Katerin es una pediatra respetada, siempre impecable y dedicada. Sin embargo, detrás de su fachada correcta, guarda un secreto que su familia desconoce. No es tan santa como parece.
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CAPITULO 12
CASA JOHNSON
ALEXANDER
Ver su cara de sorpresa transformarse en deseo puro es el mayor regalo al llegar a su casa. Poder sentir su aroma y tocar su piel ha avivado el fuego que me consume y me hace querer hacerla mía en cualquier lugar.
Se ve hermosa, ese vestido deja poco a la imaginación... no se si molestarme porque todos estos idiotas tienen el ojo sobre ella, incluido mi hermano... o sentirme complacido de que soy yo quien disfruté de ese hermoso cuerpo anoche...Acariciarla se ha vuelto mi vicio, su piel tersa, el sonrojo de sus mejillas, sus suspiros ahogados me están enloqueciendo...Tanto que el amigo en mi pantalón esta listo para la acción, quiere salir hacerla suya.. ahora mismo, la tiraría sobre la mesa del comedor y le haría el amor hasta saciarme... no puedo evitar sonreir, la deseo, en este mismo instante...
-lo recuerdas Alexander?- mi mano sale rápidamente de su ropa interior. Recordar que? De que carajos habla ahora?-siempre fuimos buenos amigos con Charles. Bueno aunque tu eras un pequeño en ése entonces..
-Hmp- le respondo. Hablar no es lo que quiero hacer ahora. Katherin clava sus ojos verdes en mi, me mira tiernamente. Dios!! me estoy perdiendo en esta mujer... siento mi alma desnuda ante ella.. me gusta y mucho. No me importa nada mas. La quiero solo para mi. Quiero que seas mia... solo mia. Me sonríe y yo le guiño un ojo... ella es simplemente perfecta.
Sin previo aviso se levanta de la mesa, dejando a todos sorprendidos, incluyéndome.
-Les pido un permiso debo retirarme ya - se va? algo no esta bien.. se despide de su padre evitando mirarme... La tal Mara le reclama pero ella no responde, simplemente continúa su camino sin mirar atrás. Qué pasa? Katherin eres tan difícil de descifrar. No puedo dejar que se marche sin hablar con ella. Divago un poco sobre que hacer, debo apresurarme o no tendré tiempo de detenerla.
-Tengo un compromiso pendiente. Permiso- termino diciendo sin dar mucha explicación y evitando los reclamos de mi madre. Si sospechan o no, realmente me tiene sin cuidado. Me apresuro hacia el garaje, es obvio que se irá en su auto... Ahí está aún.. parece que llegué a tiempo y que no esperaba verme, pues me mira sorprendida.
-Hay espacio para uno más?-pregunto coquetamente. Ella vacila un poco para después asentir con la cabeza y sonreírme...subo al asiento de adelante a su lado.
No pronuncia palabra solo conduce en completo silencio y a gran velocidad en una dirección desconocida para mí... quisiera entrar en esa cabezita hermosa y saber lo que piensa.
-Dejaste a tu madre tirada?- me pregunta rompiendo al fin el silencio
-Lo superará- respondo- además Thomas está con ella- eso me hace sentir mas tranquilo.
-Tienes mi puto mundo al revés Alexander- esa frase queda flotando en el aire.. no contesto a eso, pero me tranquiliza saber que no soy el único que se siente así-No puedo permitirlo- dice firmemente... eso no lo esperaba
-Por qué?- pregunto. Realmente quisiera entender
-Tengo una vida diferente-dice mirándome unos segundos para devolver su vista a la carretera- No hay espacio en mi vida para algo más que simples encuentros efímeros-Miente y lo sé. Sonrío y acaricio su pierna suavemente, ella se eriza por completo- A eso me refiero me tienes echa un 8... no puedo permitirte hacerlo.
Detiene el vehículo al parecer hemos llegado a nuestro destino. Baja del auto y yo hago lo mismo. Un gran edificio delante de nosotros.
-Estamos afuera de mi apartamento- me habla mientras sus ojos brillan. Es hermosa- Si te dejo entrar ya no habrá marcha atrás.-me acerco y la rodeo con mis brazos.
-Déjate llevar Katherin... No tengas miedo-le susurro al oído, mientras aprieto más mi agarre
-No tengo mas opción... carezco de fuerzas para detenerte Alexander... caeré a tus pies y no podre hacer nada para evitarlo-suspira, y yo la tomo del mentón para besarla tiernamente.
No eres la única que carece de fuerzas para alejarse... yo caí rendido a tus pies desde el primer día en tu consultorio...y no logré evitarlo... no quise evitarlo...