BUSCANDO LA VERDAD TRAS MI MUERTE

Después de la paliza que recibió Camy, por parte de Luke Cox, no pudo levantarse de la cama para poder asistir a la escuela, así que Keira, se fue sola al colegio, eso le pareció de lo más divertido, ver a la madre e hija moverse de un lado a otro con sus lloriqueos, y lamentos, maldiciendo a todos los empleados, como si ellos fueran los culpables de las estupideces que ellas mismas habían causado.

Keira no terminaba de comprender, como es que fue tan fácilmente intimidada en esa casa, cuando desde pequeña aprendió a luchar en los barrios bajos, para poder sobrevivir, para poder lograr que no la secuestraran los cazadores de personas, o los bocachos, que buscaban sexo, llego a ser tan feroz, que incluso le tenían miedo algunos chicos más grandes y altos que ella.

Lo que, de verdad, fue lo que la motivo a no revelarse en ese tiempo fue la necesidad de caerles bien, esa maldita soledad, que sentía desde que su madre había muerto, aun cuando la gente era pobre, veía como otras familias, atendían a sus hijos, pero ella, no tenía a nadie, quien viera por ella, solo se tenía a ella misma, cuando su madre, enfermo y perdió la razón, ella la cuido e incluso la buscaba cuando salía de casa. Temía que la atropellaran o la violaran esos malditos, cuando ella estaba en la escuela, cuando salía a buscar comida en las sobras de los mercados, la tenía que dejar encerrada y le daba mucha lastima, pero era la única forma de mantenerla a salvo.

Recordaba una ocasión que creyó que no lograría regresar, por pelear por una fruta en las sobras de un bote, unos chicos estaban peleando con ella y sacaron una navaja, si no hubiera arrojado el bote completo sobre ellos la hubieran matado clavando esa navaja en su tripa.

Pero, aun así, logro llevarse lo mejor de las frutas, corrió tanto que olvido como llego a su pobre casa.

Su vida siempre fue dura en los barrios bajos, pero nunca la atacaron por la espalda como lo hicieron todos estos ricos de mie... Bueno si lo piensa bien son peores que todos los de los barrios bajos, ellos son así porque luchan por sobrevivir, estas luchas, por su avaricia inconmensurable, el deseó de poder y el hambre de más riqueza, estos son muchos más sucios que todos los que viven las zonas de los arrabales.

Visten con ropas caras sus cuerpos podridos, nunca conoció uno solo que fuera honesto en su vida pasada, todos eran basura, socios de negocios de su padre, o amigos basura del inútil de su hermano Dylan.

Ella, no fue la hija de ricos que fue vendida, desgraciadamente vio hombres iguales que su padre, que llevaron a sus hijos, para que pagaran sus deudas, ya fueran de juego, por negocios o por necesitar ganancias, siempre ese apesto club, donde negociaban estaban los hombres más sucios, viejos y feos, pervertidos totales.

Alta sociedad, lo que son, es una alta suciedad.

—Keira tenía demasiado resentimiento acumulado en su corazón y alma, por todo lo que vivió en su otra vida, ahora no sabía cómo desahogar ese odio que le quemaba por dentro, necesitaba encontrar algo que le diera un poco de esperanza de que lograría su objetivo.

Desde el renacimiento de Keira, ella tenía la costumbre de tocarse el rostro, como para recordarse a sí misma que ya no tenía esa fea cicatriz, que, de verdad, estaba viva y de vuelta en el tiempo.

Keira noto que pronto llegaría a la escuela, así que se preparó para bajar del vehículo en el cual la habían enviado al colegio, era el automóvil que normalmente usaba Camy, pero como estaba en casa recuperándose, le dijeron que avisara que estaba enferma y pidieran un permiso para ella.

—” Señorita Keira quiere que la deje aquí o en la puerta del colegio”— pregunto el chofer, sería muy divertido que la vieran bajar del auto de la familia.

—” En la puerta de entrada, por favor”— El chofer solo rezo para no tener problemas con la voluntariosa señorita Camy Cox, por dejar en la entrada a Keira.

Kira descendió de vehículo, caminado tranquilamente hacia la entrada de la escuela con toda la malicia, para que vieran que la habían traído en el coche de la familia Cox todos los que se encontraban fuera, comenzaron a comentar entre ellos por qué ella venia sola y no estaba Camy, su compañera favorita.

—” ¿Quién ella para que la traigan en el auto de la familia?”—

—” No había dicho Camy que solo era una chica adoptada, porque le dan tantos privilegios, si es una recogida”—

—” Y ¿Dónde está Camy?, solo viene esa chica de los barrios bajos”—

Keira continuo su camino, sin prestara la minima atención a las dos mejores amigas de Camy

Llego hasta el aula de clases y se sentó en la butaca que había elegido desde el día de ayer, no le importaron las miradas de los estudiantes a su alrededor, ya esperaba que comenzar a especular si ella era la adoptada, pero eso la tenia sin cuidado.

—"Keira, hola como estas, ya te acordaste de mi, yo se que ahora eres rica, pero eso no tiene que cambiar las cosas entre nosotras, recuerda que juramos que seriamos amigas para siempre"—

Lo que faltaba para completar la mañana de mierda que estaba teniendo—Penso Keira, esta Clotie, si que se sobres estimaba, más de lo que imagino, no va a parar, hasta conseguir que le de dinero, pero después va a querer más y más, y su familia es un pozo sin fondo, y aun no a ajustado cuentas con ella.

—" No, puedo recordarte, no te he visto en mi vida"— respondió Keira, con frialdad

—" Prometiste que nunca nos separaríamos, como puede ser que cambiaras tanto ahora que eres rica,¿ ya  no recuerdas como me cuidabas y como jugabas en mi casa?"—

El chico que siempre seguía a Scott se encontraba en este mismo salon de clase y ayer había notado como había dado esquinazo esa chica a su amigo, así que le cayo muy mal esa mujer, por sentirse mas que su amigo que si es un hijo legitimó de una familia rica, por eso se parado de su lugar y comenzó a provocar a Keira.

—" Oye tu, no dijo Camy , ¿que vienes de los barrios bajos, entonces porque no aceptas que conoces a esta chica de una vez?"—

Keira seguía ignorando a ambos, no tenia ganas de pelear.

—" ¿Que te pasa aparte de ser una cualquiera, estas sorda?!"— Anthony, no midió las consecuencias de provocar a Keira y patio su butaca hasta que giro y casi hizo que ella cayera.

Sin dar tiempo a que reaccionar a Anthony, Keira se levanto y le pateo directamente en el estomago haciendo que cayera sobre las butacas que estaban detrás de el, con un dolor agudo en el abdomen, después lo agarro  del cuello para levantarlo y decirle  a su oído mientras lo estaba ahogando.

— " Dije que no se quien es, y si te atreves a llamarme una cualquiera de nuevo, te matare" —

Soltando de nuevo sobre las butacas, dejando a mas de uno sorprendido por la fuerza que tenia.

Un chico que estaba dormido en la ultima fila, solo levanto la cabeza, para verla por unos segundo y continuo dormido, como si no hubiera pasado nada en aquel salon de clases.

—" Jefe esa es la chica que robo tu lugar ayer, da miedo"— Le decía el chico flaco al que dormía.

En ese momento entro un profesor de unos 40 años, no muy guapo, pero tampoco feo, Keira lo reconoció de inmediato, era el profesor de literatura, le gustaba dejar a las alumnas para revisar sus trabajos, tenia la fama de

acosar a las chicas, asustarlas con temas sexuales muy abiertamente.

Incluso durante el tiempo que fue al colegio en su vida anterior, una chica fue tan avergonzada por ese tipejo, que al día siguiente no fue a la escuela y se suicido, si no recuerda mal todos hablaron de ese problema, fue cuando ella llego a la escuela, ya había pasado y nunca conoció a la chica.

Lo que si recuerda es que a ella, trato de meterle la mano debajo de su falda en dos ocasiones, si no hubiera sido porque logro correr, seguro que le mete los dedos hasta el coñ..., cielos de verdad que es un sucio pervertido, como es hijos de un politico, se sale con la suya fácilmente, pero esta vez, llego antes seguro que aun no a pasado lo de la chica, que se suicido, espera poder saber cual chica fue, para poder salvarla y así también acabar con esta basura, de un plomazo.

Keira estaba analizando a las chicas del aula, cuando noto que la niña que la había estado viendo nerviosamente el día de ayer, estaba temblando como una hoja ahora mismo, mientras se encontraba sentada precisamente frente al escritorio de ese maldito. Seria ya su paranoia ¿o esa chica sentía miedo de ese hombre?.

Esperaría ver que pasaba, ahora solo es la clase por la tarde son repaso para los exámenes y es obligatorio para todos los que presentaran el axemen de ingreso a la universidad quedarse a estudiar, vera que hace esa chica.

Las clases pasaron sin mayor incidentes, hasta cuando se encontraban en el momento de auto estudio que Aparicio el profesor de literatura casi cuando ya se marchaban todos.

—"Maggy, necesito que te quedes para revisar tus últimos resultados"—

Maggy comenzó a perder el color de su rostro, parecía que en cualquier momento podría colapsar, era demasiado notorio el pavor que le tenia a ese hombre.

—"Lo lamento profesor, pero hoy tenemos cosas que hacer Maggy y yo, así que no podrá quedarse mas tarde"— Keira se apuro a decirle al profesor, para que perdiera las esperanza de que la pobre chica seria su victima este dia.

—" ¿Si? , bueno entonces lo haremos en otra ocasión"— No insistió mas al ver la mirada inquisitiva de Keira

La chica se sentó de golpe casi como si la vida se le hubiera ido en un suspiro, giro la cabeza para ver a Keira y comenzó a llorar.

—" No se que hubiera hecho, si tu no estuvieras aquí, le tengo tanto miedo a ese profesor, he escuchado que ha hecho cosas terribles ha otras chicas y que no lo pueden castigas por sus antecedentes familiares, sentí que esta noche seria mi final, si me hubiera hecho algo, me hubiera suicidado!— Decia la pobre Maggy sin dejar de llorar

Keira, se dio cuenta de que esta fue la chica que se quito la vida en aquel entonces, por culpa de ese zángano, ya ajusta cuentas con el.