Estoy en lo más alto de mi edificio, viendo a la gente como hormiga ir y venir pensando que tan grande es el mundo y nosotros tan pequeños, soy Ana Leal una reconocida diseñadora de moda, famosa y con el título de bruja de hielo, por ser despiadada y no tocarme el corazón para destruir a nadie, solo que a veces vienen a mi mente recuerdos de mi pasado y la antigua yo quiere volver a salir, es entonces cuando recuerdo que no obtuve nada por ser buena y amable, en ese tiempo solo recibí malos tratos y maldad, por nada del mundo vuelvo a ser así de frágil...
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Capitulo XX Me abandono
Gabriel
Estaba en nuestra habitación tratando de decirle a Ana la verdad y justo cuando me voy a confesar tocan a la puerta la insistencia me molestó así que salí a ver qué pasaba y la muchacha del servicio estaba muy nerviosa y solo me dijo que mi madre estaba aquí, no podía permitir que ella hiciera las cosas a su manera así que decidí primero arreglar este asunto y después hablar con Ana.
Mi madre empezó a decir puras estupideces, trate de frenarla, pero ella era como una locomotora hablando hasta por los codos.
Gabriel: no te atrevas a hablar así de mi esposa, ella es la mujer que amo y no permitiré que nadie le haga daño, quedó claro?
Fabiana; eres un débil igual a tu hermana, ustedes dos cayeron en las redes de esa familia y se convirtieron en sus monigotes, mejor me voy antes que me dé un infarto.
La señora de Bell se fue de la casa y subí corriendo las escaleras en busca de Ana, no la conseguí en la habitación y mi miedo se hizo más grande, pedí que la buscarán por toda la casa y no estaba por ningún lado, esto no puede estar pasando, pedí que revisaran las grabaciones de seguridad de la casa y se vio cuando ella bajo las escaleras y como su rostro se iba poniendo más serio hasta que salió corriendo de la casa y se fue, esto era una pesadilla mi mujer había escuchado la conversación con mi madre, envié a buscarla por toda la ciudad y no había rastro de ella, pensé lo peor, si ella tuvo un accidente o si alguien la secuestro, entre en desesperación, mandé a que buscarán por todos los hospitales y por último la morgue y nada no había rastro de ella, esto no me podía estar pasando, Ana mi amor no me dejes no te vayas, perdóname...
Fui a casa de Catalina y Fernando debía saber si ella los buscó.
Fernando: Gabriel que sorpresa verte por aquí, pero entra hijo no te quedes ahí afuera.
Gabriel: Fernando, Catalina no es una visita de cortesía necesito hablar con ustedes es urgente.
Catalina: claro Gabriel, pasa y siéntate te veo muy mal.
Gabriel: iré al grano, ustedes sabían que Ana es su hija perdida.
Vi en la cara de Catalina y Fernando la sorpresa de enterarse de que Ana es su hija y fue cuando entendí que ella no los había buscado.
Fernando: de que estás hablando, como que nuestra hija pérdida?
Gabriel: así es señores Ana es su hija y yo me comporté como un desgraciado con ella.
Empecé a contarle la historia de cómo la conocí y de cómo la había comprado al que supuestamente era su padre, Catalina solo lloraba al escuchar mi relato, al fin confronte a Fernando y le dije que yo sabía cómo él había engañado a mi hermana y que por eso ella había acabado con su vida, Catalina lo veía con cara de asombro y este parecía no saber de qué estaba hablando yo.
Fernando: eres un imbécil, yo nunca me metí con tu hermana, como crees que haría algo así, tu hermana era como una hija para mí no sé quién te contó tanta basura, pero te puedo asegurar que no paso nada entre ella y yo, y en cuanto a mi hija Ana me las vas a pagar muy caro y mejor reza porque la encuentre bien y sana, si no yo mismo te acabaré, ahora lárgate de mi casa no quiero volver a verte.
Sabía que Ana no estaba con ellos y que el señor Fernando me asegurará que él no había tenido nada que ver con Amelia me llena más de dudas, que fue lo que realmente pasó, por qué mi hermana terminó así, no entiendo nada.
Catalina
Mi pobre hija ha sufrido tanto, como termino en aquel lugar y con esas personas, todo lo que pasó y solo porque alguien me la robo todo esto es mi culpa, lo mejor es que ella no vuelva aquí, siempre sospeche de Fabiana, ella tenía una fijación por Fernando y al ver que Ana se parecía a mí y que había heredado mis genes la considero una amenaza para poder alcanzar el amor de mi esposo, hable con Fernando y le conté todo de nuestra hija y que la saqué del país para protegerla, él estuvo de acuerdo aunque nos doliera nuestra bebé estaba mejor lejos de todo esto, en cuanto a Alicia le contamos sobre su hermana, nos agradó mucho que Alicia aceptará a Ana como su hermana y hasta se fue a vivir con ella en el extranjero, estaba madurando la pequeña monstruo.
Gabriel seguía buscándola y por lo que veíamos en las noticias se veía bastante mal, sus empresas empezaron a caer en picada y solo se sostenían de milagro, me sintió mucho por él, pero lo que él le hizo a mi hija no tiene perdón.
Alicia ahora quiere ser modelo de pasarela, por lo menos se interesó por algo y no anda gastando sin control, Ana continuo con sus estudios lamentablemente la Ana dulce y amable que conocí ya no está, ahora es una mujer fuerte y sin corazón, por eso la llaman la bruja de hielo.
Pasaron seis años desde que todo esto paso, viajamos al extranjero una vez al año y haciendo varias escalas no queríamos que nadie supiera cuál era nuestro destino principal, en París montamos una casa de moda dirigida por nuestra Ana y donde Alicia era profesora de pasarela, mis dos hijas triunfaron a lo grande, solo que una desde el anonimato no quería que supieran donde estaba.