Eiden Black es un hombre inteligente, perteneciente a una de las familia más poderosas de la mafia, pero lo que nadie sabe es que está obsesionado con la mujer de sus sueños que por cuatro años a despertando en él un deseo insaciable por ella, por hacer la suya, por encontrarla y jamás dejarla ir, pero lo que él no sabe es que esa mujer sí existe y es su primer amor.
¿Pero qué pasará cuando ellos se encuentre y la tenga ante él?...
¿Podrá recuperar sus recuerdos por ella?.
¿Podrá controlar ese Deseo insaciable por ella. ?
¿Qué pasará cuando descubre la verdad donde ella estuvo estos 4 años?...
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CAP 14 Payasos
Mila se encontraba presa del miedo solo pedía ayuda como si algo la lastimara mientras subía y bajaba su pecho y se quebraba su voz por la falta de respiración todo estaba oscuro solo la lluvia y los relámpagos alumbraban al lugar a través de la ventana. Eiden por ese instante se encontraba perdido instintivamente corrio hacia ella. Aunque al principio no sabía lo que sucedía recordó esas palabras que ella había dicho que él no había entendido a qué se refería cuando ella lo dijo.
Mila: Solo espero que no se vaya la luz.— Él entendió que ella se refirió a eso, porque le tiene miedo a la oscuridad. Al ocurrir un fuerte apagón ella entró en crisis.
Eiden: ¡MILA MÍRAME !. Tú no estás sola. Ella por instinto se aferra a él, como si fuera una niña pequeña asustada podía sentir como su cuerpo temblaba su voz entrecortada y su cuerpo sé sentía tenso.
—Ayuda saquéme de aquí ...No quiero estar aquí. ¡Por favor !— Era lo que ella repetía. Mientras en su mente pasan las imágenes de lo que había causado su trauma a la oscuridad.
Eiden trata de mantenerse tranquilo para poderla sacar de su estado y la única forma es hacerle saber que no estás sola y que nadie le hará daño, Eiden saca su celular del bolsillo encendiendo la linterna para que ella sienta la luz.
Eiden:¡ Tranquila Mila!. No dejaré que nadie te haga daño. ¡MÍRAME ! — Haciendo que ella se separé un poco de él y pueda ver la luz que venía del móvil sus ojos estaban llenos de lágrimas su pecho, subí y bajaba a un acelerado, su rostro estaba llena de miedo. El no entendía que le pudo haber pasado a ella para qué siente tanto miedo a la oscuridad deseada poder borrar todo ese miedo de lo que le haya pasado. Pero en ese instante la luz vuelve... Ellos solo sé mira aún estaban tan cerca que Eiden tenía su mano en su espalda y la otra secaba sus lágrimas, pero al volver la luz ella lo aleja bruscamente, como si no quisiera que la viera en ese estado para levantarse correr hacia el baño y ella jamás había permitido que alguien la viera de esa manera y mucho menos vulnerable.
Solo entro al baño y empezando a llorar, pues esas imágenes habían vuelto, solo se da una ducha. Aunque hacía frío, pero quería tratar de relajar su mente y olvidar todo para poder calmarse, manteniendo su mente ocupada repasando en su mente todos los objetos del mismo color que veía en el baño y así poder salir de ese estado. Mientras Eiden se encontraba afuera caminando de un lado para otro se coloca su suéter, preocupado por ella las imágenes de su rostro lleno de miedo abundaban en su mente, pero la mirada que le dio cuando lo empujó se repetía una y otra vez con más intrigas que antes, pero con ganas de abrazarla y hacerla sentir que no estás sola. Él sé sienta en la cama, sin dejar de ver la puerta del baño, un poco impaciente y desesperado de no saber si tocarle la puerta para ver cómo está, se sentía mal por ella después de un tiempo... Mila sale secando su cabello con la toalla sus ojos rojos eran la evidencia de que había llorado, pero él sabía que ella no quería hablar sobre eso así que solo la seguía con la mirada. Mientras ella trataba de evitar el contacto visual con él. Mila se sentía avergonzada de que él la hubieran visto en ese estado.
Ella se acerca un poco a él, sin pronunciar palabras, para sacar la colchoneta que yacía bajo su cama. Pero él en un solo movimiento la toma por la mano y la lleva hacia él quedando ambos acostados en la cama y muy cerca del uno al otro, Mila trata de alejarlo, Pero el usa sus piernas para aplicarle una llave. Así ella no puede moverse, ni levantarse.
Mila: ¡Suelta imbécil¡ ¡o te juro que te arrepentirás!. - Enojada forcejeando, pero no puede liberarse de él.
Eiden: Sonríe de verla luchando, para liberarse de él.
—Solo cálmate, podemos compartir la cama el piso hace más frío y está lloviendo. Si no, no te soltaré. — Mila suspira al ver que no logra nada, Pero no puedo golperlo porque lastimaria sus heridas.
Mila: De acuerdo, Pero aléjate de mí. Tu en tu puesto y yo en el mío. — pues quedan pegados por qué la cama de Mila no era muy grande.
Eiden la suelta y ella le da la espalda, mientras él queda observando el techo, con la luz prendida, solo se escucha el leve sonido del sereno y el ambiente un poco frío, con algunos relámpagos de vez en cuando.
Ambos se encuentran en silencio. Pero la voz de Eiden rompe el silencio incómodo de ambos, él quiere que ella sé sintiera cómoda con él, era algo que el le nacía, más olor a coco de su cabello lo volvía loco, y la cercanía de sus cuerpos para ambos sentía como una corriente que recorría todo su ser, más ellos sentía sus rostros calientes.
Eiden: No te avergüence de lo que.pasó, es normal sentir miedo— Ella solo escucha sin cambiar su posición.
— Yo le tenía miedo a los payasos cuando pequeño— agrega el mirando el techo, Pero ella le genera curiosidad y se voltea para verlo.
Mila: ¿payasos?- incredula
Eiden: Si— sonríe al conseguir su atención
— Un día antes que cumpliera seis años, mis padres y mis tíos, organizaron una noche de películas. Pero yo quería ver y mi madre Karol, me dijo que no era para niños y luego veríamos una con mis hermanitos y mis primos. Pero yo fingí dormir, para ir a ver a escondidas, mi padre es intimidante, pero era gracioso verlo acurrucado en el pecho de mi madre, parecía un niño, Pero me concentré en la película y era de un payaso que devora niños. Esa noche pasé soñando con esas imágenes, pero el día siguiente era mi fiesta de cumple con muchos invitados, pero para mi sorpresa mi fiesta está llena de payasos de cartón y globos de colores, me asusté tanto que casi me orino en mi uniforme, recordé la película y la sangre, pero no podía decirles que había visto la película a escondidas..
Mila :¿Y que pasó ? —Expectante.
Eiden: Mientras me cambia de ropa, me convencí a mismo qué era solo muñecos de cartón, me llene de valor y baje totalmente en blanco del miedo. — Mila se ríe y él se voltea para verla quedando frente a frente y terminar de contar su historia.
—Trate relajarme, pero antes de que me cantaran el feliz cumpleaños, llegaron tres payasos con muchos globos casi me da un infarto, casi me voy con san Pedro y lo saludo —Mila solo reía mientras el queda maravillado por su sonrisa y ver sus dientes de conejos.
—Yo solo, miraba a tres monstruos con caras siniestras y dientes afilado para devorar niños, empecé a gritar salí corriendo a mi habitación, mientras mis padres sortean a los invitados, para saber lo que me había pasado. Llegué a mi habitación y me encerré con llave... Pero me acordé de mis hermanitos ... ¿Qué pasaría si se los comen? ... Entonces tomé valor, tomé un bate que mi padre me compró en navidad y baje las escaleras, hasta ver a mis padres, solo corrí hacía los payasos... Hasta que ellos empezaron a correr, mientras yo corría tras de ellos con el bate en la mano— (sonríe)
Hasta que uno se enredó con sus enormes zapatos, dio vueltas en el suelo y lo cogí con el bate y empecé a golpearlo, todo se reía porque pensaba que estaba jugando con ellos... Yo estaba furioso. Les gritaba:
" MUERAN PAYASOS, COME NIÑOS".
Mi padre me cargo furioso separándome del payaso y me lanzo al sofá, mientras mi madre no deja de reírse... Me castigaron por verla la película y golpear al payaso, ahora odio a los payasos no los quiero ni ver, ni en pintura.
Mila: se ríe — pensándolo bien... Son tenebroso y su maquillaje es siniestro, pero me imagino al pobre payaso - sonríe.
Eiden: Él sonríe— Eres hermosa cuando ríes— Ella solo mira al techo, para disimular su sonrisa y sus mejillas rojas ... ambos quedaron observando al techo, Mila se voltea de nuevo hacia él.
Mila: No le temo en sí a la oscuridad, si lo sé dé antemano estaré bien, solo cuando pasa de repente, algo que no puedo controlar. Al no ver nada de repente, siento miedo y ganas de huir.—...
felicitaciones