Me casé a la fuerza y al mismo tiempo enamorada. Hasta el día de hoy lo amó, pero mi matrimonio es un fracasó. Y no sé si es mi culpa o es de ambos.
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El bebé no es tuyo.
Carajo. No puedo estar embarazada. No ahora. Yo siempre había sido muy irregular. Tal vez pronto me llegue.
Para salir de dudas compré una prueba de embarazo. Al ver el resultado quería llorar.
— ¿Porqué bebé.? ¿Porqué tenías que llegar en éste momento.? — Intenté ser fuerte pero no pude contener las lágrimas. — Amó a tu padre pero el no me ama. No creó que quiera un bebé conmigo.
Muchas cosas pasaron por mi cabeza. ¿Cómo reaccionaria mi padre.?, ¿Cómo reaccionaría Tyler.?, ¿Cómo cuidaría de mi bebé.? ¿Debería tenerlo.? Al pensar en eso me dolió el corazón. Era mi bebé, fruto de mi amor hacia su padre. No quería perderlo pero tampoco sabía si podría cuidarlo cómo el merecía.
Unos días después fui al médico. El bebé tenía 6 semanas de gestación. Apenas se empezaba a formar. Era lo más lindo que había visto en toda mi vida.
— ¿Todavía puedo abortar.? — Pregunté con tristeza, quería escuchar un "no", así Tyler no podría obligarme si se enteraba.
— Es posible.
Entonces no puedo decirle.
— Gracias. — Dije y me levanté para ir a pagar. No pensaba contarle nada a Tyler. El no merecía saberlo. Yo cuidaría sóla de está cosita.
Esa misma noche Tyler entró a mi casa. Mi padre y madrastra no estaban así que me asusté con su presencia.
— Dijiste que no estabas embarazada.
— ¿Cómo te enteraste.?
— ¿Cuándo me ibas a decir.? — Me respondió con otra pregunta.
— No tenías porque saberlo. El bebé no es tuyo.
— No te creo.
— Ese es tú problema.
— Es problema de ambos.
— Ya te dije que no es tuyo. Por si no lo recuerdas tuve mi periodo antes de regresar. Y después de eso no hemos estado juntos.
— Tienes seis semanas. El tiempo exacto en el que estuvimos en ese yate.
Hasta eso sabía. El imbécil me estaba vigilando. No había muchas formas de escapar de ésto.
— Estuve con Andrew antes de irme a ese yate. El bebé es de el. — Perdóname Andrew. Sólo esperó que no te de otra golpiza.
— ¿Me fuiste infiel.?
— Si. ¿Algún problema.?
...Tyler....
Si no supiera que Andrew es homosexual le hubiera creído.
— ¿Estás segura de que el bebé no es mío.?
— Si.
— Yo estoy seguro de que mientes. Estoy seguro de que ningún hombre aparte de mi te ha tocado. — La abracé y ella contuvo la respiración.
— Estás mal. — Me empujó. — Yo estoy embarazada de Andrew. Ahora que lo sabes vete de mi casa.
...Zuri....
Al ver que salió me tranquilice. Esperó que haya creído mis mentiras.
Unos días después fui a otra revisión.
— ¿Porqué estás aquí.? — Pregunté cuándo Tyler entró a la habitación dónde yo estaba.
— Soy el papá del bebé. Tengo derecho a estar aquí.
— El no es el padre. No lo quiero aquí.
El ginecólogo se veía incómodo.
— Por favor no me haga las cosas difíciles.— Dijo el. Yo me enojé y me levanté de la camilla.
— El padre de mi bebé no está aquí. Me voy. — Salí de la habitación..
— No tiene caso que lo niegues. Se que es mío. — Ya no tenía caso negarlo. El era demasiado listo.
— Si es tuyo pero ¿Qué crees?, no lo voy a tener.
— ¿Piensas abortarlo.?
— ¿Piensas que quiero tener un hijo contigo cuando ya estoy con otro hombre.?
El se rió.
— Ese hombre no es tan rico cómo yo.
— Tal vez no. Pero si es mejor persona que tú y también me complace mejor en la cama.
— ¿Ya te acostaste con el.?
— Si. Ya. Muchas veces por cierto. — Sonreí y a el se le borró la sonrisa.
— No te atrevas a perder a mi bebé. Si no quieres cuidarlo yo lo haré.
— Jamás dejaría a un hijo mío en manos de alguien cómo tú.
Me alejé de el y en la tarde fui a un hospital qué se especializa en problemas cómo el mío. Le pedí a una doctora que si alguien preguntaba a qué fuí dijera que me había practicado un aborto. De esa manera Tyler me dejaría en paz.
— ¿Porqué quiere que diga eso.?
— Mi novio quiere que yo aborté. — Fingi llorar. —Yo quiero tener a mi bebé. Por favor ayúdeme. — Suplique.
— Está bien. No tiene de que preocuparse.
— Gracias. — Le dí dinero.
— No es necesario..
— Por favor tómelo. Si el me ve con esté dinero sabrá que no hice lo que el me pidió.
— Pero usted lo va necesitar para su embarazo. — Qué considerada me salió la doctora.
— No se preocupe. Mi padre me ayudará con los gastos. — Me preguntaba si el lo haría. No he sido la mejor de las hijas. No lo culpaba si me corria de casa.
— Está bien. — Lo aceptó y yo salí con lágrimas. Si quería engañar a una persona lista yo debía ser más lista.
Si pude analizar que perjuicio es cuando no se aclaran las cosas.SE TORNAN TURBIAS.