Grace renació como la pobre chica extra que murió injustamente, pero ella no esta dispuesta a morir, por eso, no será como esa extra que murió, cambiará su destino y se vengara de quienes le causaron la muerte.
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capítulo 18- confesión
Con los guardias sosteniendo al hombre y las mariposas comiéndose al resto, Rachel se acercó y se encargo de quitarle la capucha y máscara, aunque, no se le hace conocido, aun así, Rachel le golpea en la cara con el puño.
- habla, si lo haces te dejaré con vida.
- solo soy un simple bandido.
- tch...hay que atarlo, me lo llevaré para ser interrogado, ustedes, deben volver a Artica, si es como pienso, estar en el palacio del rey sería peligroso.
Los guardias asienten y golpean al hombre para que se desmaye, así lo atan y lo suben al caballo. Mientras ellos avanzan de regreso, Rachel se queda y hace que sus mariposas terminen de consumir a todos esos hombres, mientras los guardias van de regreso, hablan de los peligrosa que es Rachel, pues es una maga y uno de ellos menciona que ha escuchado sobre los Scarlett, todos en esa familia poseen magia y el líder, un Archiduque, hace que tanto sus hijos como sus hijas sean entrenados para matar.
- puede ser una trampa, ella quizás haya venido a matarnos.
- de ser así, ya lo habría hecho ¿no?
- tal vez señor, pero, hay tener cuidado, el emperador nunca perdonaría que su madre fuese herida o asesinada.
Al llegar a la cabaña, el capitán le hace saber a la emperatriz todo lo que paso, esta se muestra preocupada, así que decide que lo mejor es volver mañana por la mañana que no haya viento, se irán de nuevo, ya después ella misma enviará una carta al rey excusándose por no haber llegado el día acordado, pronto Rachel llega también, al hombre lo había dejado en el establo, después irá con él para interrogarlo.
- ¿ya decidieron que hacer?
- su majestad decidió volver a Artica. Señorita agradecemos su gran ayuda.
- no es necesario, yo solo los ayude, al igual que ayudaría a cualquier otra persona.
- es usted muy noble señorita.
La emperatriz le sostiene la mano entre las suyas y le coloca una joya en la palma.
- esto, es muy valioso, se que no compensa todo su ayuda, pero puede serle útil.
- no majestad, no puedo aceptar algo así, es demasiado.
Le regresa la joya, si es verdad que es muy valiosa, pero no desea aceptarla.
- insisto, esta joya lleva impreso el sello imperial, si lo necesita, puede usarlo para ingresar a Artica.
- pero yo...esta bien, se lo agradezco enormemente.
La emperatriz le da un abrazo para después ir a la habitación a descansar, por otro lado, Rachel sale de la cabaña para ir a los establos, donde el hombre que capturo, estaba.
- ¿aun no esta dispuesto a confesar? Le ayudará a vivir un poco más.
- no dire nada, de igual manera estaré muerto.
- pero ellos te mataran de inmediato, yo no...porque, su objetivo era la emperatriz de Artica, no fue casualidad que los guardias de la frontera se hayan ido ¿cierto?
- ya dije que no se nada.
Rachel hace aparecer una mariposas y esta vuela pegándose al rostro del hombre.
- si no hablas, ella sola empezará a comerte, lo que será muy doloroso.
El hombre sacude la cabeza tratando de quitarse la mariposa, pero pronto siente que esa misma le muerde la mejilla y grita, ya que era un dolor muy fuerte.
- si hablas me aseguraré que puedas huir lo suficientemente lejos.
- no, nunca, no puedo decir nada,
La sangre empieza a derramarse por la mejilla del hombre mientras la mariposa sigue comiéndose la piel, el hombre se sacude pero no puede quitársela de encima.
- maldita, bruja loca...
- si, quizás eso soy...
Rachel procura sonreír mientras el hombre grita desesperado, el capitán que la había seguido, observa escondido todo, tal parece que no tiene nada en su contra, pero es una chica peligrosa. El hombre seguía negándose a hablar, por lo que la mariposa continúa con lo suyo.
- detenla, hablaré, pero detenla.
- no hasta que hables.
- fue el Archiduque Scarlett, el nos envió por orden del rey...tú eres una Scarlett, no deberías detenernos.
- que lleve su sangre y apellido no me hace igual a él, yo detesto las injusticias. Por eso lo deje.
La mariposa desaparece y el hombre se desmaya al no poder más con el dolor, mañana ordenará que lo lleven lejos, duda que los busquen porque seguramente pronto encontrarán los restos de los otros hombres y crecerán que ninguno sobrevivió.
A la mañana siguiente, Rachel ya preparo un carruaje diferente para la emperatriz, incluso hizo que los guardias se cambiaran a una ropa más común, así creerán que solo son nobles de clase baja, mientras que el carruaje de la emperatriz, se lo llevará Rachel y lo dejará abandonado en algún lugar, quizás lo lance en un acantilado.
- espero llegue a salvo majestad.
- ¿estará bien usted? Si saben que nos ayudo estará en problemas.
La emperatriz se preocupa, porque Rachel no dudo en contarles lo que confesó aquel hombre y si se llega a saber que fue ella quien los ayudó, su familia la podría hacer ver como traidora.
- ya se, venga con nosotros, mi hijo, el actual emperador es un joven generoso, estoy segura que la ayudará.
- pero, no quiero causarle problemas.
- todo esto paso, porque nos ayudaste, así que podemos protegerte, nadie sabrá que te has ido del país.
Rachel se queda en silencio, como si estuviese pensando con seriedad la situación, hasta finalmente sonríe.
- esta bien, pero si eso empieza a causar problemas, volveré.
La emperatriz le pide suba al carruaje, así nadie la vera irse con ellos. Rachel se puso cómodo y el viaje empezó de inmediato. Cuando cruzaron por entre las montañas, los restos de cuerpos ya no estaban, seguramente otros mercenarios habían ido a recoger todo.
- es frustrante, no poder hacer nada, quisiera que el país supiese que el rey es un doble cara, al igual que mi padre.
- lo único que podemos hacer es cuidarnos, nunca imagine que el rey quisiera hacer algo así.
Durante generaciones han mantenido la paz entre ambos países, para que de pronto un rey quiera causar la guerra, es algo que es difícil de creer.