CAUTIVA DEL PRÍNCIPE

Capítulo 2

Narrador: el futuro rey de Veldonia país que comparte frontera con los Emiratos árabes aún guarda la esperanza de que los legítimos herederos aparezcan de lo contrario deberá asumir el título por bien de esa nación y La Paz de su amado tutor el rey Hazin Hatmazan.

Yahir Adil Heliakin príncipe de Yehtran: estaba acostumbrado a no tolerar rabietas ni desplantes de ningún tipo pero al parecer esa chica de ojos grandes y expresión firme captó por completo su atención, debía tener razones poderosas para protestar de esa forma pero no podía moverse de ese sitio su madre podría aparecer en cualquier momento sería mejor enviar a Jamil  para que se encargue del asusto. Así que dio la orden.

Yahir: el tiempo transcurrió muy rápido pero fue un maravilloso encuentro con su madre la reina se veía hermosa y rejuvenecida. Su madre la reina Soraya Adila Strud de Suecia había sido la última esposa del rey su padre obligada a casarse con apenas 16 años y el rey de 40 años la desdicha de su madre en gran parte era culpa de los repetidos mal tratos de su padre quien la humilló por años para vengarse por su desamor.

Reina Soraya: Ala te bendiga hijo mío mi corazón revoza de alegría al verte gracias Alá por traerte aquí. Expreso su madre al abrazarlo. Ven a sentarte conmigo quiero saber como estas eres todo un hombre

Yahir: Salam alaikum madre te ves hermosa como siempre me alegra verte. En palacio todos te estrañan no ha sido igual sin ti.

Narrador: eran ciertas las palabras de Yahir desde que ayudo a escapar a su madre del palacio nada fue igual. Su padre el rey Hamza Mohammed Heliakin volcó toda su ira contra los sirvientes y la guardia de seguridad algunos   cumplieron largo tiempo en el calabozo de palacio, su heredero fue enviado a un internado en Suiza negándole todo contacto con su madre. Pero eso no la detuvo para estar  cerca de su hijo Yahir. La Reina cambió su apariencia logro conseguir trabajo como tutora de música en el internado hasta la graduación del príncipe luego estuvieron separados mientras Yahir estuvo en la universidad en Londres. solo se vieron en pocas ocasiones por temor a que la reina fuese descubierta. Ahora sus encuentros debían ser cortos para no levantar sospechas porque sabía que no debía confiarse de la guardia de seguridad de su padre podrían delatarlos y su madre correría peligro. Conocía muy bien las leyes de su país y si se llegaba a conocer el paradero de la reina   sería encerrada de nuevo o algo aún peor.

Yahir: madre te prometo que cuando asuma el trono volveré por ti para traerte conmigo seras libre y estaremos juntos serán feliz de nuevo en palacio te lo prometo. Le dijo estas palabras  abrazandola para despedirse.

Reina Soraya: lo sé hijo mío estoy feliz de verte espero que Alá te bendiga con una buena y hermosa mujer que sea digna de tu corazón rezo para que la encuentres pronto. Adiós Yahir hijo mío.

Narrador: El yate podía verse desde lejos desde la carretera anclado en el puerto era inmenso hecho a gusto del príncipe el lujo podía persivisrse desde lejos. Yahir estaba inmerso en sus pensamientos las palabras de su madre le hicieron pensar en esa chica y en la forma del alboroto ese rostro, esos ojos tan azules como el Mediterráneo su cabello era como ninguno que  ubiera visto sedoso y brillaba con los rayos del sol. Sentía curiosidad por ella. Quería verla de nuevo pero desapareció muy rápido. Decidió que llamaría a Jamil para saber si alcanzó a la chica del alboroto. Un pensamiento cruzó por su mente ¿y si esa chica era una espía del rey? No puedo dejarla ir. Sintió que la sangre se le congelaba el solo pensar que su madre podía ser descubierta hacia que su semblante cambiara por completo.

Yahir: Jamil tienes que encontrarla no la pierdas de vista es una orden.

Jamil: no te preocupes primo yo me haré cargo  iré ahora alcanzarla te llamaré en cuanto me sea posible nos vemos en el barco. Dirigiéndose en busca de la chica.

Amelia: quienes son estas personas?. ¿ qué se han creído? El dinero los hace dueños de cuanto tocan. De pronto tropezó con alguien al punto de perder el equilibrio y hacer que callera.