El Hijo Del Mar

-¿Cómo que no se encuentra en la Isla?

Si claramente me notificaron que vieron cuando aquella mujer, tomó al hijo de Serena.

¿Acaso no han podido entrar a la vivienda? ¡Tan solo es una mujer sola viviendo allí!- Dijo esa voz con autoridad.

-Si pero... la vivienda tiene una fuerte seguridad, cada vez que tratamos de ingresar tira un tipo de energía semejante a un rayo, por lo cual nos está dificultando ingresar.- le respondió uno de sus siervos.

-¡Quieres decir que esa mujer tiene a mi hijo!

¡Y ustedes han fallado en rescatarlo!- dijo esa voz mientras se acercaba con autoridad hacia su sirviente.

-¿Por que te molestas con Él?

Sabes que te ha fallado, pero es que esa humana tiene una fortaleza, además el niño ya no está en esa casa, la mujer se lo ha llevado- dijo una voz femenina que venía acercándose hacia él, se trataba de la Sirena Talula.

-¿Y se puede saber cómo sabes

que no está allí?- Pregunto Lucio, el General del Rey de las sirenas.

-Estaba por allí paseando cuando la vi que iba en una embarcación rumbo al poblado cercano, llevando a un bebé - respondió la Sirena Talula.

-¿Y por qué no la detuviste?- Se acercó a esta el Rey Lars, tomándola del cuello muy molesto.

La sirena Talula ,sostuvo el brazo del Rey, sabía que realmente no le haría daño y le dijo: "Recuerdas que no deben vernos, y no iba ella sola...'

Él la soltó y la empujó.

-Me sales con ese pretexto ahora,

realmente crees que permitir

que a mi hijo se lo haya llevado esa mujer,

hará que tengas una oportunidad conmigo.

Te equivocaste Talula.- dijo el Rey Lars a la sirena Talula.

-Eso no...

Yo se realmente se cuánto amaba a Serena...

Si no hubiera sido por ese ataque sorpresa el príncipe hubiera nacido en la seguridad del Reino.-respondió Talula afligida al Rey.

-Nunca olvides tú lugar, Talula.

No estoy buscando una sustituta, perder mi compañera a sido doloroso, pero no estoy dispuesto a perder a mi hijo también.- dijo Rey Lars, después de eso esté salió del palacio, junto con el general Lucio, hacia la isla donde esta la residencia de Susana.

-Mi Rey... Tu vendrás a mi por tu propia voluntad.

No hay otra compañera, que tenga también la bendición de Poseidón.

Realmente espero que esa cría de Serena, nunca lo encuentres. - Dijo Talula cuando la figura del Rey ya no se distingue a lo lejos.

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-Así que en está Isla vive esa mujer - dijo el Rey Lars, que caminaba en la playa junto al general Lucio, observando la residencia de Susana.

Este le mostraba los puntos en los cuales habían intentado entrar pero habían fallado.

-Pero si ya no está ella, según lo que dijo Talula.

¿Adonde se lo habrá llevado? Necesito que te mezcles con los humanos, y localiza donde se encuentra.

Espero que no lo haya vendido a esos hombres locos que buscan experimentar con todo ser que se encuentren.- expresó el Rey.

-Si requiere que haga una investigacion exhaustiva, necesito a alguien que conozca la zona y a los hombres.- dijo el general Lucio al rey Lars.

-¿Y a quien sugieres?- Pregunto el Rey.

-Al rebelde -Contesto el General Lucio sin vacilar.

-Río...

Si, ese granuja sabe más de humanos que cualquier otro.

Sacalo de la prisión, pero negocia con él, para que no se escape o nos traicioné.- ordenó el Rey Lars.

-Así lo haré su Majestad - afirmó el general Lucio.

-Solo cuando sepan dónde está, yo mismo iré por él.

Y esa mujer pagará por quitarme a mi hijo.- Expreso el Rey.

De lo cual después de hacer ese plan, ambos regresaron hacia el Mar.

El general Lucio llegó a la prisión.

En las celdas de esta, se encontraban varios delincuentes y traidores, pero en una celda separado de todos estaba Río, un tritón con un rostro y cuerpo que haría que cualquier mujer lo deseara en sus sueños.

Pero lo que lo había hecho que lo encerrarán en la prisión, es por qué hacia caso omiso de la advertencia de no mezclarse con los humanos, Río era el hermano rebelde de Serena, la cuál está había sido la consorte real del Rey.

Serena se divertía de las cosas que había visto su hermano, que le platicaba acerca de lo que hacían los humanos.

Pero siempre le advertia que no se acercará a estos.

Sin embargo Río un tiempo dejó el Mar, y aprendió rápidamente las palabras de los hombres, su escritura ya que en el poblado lo habían tomado por turista, eso le permitió ilustrarse, leer los libros de la biblioteca, comprender la cultura, creencias y modo de vida del hombre, y que el que tuviera el poder podría abrirse paso en ese mundo, el dinero era el gran motor de su economía, las riquezas mismas permitían lograr el poder adquisitivo, los negocios eran ahora la nueva forma de reinar entre ellos.

Así que no había otro ser en el mar que supiera muchísimo sobre como funciona el Reino humano.

-Rio, el Rey tiene un trabajo para ti, que pides para llevarlo a cabo.- dijo el General Lucio.

-Dile a mi cuñado, en nombre de mi hermana Serena que se ha convertido en espuma de Mar, que me de el poder que yo requiera, necesito todas las riquezas que solicité, yo seré el puente para encontrar a mi sobrino.- Contesto Río.

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Mientras tanto en la residencia de Susana.

-Mi pequeño Darío, hoy mamá se lucio en la empresa, pero pronto mis proyectos empezarán a tomar forma, se que te hace falta el Mar, la oficina la arreglaré de tal manera que sea como la sensación de estar en ella.

Yo también extraño el aroma y su sonido constante que había en la isla, pero recordar me duele.

Me duele el corazón y no quiero llorar...

Tu necesitas una mamá fuerte.

Y eso tendrás, una mamá que te enseñara a ministrar una empresa, a lograr los objetivos,

pero siempre te apoyaré en tus sueños, quizás algún día tengas que gobernar un imperio. - Dijo de manera sonriente Susana al bebé Darío mientras esté estaba siendo arrullado en los brazos de ella.

Susana estaba convencida que era necesario resetear su vida, para no morir de dolor, y el amor que empezaba a crecer hacia ese pequeño, le permitirá salir hacia adelante, superando su gran pérdida.

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Así pasaron los días, las semanas, luego meses, para convertirse en años, en los cual no habían podido localizar al heredero del Rey Lars.

-¿Río que noticias tienes?- pregunto el Rey.

-La mujer se llama Susana Gali y el niño Dario, ambos viven en una gran ciudad,lejos del Mar, por eso mismo tarde mucho en localizarlos. Pero el puente que le prometí que sería, ya está establecido. - respondió Río al Rey.

-Excelente Río, llevame hacia ellos - dijo el Rey Lars, con una sonrisa retorcida.

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