Volver A Vivir

Mientras iban en el carruaje, el duque la miraba lujurioso.

Hanna: saca esos pensamientos de tu mente…

Duque: no sé de que hablas…

Hanna: lo que paso en la oficina no se va a volver a repetir

Duque: ¿en serio? ¿eso crees?

Hanna: asi es… imagínate mañana despiertas gruñón de nuevo u odianme como antes

Duque: nunca te he odiado

Hanna: bueno pues tu cara expresaba otra cosa

Duque: sabes que no te odio

Hanna: de igual forma, no creo en tu cambio repentino

Duque: no es que haya cambiado, es solo que me di cuenta que no me queda mucho tiempo

Hanna: ¿Qué? ¿vas a morir? ¡NO! pero, ¿Cómo? eres tan joven y guapo

Duque: jajaja no… es que nos quedan pocas misiones…

Hanna: ¡ay! entonces como no quieres que me vaya, me quieres amarrar con un hijo… que feo… creo que tantos meses interpretando mi papel, te confundiste…

Duque: jajaja quizás me ilusionaste haciéndome sentir como el padre de Pedrito tercero

Hanna: jajaja ni siquiera me has dicho que te gusto… vas muy rápido…

Duque: pensé que lo habia demostrado

Hanna: jajaja necesitaras mas que un beso para convencerme

Duque: empecé hace semanas, solo que no habias notado las señales

Hanna: ¿señales? ¿Qué señales?

Duque: en la fiesta por ejemplo…

Hanna: ¿Cuándo no me dejaste golpear a tu noviecita?

Duque: cuando te mande a hacer un broche para el cabello de tu color favorito en forma de flor porque son tus favoritas o cuando usamos nuestra ropa que era a juego, o cuando saludaste a los invitados tomada de mi brazo como lo haría mi duquesa…

Hanna: mmmm no lo sé

Duque: Además llegando a la mansión te estará esperando una sorpresa

Hanna: ¿Qué es? dime...

Duque: si te lo digo dejará de ser sorpresa...

Hanna se lamio los labios y se acercó a él coqueta y sonriente.

Hanna: ¿puedo hacer algo para que cambies de opinión?

Duque: jajaja me puedes hacer muchas cosas, pero no te diré nada.

Hanna: bueno entonces tampoco disfrutarás conmigo

Duque: Hanna...

Hanna: podríamos habernos divertido tanto en este carruaje.

La misión terminó y llegaron temprano al ducado.

Hanna: me puedes dejar en el pueblo por favor, no iré ahora a la mansión

Duque: ¿A dónde vas?

Hanna: por ahí...

Duque: Hanna...

Hanna: Duque...

Duque: solo ten cuidado

Hanna: bien, pensé que estarías celoso.

Duque: no, ¿de quien?

Hanna: de algún amante secreto

Duque: confío en ti. Además te conozco, si yo no te interesará me lo dirías de frente con tu habitual sutileza

Hanna: bien, entonces acompáñame

Duque: ¿A dónde?

Hanna: al pueblo primero y después al orfanato

Duque: mmmm

Hanna: bueno, sino quieres andate solo

Duque: jajaja no es que no quiera, es que no puedo

Hanna: te desinvito... ya no estas invitado a acompañarme

El carruaje se detuvo en la plaza, y Hanna junto a Rosa recorrieron el pueblo eligiendo tela para mantas nuevas.

Rosa: Señorita las telas que usted quiere estarán disponibles mañana.

Hanna: podríamos quedarnos en el pueblo.

Rosa: pero...

Hanna: es casi una hora de camino al ducado, así vamos temprano, desayunamos en el pueblo... descansamos

Rosa: claro señorita, avisare...

Hanna: no es necesario... dejemos tranquilo al duque, que descanse