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Amor Bajo Contrato

Amor Bajo Contrato

Status: En proceso
Genre:Posesivo / Matrimonio arreglado / Hija rica en bancarrota / Juego del gato y el ratón
Popularitas:7.2k
Nilai: 5
nombre de autor: America Blancas

Violeta Meil siempre tuvo todo: belleza, dinero y una vida perfecta.
Hija de una de las familias más ricas del país M, jamás imaginó que su destino cambiaría tan rápido.

Recién graduada, consigue un puesto en la poderosa empresa de los Sen, una dinastía de magnates tecnológicos. Allí conoce a Damien Sen, el frío y arrogante heredero que parece disfrutar haciéndole la vida imposible.

Pero cuando la familia Meil enfrenta una crisis económica, su padre decide sellar un compromiso arreglado con Damien.
Ella no lo ama.
Él tiene a otra.
Y sin embargo… el destino no entiende de contratos.

Entre lujo, secretos y corazones rotos, Violeta descubrirá que el verdadero poder no está en el dinero, sino en saber quién controla el juego del amor.

NovelToon tiene autorización de America Blancas para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Rumbo al país N

**Capítulo 4:**Rumbo al país N

(Desde la perspectiva de Violeta Meil)

Empacar debería ser un arte.

Y si lo fuera, definitivamente yo sería una artista incomprendida.

Estaba parada frente a mi cama, observando mi maleta abierta como si fuera un abismo sin fin.

Había ropa por todas partes: vestidos, blusas, tacones, bolsos… y una montaña de cajas de zapatos que parecía dispuesta a conquistar el mundo.

—Ok, Violeta, piensa —me dije a mí misma mientras sostenía dos pares de tacones—. ¿Realmente necesitas los Jimmy Choo y los Louboutin?

Me quedé callada un segundo.

Obvio sí.

Con un suspiro dramático, los lancé dentro de la maleta y me dejé caer en la cama, exhausta.

No podía creerlo.

En unas horas me marchaba al país N, al mismísimo corazón del imperio Vlader Sen Corporations.

Y no lo negaría: estaba emocionada.

Muy emocionada.

—Mi pequeña graduada —la voz suave de mamá interrumpió mis pensamientos—. ¿Ya terminaste de empacar?

Levanté la vista y ahí estaba Amelia Meil, con su elegancia natural y ese perfume carísimo que siempre dejaba un rastro a donde fuera.

A su lado, papá, Rodrigo Meil, con su expresión seria, como si estuviera a punto de leerme un contrato de veinte páginas.

—Casi, mamá —respondí, sonriéndole mientras cerraba la maleta con esfuerzo—. Solo me falta decidir si llevo mis abrigos o no.

—Vas al país N, hija —dijo papá, arqueando una ceja—. Hace frío hasta cuando hay sol.

Luego cruzó los brazos, observándome con ese gesto mezcla de orgullo y preocupación

—. ¿Estás segura de esto, Violeta?

—¿De qué? —pregunté, fingiendo no entender aunque ya sabía por dónde iba el asunto.

—De trabajar en Vlader Sen Corporations —intervino mamá, sentándose en el borde de la cama—. Podrías empezar directamente en la empresa familiar. Ya sabes, en el área de administración. Tu padre estaría encantado de guiarte.

Papá asintió, claramente de acuerdo con la idea.

—Tienes todo un imperio esperándote, hija. No necesitas ir a trabajar para otra familia.

Solté una risa suave.

—Papá, mamá… no quiero que me lo tomen a mal, pero… quiero ganar experiencia por mi cuenta.

Ellos se miraron, confundidos, como si acabara de decirles que quería mudarme a la luna.

—Sé que la empresa Meil siempre ha sido nuestra vida —continué, poniéndome de pie—, pero Vlader Sen Corporations es reconocida mundialmente. Quiero aprender cómo se maneja una compañía de ese nivel.

Quiero abrirme mi propio camino.

Y aunque mis palabras sonaban firmes, por dentro sentía esa mezcla de nervios y emoción que me hacía querer gritar y reír al mismo tiempo.

Papá me observó en silencio, con esa mirada que usaba cuando analizaba una inversión importante.

Finalmente suspiró.

—Tienes la misma terquedad que tu madre —dijo con una media sonrisa—. Está bien, Violeta. Pero si algo sale mal, las puertas de la empresa siempre estarán abiertas para ti.

—Lo sé —le respondí con ternura, acercándome para abrazarlo—. Gracias, papá.

Mamá también me abrazó enseguida, y en ese momento sentí una punzada de nostalgia.

Era hija única, y aunque me encantaba mi independencia, sabía que mis padres me consentían como si aún tuviera diez años.

—Por lo menos quédate en la mansión que tenemos en el país N —sugirió mamá, acomodándome un mechón de cabello—. Está lista, con personal y todo.

Negué de inmediato.

—No, mamá. Olivia también se va al país N. Le ofrecieron un puesto en un restaurante de lujo como chef, y sus padres le regalaron un departamento enorme. Me pidió que me quedara con ella, y… bueno, no pienso dejarla sola.

—Claro, Olivia —dijo papá, esbozando una sonrisa—. Esa chica es como una hija más para nosotros.

—Exacto —añadí, con una sonrisa cómplice—. Somos inseparables.

Miré el reloj.

Y entonces mi corazón dio un brinco.

—¡Dios mío! ¡Se me hace tarde para el vuelo!

Veinte minutos después, estaba bajando las escaleras de mármol con mi maleta en mano, mientras mis padres discutían sobre quién conduciría al aeropuerto.

—Yo manejo —insistió papá.

—No, tú manejas como si fuera una competencia de Fórmula 1 —replicó mamá.

—Por eso llegaremos rápido.

Rodé los ojos, divertida.

—Si quieren, conduzco yo —dije entre risas, y ambos me miraron horrorizados.

—Ni lo sueñes —dijeron al mismo tiempo.

Subimos al auto y el trayecto al aeropuerto pasó entre bromas, despedidas y promesas de videollamadas diarias.

Cuando llegamos, el lugar estaba lleno de gente, pero bastó que los guardias nos reconocieran para que nos dejaran pasar por una entrada privada.

Ventajas de ser una Meil.

Y justo ahí, entre la multitud, vi una cabellera risada saludándome con efusividad.

Olivia Meg.

—¡Violeeee! —gritó, corriendo hacia mí con una sonrisa que iluminaba todo el lugar.

Corrí hacia ella y nos abrazamos como si hubiéramos pasado meses sin vernos, aunque apenas habían sido tres días.

—¿Lista para conquistar el país N? —me preguntó con esa energía inagotable que solo ella tenía.

—Más que lista —respondí con una sonrisa—. Y tú, ¿ya asimilaste que serás la chef más joven de ese restaurante?

—Obvio —dijo, lanzando su cabello hacia atrás—. Estoy hecha para eso.

Luego saludó a mis padres con cariño, y yo hice lo mismo con los suyos.

Éramos prácticamente familia.

Tras unos minutos de despedidas, fotos y promesas de “pórtense bien”, subimos al avión.

El vuelo era largo, pero Olivia y yo convertimos las horas en una sesión de chismes de lujo.

Ella llevaba una copa de champaña en la mano y una sonrisa traviesa que ya me daba miedo.

—Por cierto, —dijo, inclinándose hacia mí como si fuera a contarme el secreto más importante del planeta—, ¿sabías que el nuevo CEO de Vlader Sen Corporations es Damien Sen?

—Sí, lo leí en una nota hace poco —respondí distraída, hojeando una revista de moda—. Es el hijo de Vlader Sen, ¿no?

—Exacto. Y dicen que está buenísimo —susurró, enfatizando la palabra con dramatismo—. Alto, serio, misterioso… ese tipo de hombre que solo con verte te deja sin aire.

Rodé los ojos, riendo.

—Olivia, voy a trabajar ahí, no a admirar a mi jefe.

—Ay, por favor, no seas tan aburrida —replicó ella, dándome un codazo—. Además, dicen que nunca se le ha visto con una mujer. Nunca. Así que algunos piensan que es gay.

—¿En serio? —pregunté, alzando una ceja.

—Sí. Aunque otros dicen que simplemente es exigente. —Olivia se encogió de hombros—. Ya sabes, de esos hombres fríos que no se enamoran de nadie porque están casados con el trabajo.

—Bueno, eso me parece perfecto. —Sonreí—. Prefiero un jefe distante que uno que crea que puede coquetear conmigo solo porque tiene poder.

—Sí, claro, “prefieres”… —canturreó Olivia, burlona—. Pero te apuesto que cuando lo veas, tu corazoncito de hielo va a derretirse.

—¡Ja! —reí—. Lo dudo.

Lo único que me interesa es dar una buena impresión.

Por eso casi compré media tienda antes de venir.

—¿Te refieres a las seis maletas que documentaste? —dijo Olivia entre risas.

—Seis y media —la corregí con orgullo—. La de los zapatos cuenta como extra.

Ambas estallamos en carcajadas, atrayendo algunas miradas curiosas de los pasajeros.

—Hablando de hombres irresistibles —dijo Olivia de repente, cambiando de tema con esa mirada traviesa que anunciaba chisme—, ¿has escuchado hablar de Caleb Dil?

—¿Quién es ese? —pregunté, arqueando una ceja.

—El asistente personal de Damien Sen —respondió sin dudar—. Es de familia influyente también, pero prefirió trabajar como ejecutivo porque dicen que le gusta ganarse su propio mérito. Y además… —suspiró, llevándose una mano al corazón— es tan sexy.

—¿Sexy? —repetí con diversión—. ¿Y tú cómo sabes tanto de él?

—Porque lo sigo en todas las redes sociales desde hace dos años —confesó sin vergüenza alguna—. ¡Dos años, Violeta! Ese hombre es un dios con traje.

Y ahora tú vas a trabajar con él.

—Oh no, no me digas que quieres que te lo presente… —murmuré, viendo su sonrisa cómplice.

—Por favor —me rogó, juntando las manos como si estuviera orando—. Si lo conoces, preséntamelo. No te pido más. Solo una cena, una foto, o un autógrafo… bueno, no, mejor un beso.

Solté una carcajada tan fuerte que casi se me cayó la copa.

—Eres imposible, Olivia.

—Y tú eres mi única esperanza —dijo, fingiendo desesperación.

—Prometo pensarlo —contesté con sarcasmo—. Pero no esperes que me convierta en cupido corporativo.

Olivia se acomodó en su asiento, sonriendo.

—Verás, Viole. Entre un jefe irresistible y un asistente de ensueño, tu vida en Vlader Sen Corporations va a ser cualquier cosa menos aburrida.

La miré, rodando los ojos.

—Lo único que quiero es trabajar, Olivia. Aprender, demostrar lo que valgo. No me interesa ningún hombre, y menos uno como Damien Sen.

Ella se encogió de hombros con una sonrisa traviesa.

—Eso dices ahora. Pero te conozco, y sé que tu vida nunca es aburrida.

Y si el destino te pone al frente del CEO más guapo del planeta… bueno, eso ya no será culpa tuya.

Suspiré, apoyando la cabeza en el asiento.

Quizás tenía razón.

Mi vida rara vez era aburrida.

Pero una parte de mí esperaba, sinceramente, que esta vez sí lo fuera.

Que todo fuera tan simple como un nuevo comienzo.

—Prepárate, país N —susurré mirando por la ventana del avión, viendo las nubes brillar bajo el sol—. Porque Violeta Meil acaba de despegar.

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Jessica Gonzalez
espero que no se quede con el
Jessica Gonzalez
asta ahora me gusta mucho está novela el ego de Damien es muy grande pero se encontrará con ella que no se dejará pasar a llevar
maria alejandra landaeta
excelente 😘
maylen urquiza
por favor querida escritora no me hagas sufrir más a nuestra querida violeta deja que ese mamón se de cuenta de la arpía que es esa mía pero que sea demasiado tarde y que ya violeta se le haya borrado ese amor y que le pongas a alguien que si la ame de verdad y que ese idiota de Damien se coma su hígado cuando se de cuenta que perdió a la mejor mujer que pudo tener a su lado gracias y espero su actualización 🥰🥰🥰
bela
por favor en lo mejor...espero que se valla que mande todo por un caño un asco de hombre.....espero que actualicé y que conozca la bruja que esta poniendo en su propia casa No aguanto esto ....que asco
maylen urquiza
uf querida escritora me tienes con los nervios de puntas y loca por ver cómo termina está belleza de novela que me tiene loca desde que la empecé a leer por favor actualiza rápido y que tan lindo como hasta ahora gracias 🥰🥰🥰🥰🥰🥰🥰
Gladys Torin
Que horror, me dejas en ascuas, no se vale
maylen urquiza
hola querida escritora me tienes loca con esta novela espero que nuestra querida violeta no sufra tanto y espero que el idiota de Damien se de cuenta de lo que está perdiendo por ser un tonto de lo peor y que cuando se de cuenta de no sea demasiado tarde para recuperar a nuestra querida violeta espero que siga así de linda y hermosa tu novela como hasta ahora la cual me gusta mucho 🥰🥰🥰🥰
maylen urquiza
querida autora me tienes enganchada con la novela por favor sigue actualizando así rápido 🥰🥰🥰🥰🥰🥰
maylen urquiza
hasta ahora excelente escritora espero y hagas que ese estúpido se arrepienta de haberla tratado como lo hizo y que cuando quiera regresar ella ya lo haya olvidado que se encuentre un hombre que la ame de verdad y la respete por lo que es y por favor no la embarazes de ese estúpido porque no se la merece ella merece algo mejor
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