Sarah Miller a sus 22 años, ya tenía toda su vida planeada, se casaría con el hombre que amaba Jason Cooper, con quien compartía una relación hacia 4 años. Nunca imagino que su vida cambiaría radicalmente, por los actos de una noche, y esto ocasionaría que de igual manera perteneciera a la familia Cooper.
¿Puedes enamorarte de alguien de la noche a la mañana?.
Acompañame a leer esta gran historia en donde encontraras: Amor, traición, dolor, odio, romance y venganza.
NovelToon tiene autorización de Lorena Saenz Gallego para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 18
Steven: Hemos llegado señora Cooper.
Ambos bajaron de jet, Sarah no podía creer que estuvieran en Las Vegas.
Llegaron a un lujoso hotel, optaron por desayunar primero.
Sarah: Wow esto es maravilloso.
Steven: Me alegra que te guste.
Le decía mientras la abrazaba por atrás.
Después de ducharse y descansar salieron del hotel para dar un paseo. Iban
tomados de la mano.
Ring-Ring
Steven sacó su celular, cuando observo quien era se incomodó un poco, por lo
cual decidió rechazar la llamada.
Sarah lo observo algo extrañada.
- ¿Por qué no respondes?
Steven: No es nada importante.
Ambos continuaron y el móvil seguía sonando, pues una Tiffany bastante
impaciente no descansaría hasta que Steven le respondiera.
Sarah: Si te sientes incómodo, no hay inconveniente me puedo retirar mientras
respondes.
Steven: No es necesario, ya te dije que no es nada importante.
Sarah: Pues eso no es lo que parece.
Steven sacó su celular y optó por apagarlo.
-Listo mira.
Le enseño el celular apagado y Sarah negó con su cabeza.
Ingresaron a un lujoso restaurante, estaban cenando en silencio.
Steven: ¿Estas molesta?
Sarah negó con su cabeza.
- Para nada.
Steven: Pues pareciera, ¿Quieres ir al casino después de cenar?
Sarah: Como quieras.
Respondió en un tono de voz que demostraba molestia.
Steven: Pues no es solo lo que yo quiera, te lo pregunto por qué quiero que
estés bien, que te sientas a gusto.
Sarah: Me da igual.
Respondió sin expresión alguna.
Steven: Bien.
Respondió algo molesto, pues para él era nuevo el estar en una relación, nunca
antes había tenido algo serio con alguien, solo eran encuentros sexuales y ya.
Por lo cual se le dificultaba entender que pasaba por la mente de Sarah.
Terminaron de cenar y regresaron al hotel, de igual manera todo era silencio
entre ambos.
Sarah ingresó a la ducha y tomó un corto baño, después salió y se puso su
pijama, Steven hizo lo mismo al salir solo se puso unos bóxers y un chándal
gris, optó por ingresar a la cama y Sarah le siguió.
Steven: Si queremos que esto funcione debemos comunicarnos, dime que te
pasa, porque te siento molesta.
Sarah no respondió, se quedó dando la espalda al hombre quien suspiro
bastante frustrado.
Steven: Bien, si quieres tomar esa actitud inmadura no te pienso soportar.
Se levantó de la cama, tomó una almohada y se acostó en un amplio sofá que
tenía la suite.
Sarah por su parte lo observaba algo divertida empezó a sonreír. Se acostó
en la mitad de la cama y empezó a estirarse a sus anchas.
- Que cama tan cómoda\, por suerte es solo mía.
Steven levantó su cabeza sobre el sillón y retiró su manta, observó a la
mujer con el ceño fruncido, pues no podía creer que estuviera preocupado porque
ella estuviera molesta, mientras por el contrario Sarah solo se burlaba de él.
Sarah: Ya Steven, deja esa actitud, ven a la cama o mañana te estarás
quejando por un fuerte e incómodo dolor de espalda.
El hombre ni siquiera respondió, descanso su cabeza sobre la almohada y decidió
dormir en el sillón.
Sarah por su parte quedó anonadada, pues no podía creer que ahora fuera el
quien la ignoraba.
En definitiva no pudo evitar compararlo con Jason, eran totalmente diferentes,
mientras el uno siempre le rogaba para que lo perdonara el otro la castigaba
con la indiferencia, era como si no le importara lo que ella pensara. Finalmente,
Sarah se quedó dormida.
A la mañana siguiente despertó, al levantarse observo la suite y noto que se
encontraba totalmente sola, ingreso al baño e hizo sus necesidades, después se
bañó, salió envuelta en un albornoz, mientras sacaba la ropa que usaría noto
que el celular de Steven estaba en la mesa, con curiosidad lo tomó y lo
encendió, empezaron a llegar cualquier cantidad de mensajes, pero lo que más
curiosidad la causó fue ver las 45 llamadas del contacto Tiffany. La puerta de
la habitación sonó anunciando que alguien ingresaba.
Steven: No sabía, que solías espiar la privacidad de otras personas.
Sarah pego un brinco del susto y se giró para ver a un apuesto Steven
completamente sudado, usando una sudadera y una ramera, el tomo una botella de
agua, la bebió bastante sediento.
Sarah: Lo-lo lamento no fue mi intención, solo desperté y no te vi, noté tu
celular apagado y decidí prenderlo, los mensajes empezaron a llegar y pues tu
entraste en ese momento. Pero no es que quiera espiar tus cosas. Discúlpame.
Steven se acercó y tomo su celular, luego lo volvió a apagar e ingreso al
baño.
Sarah se quedó perpleja no entendía la actitud de su esposo, pues ella en
ningún momento quiso espiar sus cosas. Se preguntaba internamente quién sería
Tiffany, pues para haberle llamado 45 veces, debía ser alguien importante.
Sumida en sus pensamientos no se dio cuenta cuando su esposo salió del baño.
Steven: Estaba corriendo.
Sarah: ¿Em?
Steven: Desperté temprano y decidí salir a correr, no quise despertarte.
Sarah: Bueno.
Ella se disponía a salir cuando Steven le habló.
- ¿A dónde vas?
Sarah: Tengo hambre y voy a desayunar.
Steven la observo algo molesto y cuando iba a decir algo ya se encontraba
solo en la habitación.
Sarah estaba en el restaurante iba a llevar una tostada a su boca, cuando el
mordisco de Steven fue más rápido.
Sarah: Ey.
Steven: Debes compartir esposa.
Sarah lo fulminó con la mirada.
- Esa era mi tostada.
Steven: Lo sé, por eso la comí, o creas que ando por la vida quitando su comida
a los demás.
Sarah sonrió al notar el cinismo del hombre.
- ¿Que vamos a hacer?
Steven: Primero que todo desayunar, porque tengo mucha hambre.
Sarah rodo sus ojos. Se disponía a levantarse de la mesa, cuando el sostuvo
su mano de manera sutil.
- Espérame.
Ella aceptó y se sentó.
De pronto ambos escucharon unas voces familiares, por lo cual se giraron a
ver a las personas.
Jason venía hacia ellos tomado de la mano de Hanna.
- Pero que casualidad\, mira no más hermano además de mujer también vamos a
compartir hotel.
Steven se levantó furioso.
-Que carajos haces aquí? Jason.
Jason: Pues quise venir de vacaciones, claro está con una excelente
compañía.
Le decía mientras tomaba a Hanna de la cintura y la acercaba a él.
- Saluda querida.
Hanna: Hola Sarah.
Lo decía de manera despectiva, contrario al saludo que le hizo a Steven,
pues se acercó a él e intentó besarlo en la mejilla, pero él fue más hábil y se
hizo a un lado.
Hanna: ¿Como estas cuñado?
Le decía de manera seductora, mientras Sarah y Jason la observaban
asombrados.