Después de un accidente de auto, quedé en sillas de ruedas, mi novia habia fallecido. Pasé años en depresión, hasta que un día, cuando mi hermana Antonella y yo salimos a la plaza y la vía ella, una chica sentada en una de las banquetas que estaba junto a la estatua del general.
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RESURGIR COMO EL AVE FÉNIX
YARA CORTÉZ
Ver caminar a Adrián me llena de alegría.
Adriana estaba dormida en su cuna que estaba en la sala, mientras horneaba un pastel.
Adrián se acercó y me abrazó desde la espalda, suspirando en mi cuello.
— Quiero invitarte formalmente al teatro— me mostró dos tickets.
— Adriana es muy pequeña para ir a un teatro.
— María viaja este viernes a Suiza. Así que, podríamos tener una cita romántica, nuestra primera cita como amantes, quiero caminar contigo tomado de las manos, bajo el cielo estrellado.
Me giré a su pecho.
— Está bien, si María acepta cuidarla, yo no me niego.
Puse mis brazos alrededor de su cuello y me puse sobre las puntas de mis dedos, para alcanzar su boca. Le di un beso húmedo y con pasión. Él me subió al pantry y me quitó mi camisa.
Me sonrió tan descaradamente y empezó aquel juego sensual en la cocina. Recordé que alguna vez él dijo, que sus deseos eran hacerme el amor en la cocina, en el baño, en la sala en fin, en cualquier lugar. Hicimos el amor en la cocina.
Él era todo mi complemento. El sexo es mucho mejor ahora, aunque no me quejo de mis inicios con él
— Te amo— lo decía mientras suspiraba— cásate conmigo. Quiero que seas mi esposa, la dueña de mis vidas.
Lo abracé.
— Pensé que jamás escucharía esas palabras de tu boca. Claro que acepto. Si quiero ser tu esposa.— Lo besé por toda la cara.
— Yo te prometí que cuando caminara tú ibas a ser mi esposa y que quería tener mi familia. Solo que Adriana se adelantó en los planes y formamos la familia primero, ahora solo queda casarnos. El orden de los factores no altera el producto.
— Propiedad Conmutativa — me puse a reír.
— Pensar que el amor de mi vida la encontraría vendiendo bufandas en la plaza del general.
— Vendí mis diseños muy baratos, ahora ya no será así.
El tiempo pasó rápido y a las puertas de la esquina tenía la presentación de mis prendas que había registrado bajo la marca Adri JC .
El gran día llegó, maquillista preparaban a las modelos (para ser exactas eran 4 chicas de distintas tallas) y a Adrián.
La boutique empezaba a llenarse de gente, en primera fila, los padres de Adrián, al final la madre de Adrián me aceptó y el tema de Mía jamás se volvió a mencionar. Acepté las disculpas de ella, si quería ser parte de esta familia, tenía que empezar perdonando, junto a ellos Antonella que cargaba a Adriana.
Di mis primeras palabras de apertura, tenía un montón de nervios, juro que mis piernas temblaban de emoción.
— Quiero empezar está noche con una frase de Alexander Wang " Cualquier persona puede vestirse para ser elegante, pero es la forma en la que se visten en sus días libres lo que es más interesante”.
Bienvenidas y bienvenidos a mi primera presentación de la colección, "Resurgir como el Ave Fénix".
La moda es una forma de expresión y en este desfile, mostraremos cómo nuestros diseños reflejan la diversidad y la belleza de todas las personas.
También quiero destacar mi compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad social en la industria de la moda.
Esperamos que disfruten del espectáculo y gracias por su presencia."
Bajé del escenario y las modelos empezaron a desfilar. Tomé un lugar en primera fila.
Mi corazón se sobresaltó cuando salió Adrián, él es perfecto, se veía extremadamente guapo, verlo desfilar me excitó. Totalmente, nació para ser modelo. Me sentía orgullosa de él.
Los padres de él, lloraron de la emoción. Antonella tenía una sonrisa en sus labios y muchas lágrimas en su rostro.
Creo que ellos también habían perdido la ilusión de ver a Adrián modelando otra vez.
María me pasó un ramo de rosas.
—Ve a entregárselo— le sonreí.
Me levanté de la silla y subí al escenario con una sonrisa que no alcanzaba en mis labios. Le entregué el ramo de rosas a Adrián. Agradecí al público tocando mi corazón y sonriendo.
El desfile terminó.
Abracé a Adrián detrás del telón y le susurré en el oído.
— Te ves caliente mi sexi modelo. Me has calentado— terminé dándole una mirada perversa, mordiendo mi labio inferior.
Él tomó mi mano y me jaló a la oficina de la boutique que era más bien, un cuarto de costura donde mis ideas fluían.
Puso seguro.
— Me van a buscar soy la anfitriona.
— No me importa, no estaremos mucho tiempo aquí.
Empezó a besarme con mucha pasión. Él es muy pasional. Subió mi vestido y empezó a hacer lo que sabe hacer con excelencia. Diez minutos después salimos del cuarto de costura, todos sudados.
— Se me corrió el maquillaje, me voy a retocar con la maquillista.
— Ok. Voy con mi amada hija.
Me retoqué el maquillaje y di una pequeña entrevista para el periódico. Terminamos con una cena familiar.