre y un compañero para toda la vida, además tú y yo nunca fuimos nada excepto sexo, pero ahora ni siquiera seremos eso, caminos diferentes, destinos totalmente diferentes se acabó.

— Tienes razón Diana Santos, tú y yo solamente tendremos la misión de tu desaparición en común, porque no dejaré aquel asunto por el olvido - Benjamín se había alejado sin más la actuación del Coronel, quizás tomó por sorpresa a Diana, en el fondo ella sabía que aquella no era la manera de actuar con la que ella está familiarizada con Benjamín, pero también ahora que lo piensa no tiene nada que ver con ella.

Ante los ojos de Diana la espalda del Coronel iba desapareciendo, unos segundos después la morena también había tomado su camino dirigiéndose a su vehículo, dos vehículos tomaban rumbos diferentes como sus vidas desde este momento.

Diana había llegado hasta su Villa, lo primero que había hecho al llegar fue tirar las sandalias y tirarse al sofá dejando escapar un suspiro.

— Esto es lo correcto esto es lo que merezco, aquello que conocemos como Paz aunque sea la esposa de un Mafioso y quizás aquella palabra sea lo opuesto a la Vida de Arnaldo, pero es lo que estoy sintiendo en este preciso momento y en definitiva esto es lo único que necesito, los sucesos del pasado, las lágrimas y las decepciones me han puesto aquí y esta vez voy por lo que a mí me hace feliz por aquello que yo quiero y no son Benjamín y Martín, tampoco lo es Arnaldo, la única que puede hacerme feliz y darme Paz soy yo misma, yo tengo el poder de cortar con aquello que me hace mal y si vuelvo a equivocarme tendré la madurez necesaria de reconocerlo a tiempo, la traiciones, las decepciones te cambian y es por eso que estoy aquí - fueron las palabras susurradas por Diana mientras volvía a ponerse de pie sirviéndose una copa de Licor.

La camioneta 4×4 del Coronel se había introducido en el territorio de la Base Militar, su aura poderosa y peligrosa ya inundaba el sitio, sus pasos dejan en claro que podría aplastar a cualquier enemigo.

— Quiero la información del Condominio del Líder de la Mafia Americana - Expuso el Coronel mientras Martín lo miraba un poco sorprendido.

— ¿Para qué lo quieres? Te recuerdo qué.

— No me recuerdes nada imbécil es para saber más del marido de tu dulce Diana - Martín había tragado saliva al escuchar lo expresado por Benjamín; sin embargo, no se había animado a cuestionar las palabras del hombre, aunque su cabeza estuviera envuelto en un Lío imposible de desenredar, pero de inmediato había obedecido las órdenes de Benjamín Walton y en cuestión de 30 segundos Martín tenía la información requerida.

— Arnaldo Benzema es líder absoluto del Tráfico de armas ilegales, sus armas son adquiridas por grupos armados, la potencia que se cargan son capaces de destruir toda una base, él mismo los los arma, él mismo los pone a prueba, tiene un hermano Gemelo, pero aquel no tiene nada que ver con el hermano criminal.- Informó Martín - Arnaldo estaba por Londres cuándo ocurrió el accidente en la Misión que involucra a su padre y a Diana, el hombre es bastante poderoso y efectivamente está casado lo hizo hace algunos meses, pero los datos de la esposa están nulas.

— Muy bien, está casado con Diana Santos — Expresó Benjamín - Diana Santos está con vida y está casada con el Mafioso que vamos a Cazar.

— No está en nuestro itinerario irrumpir las actividades Militares de otros grupos - Le recordó Martín.

— A mí nadie me dice que no - Fue la respuesta de Benjamín.

— Puedes lastimar a Diana - El hombre estaba por continuar, pero Benjamín lo detuvo de manera rápida.

— No me importa, es más, ella estaba con vida y no tuvo las agallas de enfrentarse a nosotros y de brindarnos explicaciones porque te recuerdo que estábamos en una Misión, estábamos persiguiendo a una basura que abusaba de mujeres y que incluso las mataban es un trabajo de mi ejército, y efectivamente aquella Misión y el caso vuelven a reabrirse porque la víctima está con vida y para suerte del Ejército está casada con el Líder que da competencia a nuestras armas.

— ¿Qué piensas hacer? - Pregunto Martín.

— Eliminar la Red de Tráfico de armas de Arnaldo Benzema - expresó Benjamín con una sonrisa.

— ¿Por celos? - Martín también estaba fastidiando al Coronel.

— No, matar y defender a la Patria de personas que actúan en la Mafia es uno de mis Legados y Diana es la Dama, por ende también la cabeza de la Dama tiene un costo y si la tengo que matar, pues lo hago - Sentenció Benjamín Walton - La Dama de la Mafia es la enemiga de la Patria por ende también es enemiga mía.