Victoria Lotton, es una joven empresaria, dueña de una pequeña textilera, a sus 22 años se encuentra a punto de casarse con el amor de su vida, su vida perfecta está a punto de comenzar, lo que no sabe es que su matrimonio jamás será llevado a cabo.
herida y humillada públicamente, busca venganza a como de lugar, así tenga que casarse por conveniencia, con Maximiliano un importante y despidiado millonario, para lograr que el hombre que le rompió el corazón pague todo el daño causado.
¿podrá Victoria conseguír la venganza que desea, sin sufrir daños por casarse con Maximiliano?
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capitulo 3
MAXIMILIANO
-que demonios?- dije mientras daba un golpe a la mesa.
-modera tu vocabulario- me reprendio mi padre.
-no es justo que yo, sea el que tenga que sacrificarse para tener respeto- le dije exasperado.
-Maximiliano, bájale dos a tu actitud, no olvides con quién estás hablando.- dijo desafiante.
tome un poco de aire, me servi un whisky y volví a sentarme frente a el.
mi padre era testarudo, arrogante, frío y calculador para el negocio, despues de que mamá muriera, se refugio en sus grandes empresas, hasta que volvió a casarse, ahora que estaba bastante mayor quería asegurarse que sus hijos de sangre y no sangre tuvieran lo que le corresponde.
-soy tu hijo, el único que lleva tu sangre- le recordé amargamente.
-lo se, pero no puedo ser injusto con tus hermanos Max.- dijo cansado - ya he hablado con Samuel e Ignacio.
-y que le vas a obligar a hacer a ellos?
-hijo el pedirte que te cases para que obtengas las acciones mayoritarias de la empresa y la presidencia no es porque soy un mal padre, es para que no estés solo
-creo que si estoy solo o no eso es asunto mío.
-si, lo se, pero yo no viviré para siempre, y la soledad es la peor compañera que existe, no quiero irme de este mundo y saber que el único hijo que he tenido, del único amor de mi vida haya quedado solo.
lo fulmine con la mirada, no podía creer que me este pidiendo como condición un matrimonio para poder reclamar lo que por derecho me pertenece.
-y si no me caso que?- lo rete.
-no obtendrás nada que tenga que ver con las empresas, se que tienes tus propios negocios, y que abriste una empresa textil, así que no te hará falta dinero.
-eso no es justo!- grite - sabes bien que no necesito esa presidencia, tu mismo lo acabas de decir.- ví el agotamiento de mi padre en sus ojos, el sabía que no sería fácil que yo aceptará.
-lo se, pero también se que esas empresas son importantes, eran de tu madre, por eso las conserve, y no creo que estés de acuerdo que alguno de tus hermanos las maneje.
ellos no son malos muchachos, pero no son tan buenos en los negocios como tú, me temo que una mala inversión y quedaríamos en quiebra.
-no voy a casarme papá - le dije calmadamente
-no te quedarás solo, así que tú decides o te quedas con todo o te quedas sin nada.
-algo deberías de darme, después de todo soy tu hijo papá.- trate de hacerlo entender, pero mi padre era tan terco o más que yo.
-no vas a cobrar herencia alguna después de mi muerte, todo quedará como está asentado en el testamento, la casa es lo único que podrás reclamar una vez que te cases, y el 10% de las acciones, cuando tengas un hijo.
-que? te has vuelto loco? yo llevo muy bien mi vida de soltero, nada malo me pasará si mueres.
-revolcarte con una hoy y otra mañana no es vida maximiliano, si quieres cobrar tu maldita herencia y cuidar el patrimonio de tu madre, harás lo que te he dicho tienes un mes para que me presentes una esposa.
-un mes?- dije enojado, quería darle un puñetazo en la cara.
-si despues del mes no traes a una dama, casada o comprometida contigo las empresas pasarán a tus hermanos.
-no puedes hacerme esto.
-ya te dije maximiliano, tienes un mes, ahora sí me disculpas puedes retirarte.
sentía como mi irá corría por mis venas, que se creía este viejo, quería ahorcarlo pero era mi padre, lo único que tenía.
salí hecho una furia de la oficina, me subí a mi auto tome el teléfono y llame a mi mejor amigo, Joshua.
*que más Maximin.- así me decía por cariño.
*no estoy de humor Joshua, necesito verte urgente en la empresa.
y diciéndole esto colgué y me dirigi a la textilera, era un poco pequeña, apenas estaba comenzando pero sería un éxito total, tendríamos telas de alta calidad y diseños variados e innovadores que nos llevarían a lo más alto.
después de un rato llego Joshua.
-que paso amigo?
-he tenido un problema con mi padre - le dije el tomo asiento y me escucho con atención.
-y que quieres que hagamos?
-que posibilidad hay de impugnar ese testamento.
-sabiendo como es tu padre y sus abogados hay una posibilidad de... ninguna eso es imposible a menos que demuestres que el testamento esta adulterado.
-cosa que es imposible, conociendo a mi padre, debe de tener al menos una o dos copias.
-entonces yo te recomiendo que busques rápido. una mujer y te cases, tienes 30 días para regresar casado a casa de tu padre.- dijo sonriendo.
-no seas idiota, tiene que haber otra solución no quiero estar casado con una mujer que no quiero, quien se puede enamorar en 30 días, es la mayor estupidez.
-yo no he dicho que debes enamorarte, y tu padre jamás dijo eso, solo pidió que estés casado, podemos redactar un acuerdo pre y post matrimonial, y una vez que cobres la herencia se le da una jugosa suma a la víctima y quedas libre y con tus empresas- dijo victorioso.
estuve pensándolo un poco.
-no cualquier mujer acepta casarse bajo un contrato.- le advertí por si no había tomado ese punto en cuenta.
-lo se, y para tu suerte tengo una amiga en cansas, que aceptaría gustosamente un contrato con un hombre cómo tú, y más si le vas a dar una buena cantidad de dinero.
-tu solo encárgate de ir y alistar la fecha en alguna iglesia de cansas que yo me encargo de que ella llegué allá.
su seguridad daba miedo, pero en este apuro que estaba metido no me quedo más que aceptar.
y aquí estoy en un bello hotel esperando que se aparezca mi mejor amigo, con la mujer que será mi esposa.
-querido, no pensé verte por aquí.- me dijo la voz de una mujer mientras colocaba su mano en mi hombro.
-que haces tú aquí?- dije bastante sorprendido.
-he venido a visitar a un familiar, me he enterado lo que tu padre hablo contigo, es una lastima que no hayas conseguido casarte, ya solo te quedan 5 días maxi.
-no me diga asi- le dije con los dientes apretados, no soportaba que esa mujer me llamara como lo hacía mi madre.- estoy ocupado si me disculpa.
-no te vayas aún, tomate algo conmigo por lo menos.- dijo sosteniendome del brazo.- solo será una copa, estoy esperando a mi chófer- me seguro.
pidió 2 tequilas y brindamos.
-yo aceptaría casarme contigo, pero ya estoy casada, así que brindemos por mi matrimonio y tú soltería.- rio con ironía y tomo su trago, yo hice lo mismo para que ella se. fuera de mi mesa.
de pronto todo comenzó a moverse, estaba mareado, habían puesto algo en mi bebida.
-maldita mujer, me las vas a pagar.
sentí que alguien me ayudaba, me llevaban a algún lado, supuse que era a mi habitación, pero como podrían saber en qué habitación estaba?
-512- dije con dificultad, esa era mi habitación.
trate de caminar como pude, me ayudaron a quitarme la ropa dejándome solo en boxer, tirado sobre la cama como un pobre infeliz, me quede tranquilo esperando que pasara el efecto de la droga.
estaba oscuro, pude sentir que alguien se acostó junto a mi, olía a vainilla y coco, era una mezcla rara pero divina, tantee con mis manos hasta llegar a dónde estaba la dama, apenas sentí su piel mi cuerpo comenzo a arder, sentía que me iba a quemar, como pude la acerque a mi y me subí sobre ella, comencé a besarla con desespero necesitaba calmar estás ansias que habían despertado en mi, para mí sorpresa no me fue indiferente al principio lucho pero luego se entregó a mi, desahogue toda esa energía que habia tenido en mi y caí vencido a un lado.
no recordaba mucho de la noche anterior, a mi lado estaba una joven de piel clara, su espalda estaba aún descubierta, en la parte más baja de su columna había un lunar en forma de corazón que me llamo mucho la atención, quería tocarla y hacerla mía otra vez, pero me detuve, tenía que casarme en unas cuantas horas.
cuando me levanté observé que parte de las sábanas como mi miembro y yo estábamos llenos de sangre.
-maldicion, era virgen- dije en mi cabeza, debí de haber estado muy drogado, para no darme cuenta.
-la habré lastimado?
tome mi ropa y con ella un vestido roto, en mi cabeza vino el recuerdo de cuando yo le rompió la prenda para dejarla desnuda.
así que baje y salí a buscar un vestido parecido a los trozos que tenía, elegí uno sencillo con algunos brillantes en un tono turquesa, sabía que con su color de piel se vería radiante, mandé a Nicolás mi chófer que lo colocará en la habitación antes de que despertara.