*Amor sin edad * es una novela romántica con toques de comedia, que narra la historia de Juliana, una joven soñadora que se enamora de Francisco, el mejor amigo de su padre. A través de situaciones cómicas y agridulces, Juliana enfrenta la realidad de un amor aparentemente imposible, marcado por la diferencia de edad. Francisco, un hombre encantador y seguro de sí mismo, se ve atrapado en un dilema emocional cuando empieza a notar los sentimientos de Juliana.
La historia también introduce a Nicolás, un amigo cercano de Juliana, quien confiesa su amor por ella, creando un triángulo amoroso lleno de humor, malentendidos y momentos tiernos. A lo largo de la novela, los personajes reflexionan sobre el amor, el destino y las decisiones que nos llevan a encontrar la felicidad, todo envuelto en un tono ligero y entretenido.
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Capítulo 12: Nicolás se Declara
Juliana estaba en su habitación, sumida en un mar de pensamientos. La tarde anterior había sido un torbellino emocional después de la conversación con Francisco en el parque. Mientras sopesaba lo que había hablado con él, la puerta de su habitación se abrió sin previo aviso y Nicolás entró, llevando consigo una expresión decidida.
—Juliana, ¿puedo hablar contigo un momento? —preguntó Nicolás, su tono grave pero amable.
Juliana lo miró, sorprendida por su repentina aparición, pero asintió, señalándole un lugar en su cama donde sentarse.
—Claro, Nicolás. ¿Qué pasa?
Nicolás se sentó al borde de la cama, claramente nervioso, pero con una determinación que Juliana nunca antes había visto en él. Tomó un profundo respiro y comenzó.
—Juliana, durante mucho tiempo, he querido decirte algo que he estado guardando en mi corazón. No sé si esto cambiará las cosas entre nosotros, pero siento que es el momento de ser honesto contigo.
Juliana lo miró con curiosidad, sintiendo un pequeño nudo en el estómago. Nicolás continuó, su voz temblando ligeramente pero llena de sinceridad.
—Desde hace un tiempo, he empezado a darme cuenta de que lo que siento por ti va más allá de una simple amistad. Me he dado cuenta de que te quiero. No solo como amiga, sino como alguien a quien deseo estar a tu lado de una manera más profunda. Estoy enamorado de ti, Juliana.
Las palabras de Nicolás dejaron a Juliana sin aliento. Se quedó allí, sin poder moverse, mientras su mente trataba de procesar la declaración. Aunque había sentido una conexión especial con Nicolás, nunca había considerado que sus sentimientos fueran tan intensos. Nicolás, al ver la expresión de asombro en su rostro, se inclinó hacia adelante, como si temiera que sus palabras pudieran alejarla.
—Sé que esto es inesperado —dijo Nicolás—, y entiendo si no sientes lo mismo. Solo quería ser sincero contigo.
Juliana trató de encontrar las palabras adecuadas, su mente girando entre el impacto de la confesión de Nicolás y los sentimientos no resueltos que aún tenía por Francisco. Finalmente, logró articular una respuesta.
—Nicolás, no sé qué decir. Eres una persona increíble y me haces sentir muy bien cuando estoy contigo. La verdad es que me has demostrado ser alguien en quien puedo confiar y con quien disfruto pasar el tiempo. Pero, en este momento, estoy lidiando con algo más complicado.
Nicolás asintió, su rostro reflejando una mezcla de esperanza y resignación.
—Lo entiendo, Juliana. No quiero presionarte. Solo quería que supieras lo que siento. No quiero que esto interfiera con nuestra amistad si no es lo que deseas.
Juliana se sintió abrumada. Nicolás había sido una presencia constante y positiva en su vida, y ahora estaba enfrentando una encrucijada emocional. A pesar de la sinceridad y el cariño que sentía por él, los sentimientos por Francisco seguían persistiendo, y la idea de estar con Nicolás no dejaba de estar teñida por esa incertidumbre.
—Gracias por ser tan honesto —dijo Juliana—. Te aprecio mucho, Nicolás, y lo último que quiero es que esto afecte nuestra amistad. En este momento, necesito tiempo para entender mis propios sentimientos.
Nicolás asintió, su expresión suavizándose.
—Tómate el tiempo que necesites, Juliana. Estoy aquí para ti, independientemente de lo que decidas.
**Reflexión Personal**
Juliana se quedó sola en su habitación después de que Nicolás se fue, sintiendo un torbellino de emociones. Sabía que Nicolás había abierto su corazón, y eso la había puesto en una posición difícil. Mientras trataba de ordenar sus pensamientos, su mente volvía a Francisco. La complicación era que, a pesar de los sentimientos intensos de Nicolás, Juliana no podía ignorar la conexión que tenía con Francisco.
Mientras se preparaba para acostarse esa noche, Juliana no podía evitar preguntarse si estaba siendo injusta con Nicolás. Él había estado allí para ella en los momentos más importantes, y ahora que él había mostrado su amor, ella se sentía atrapada entre lo que era seguro y lo que era incierto.
**Encuentro con Francisco**
A la mañana siguiente, Juliana decidió que necesitaba una conversación con Francisco. Aunque sabía que esto podría ser complicado, no podía dejar de sentir que necesitaba aclarar sus sentimientos antes de tomar una decisión con Nicolás.
Se encontró con Francisco en el parque, el lugar donde muchas de sus interacciones más significativas habían tenido lugar. Francisco estaba sentado en un banco, mirando al horizonte con una expresión pensativa. Juliana se acercó, sintiendo una mezcla de nervios y determinación.
—Hola, Francisco —dijo Juliana, sentándose a su lado—. Necesitamos hablar.
Francisco la miró, notando el tono serio en su voz.
—Claro, Juliana. ¿Qué sucede?
Juliana tomó un profundo respiro y comenzó a hablar con sinceridad.
—He estado pensando mucho últimamente sobre lo que siento y sobre lo que pasó en la fiesta. Nicolás me confesó sus sentimientos, y eso me ha puesto en una situación difícil. Necesito saber dónde estoy contigo antes de tomar decisiones importantes.
Francisco la miró, su expresión cambiando de curiosidad a preocupación.
—¿Y qué sientes tú? —preguntó Francisco.
Juliana vaciló por un momento, eligiendo sus palabras con cuidado.
—No estoy segura de lo que siento exactamente. Los sentimientos por ti son complicados. A veces siento que hay una conexión entre nosotros, pero la diferencia de edad me ha hecho cuestionar todo. Ahora, con la confesión de Nicolás, me siento aún más confundida.
Francisco se quedó en silencio, procesando lo que Juliana había dicho. Finalmente, habló con una mezcla de honestidad y empatía.
—Juliana, lo que siento por ti es real, pero también entiendo la complejidad de nuestra situación. Si necesitas tiempo para aclarar tus sentimientos, yo lo entiendo. Quiero que tomes el tiempo que necesites para decidir qué es lo mejor para ti.
**Conclusión del Capítulo**
Juliana se sintió aliviada al escuchar la comprensión en la voz de Francisco. Aunque aún estaba lidiando con una montaña rusa de emociones, sentía que había dado un paso importante al ser honesta con él y con ella misma. La conversación con Francisco había sido un momento de claridad en medio de la confusión.
A medida que se despidió de Francisco y se dirigió de regreso a su casa, Juliana sabía que tenía mucho en lo que pensar. La situación con Nicolás y Francisco le había enseñado que el amor y los sentimientos no siempre eran simples ni fáciles de manejar. A veces, la verdad más profunda estaba en la introspección y en el tiempo que uno se daba para entender lo que realmente quería.
Mientras se preparaba para enfrentar el próximo capítulo de su vida, Juliana se dio cuenta de que, a pesar de las dificultades, había una belleza en la búsqueda del verdadero amor y en la honestidad consigo misma. La vida, con todas sus complejidades, ofrecía la oportunidad de crecer y aprender, y Juliana estaba lista para enfrentar lo que viniera con valentía y esperanza.
Cada autor tiene el derecho de contar la historia que desea, y la ausencia de contenido sexual no desmerece la obra. Es esencial respetar el trabajo ajeno, especialmente si una novela no se ajusta a los gustos personales. Criticar sin comprender la intención detrás de una obra suele provenir de quienes no han experimentado el reto de escribir. La literatura es un arte en todas sus formas, y cada historia tiene su lugar y propósito.