Anastasia Williams solo quiere olvidar a aquel hombre que la destrozó cuando la dejó plantada ante el juez y sus amigos el día de su matrimonio, han pasado 2 años desde entonces, se ha negado a volver a enamorarse.
Por su parte Maikcol Vans, solo quiere buscar venganza, ha regresado para castigar a aquella mala mujer que destruyó la vida de su hermano hace dos años.
¿Que pasara cuando estas dos almas se encuentren?
Acompáñame a leer esta bella historia la cual es de mi autoría.
PROHIBIDO EL PLAGIO, OBRA REGISTRADA DEBIDAMENTE POR MI.
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Capítulo 19
Ana ingresó a la habitación guiada por el hombre.
-Por fin hoy serás completamente mía.
Hablo Brad, mientras la llevaba hacia la cama.
-Calor, te-tengo mucho calor, Aggg.
El hombre soltó una fuerte carcajada.
-No te preocupes, yo te quitaré ese calor, en un momento.
Le decía mientras iba sacando las prendas de la chica, quien de manera agitada movía su cuerpo en la gran cama.
-Tuviste tu oportunidad Anastasia, pero me despreciaste, créeme que te hubiese pagado muy bien, pero ahora serás completamente mía y lo mejor es que será gratis.
La chica solo jadeaba, pues en ese momento no era consciente de sus acciones.
Maikcol llegó junto a su asistente.
-Zayn ¿En cuál habitación están?
-Señor la 703.
-Vamos.
Ambos hombres en compañía de algunos guardias subieron al ascensor, al llegar al piso 7 corrieron hacia la habitación.
El hombre había retirado las prendas de la chica y la suyas también, ambos se encontraban en ropa interior.
-No sabes cómo te deseo hermosura, por fin serás mía.
La chica quien no era consiente solo jadeaba y se quejaba por la sensación de calor que experimentaba en su organismo, el hombre empezó a besarla de manera desesperada devorando el interior de su boca, mientras con sus manos acariciaba de manera fuerte el cuerpo de la chica.
-Esto es fenomenal, no puedo creer que con solo unas cuantas gotas te puedas convertir en una putita, en mi putita.
Hablaba de manera agitada pues su erección le pedía que irrumpiera en el interior de la chica.
De repente se empezaron a escuchar los fuertes golpes en la puerta.
-¿Pero que carajos?
Grito el hombre furioso por la interrupción.
Maikcol al ver que no respondían lanzó una fuerte patada a la puerta y la abrió, ingresó de inmediato a la habitación, cuando sus ojos ubicaron al hombre sobre la chica, su sangre hirvió de ira y corrió hacia él para tomarlo de sus hombros y así alejarlo de ella.
-¿QUE TE PASA IMBECIL?
Grito Brad, mientras intentaba ponerse de pie.
Maikcol no permitió que se levantará del suelo, lo arrastró hasta la salida y se fue contra él para molerlo a golpes.
-HIJO DE PUTA, TE VOY A MATAR.
Brad trato de defenderse poniendo sus brazos como escudo, pero fue imposible, Zayn por su parte se acercó con los demás guardias para detener a su jefe.
-Señor, Permítame nosotros nos encargaremos.
-NO, DÉJAME QUE LO VOY A MATAR.
Zayn al ver las intenciones de su jefe, lo sujeto de los brazos para que dejara de golpear a Brad, quien yacía en el suelo y del cual brotaba sangre de su boca y nariz, mientras se quejaba, pues posiblemente tendría algunas costillas rotas.
-Señor, basta, yo me encargaré, por favor usted atienda a la señorita Anastasia.
Maikcol reaccionó y recordó a la chica, quien no dejaba de quejarse y revolcarse en la cama, ingresó a la habitación y corrió hacia ella, levantó su cabeza con una mano, mientras con la otra trataba de hacerla reaccionar dando pequeños golpes en su rostro.
-Anastasia, Anastasia, reacciona.
-Po-por favor, ne-necesito que me-me qui-quites este calor.
Decía la chica con su voz bastante agitada.
-MIERDA ¿QUE HAGO?
Grito furioso, pues no supo por qué, pero su instinto de protección le gritaba que debía poner a la chica segura.
Reaccionó de inmediato, tomándola entre sus brazos, ingresó al baño con ella y abrió la ducha con agua fría.
-Esto te ayudará, un poco.
La chica se estremeció, pero aún no era suficiente el agua fría, pues de su cuerpo emanaba bastante calor, ese mismo que le decía en su subconsciente que necesitaba de algo para que pudiera aliviarse.
Maikcol la puso sobre el piso de la ducha y salió del baño, tenía su ropa empapada pero no le importo, afuera de la habitación se encontraba Brad custodiado por los guardias, mientras llegaba la policía, Maikcol corrió hacia él y lo tomó del cuello.
-¿QUE FUE LO QUE LE DISTE? CONTESTA.
El hombre no respondía por lo cual Maikcol le golpeó en sus costillas.
-AYYY
Brad grito fuerte por el dolor.
-No sé.
-¿Como que no sabes? imbécil.
-Un hombre en el centro me lo vendió.
Maikcol esperaba que continuará.
-Unas gotas, sólo fueron unas gotas, el hombre me dijo que con eso podía dominar a cualquier persona.
-Zayn trae a un doctor, pronto, pero primero pide todo el hielo posible y que lo traigan de inmediato.
Zayn asintió y se marchó para cumplir con su pedido.
Diez minutos después Maikcol se encontraba llenando la tina con agua fría y con hielo, Ana por su parte continuaba jadeando desesperada.
-Ven, te ayudaré, pronto estarás bien.
Le decía Maikcol mientras la ingresaba en la gran bañera, la chica empezó a titiritar minutos después e intentó salir de la bañera, pero Maikcol no se lo permitió.
-Es por tu bien, quédate un poco más adentro.
Le decía de manera tierna, mientras acariciaba la cabeza de la chica.
La policía llegó al lugar y capturaron a Brad.
Ana despertó bastante desorientada, observó a cada lado y noto que se encontraba en una amplia cama, se alertó al descubrir que estaba desnuda y su cuerpo cubierto con una sábana.
-¡Por Dios!
Tomó la sabana envolviendo su cuerpo en ella, camino hacia el gran ventanal que deslumbra los rayos del sol por una pequeña abertura.
-¿En dónde estoy?, ¿Que me sucedió?
Estaba desesperada caminando por medio de la habitación, cuando escucho como giraban la perilla para abrir la puerta, por esta ingreso una mujer de edad.
-Señorita, ya despertó.
Ana se la observó asustada.
-¿Quién es usted?, ¿En dónde estoy?
-Soy Rosa, la empleada de esta casa, en un momento le avisaré al señor que ya despertó, mientras tanto coma algo ha de tener bastante apetito, y allí se encuentra ropa limpia para que se pueda duchar y vestir.
Le decía de manera amable, mientras señalaba la ropa doblada que se encontraba en el mueble y dejaba la charola sobre una mesa.
Ana no respondió, por lo cual la mujer le sonrió de manera sincera y salió de la habitación.
La chica aprovecho para tomar un baño de manera rápida no sin antes inspeccionar su cuerpo, noto que tenía algunas marcas en su cuello, con temor reviso su parte íntima, pero para grata sorpresa todo estaba en su lugar, recordó que Emma alguna vez le comentó que el perder la virginidad era doloroso, por lo tanto suspiro aliviada pues no sentía nada extraño ni dolor, ni nada, minutos después se encontraba bañada y vestida debidamente.