Diana

Perla: vamos a tu cuarto  te vistes y vamos a desayunar.

Ana: ok.

Luego de ducharse Ana y Perla se dirigían al comedor y se encontraron con Lilian quién parecía siempre estar en todos lados, Lilian veía a Ana de arriba abajo, tal vez, asegurándose de que estuviera bien, Ana no lo notó porque estaba un tanto distraída pensando que en esos dos días buscaría la manera de comunicarse con su madre, le preocupaba mucho no saber de ella ni de su salud. Lilian le preguntó porqué estaba tan distraída, estaba a punto de responder y Perla habló.

Perla: seguramente está así por el incidente de hace un rato.

Lilian: ¿que sucedió?

Ana: nada importante.

Perla: oh sí, claro que sí, súper importante, jajaja, ella tropezó con el Adonis y ahora está así atolondrada.

Lilian: ¡¿QUE?! Debes contarme todo inmediatamente.

*Ana le contó todo.

Lilian: ¿Dorothy lo sabe?

Ana: no, creo que no, yo no le he dicho nada.

Lilian: mejor así, debemos mantenerlo en secreto o tendrás un problema tan grande que no alcanzas a imaginar.

Las jóvenes asintieron, sintieron curiosidad pero no se atrevieron a preguntar nada, siguieron su camino, desayunaron juntas y luego cada una se fué a su cuarto, estando sola Ana no hacia más que pensar en su familia, quería tanto poder saber si su madre se encontraba bien, también tenía que saber porque Dorothy pensaba que ella era vírgen...

Mientras tanto en su ciudad, Diana, se preocupaba por Ana, aunque no lo demostraba ella quería saber dónde estaba su hija, ella sabia que ya Ana no contaba con su antiguo empleo ni con la ayuda de sus ex jefes, la abuela de Ana preguntaba constantemente por ella, y Diana decía que no sabía, que no le importaba nada de esa mal agradecida que ella estaba haciendo una nueva vida y que sólo le importaba la pequeña Liz y el hombre con quién estaba. Diana en una de sus fiestas conoció a un hombre más o menos de su edad, le pareció atractivo, el se acercó a ella conversaron e intercambiaron sus números telefónicos y de ahí empezaron a salir, el era casado y ésto a ella no le importó por qué al principio él sólo le atraía, ellos sólo eran amantes y ella estaba conforme con eso, pero luego un fuerte sentimiento entre ambos fué creciendo haciendo que se enamoraran, por supuesto el no sabía que ella tenía V.I.H y ella estaba muy arrepentida de no haber tomando las medidas necesarias para no contagiarlo, siempre que llegaba a casa después de haberse entregado a él con pasión sólo lloraba arrepentida, el también se enamoró tanto de ella que estaba dispuesto a dejar a su esposa por ella y quería que tuvieran un hijo pero claramente Diana no podía por dos motivos, el primero y más fuerte su enfermedad y el segundo era que ella después de su última hija se operó para ya no tener más hijos, ella no podía decirle a él la verdad así que sufría sola y en silencio.