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Hilos Del Destino

Hilos Del Destino

Status: En proceso
Genre:Magia / Superpoder
Popularitas:518
Nilai: 5
nombre de autor: Víctor Solórzano

Siempre nos hablan del tiempo como algo lineal, primero el pasado, luego el presente y por último el futuro y también nos hablan de que el único tiempo real es el presente, porque el pasado ya pasó y el futuro no está hasta que llega, pero ¿Qué tal si no fuera así? ¿Qué pensarías si te digo que el tiempo, paradójicamente, es y no es línea a la vez? ¿Y que vivimos varios momentos al mismo tiempo y esto no se limita para nada al presente?

Te invito a descubrir poco a poco la complejidad de esta historia y a sumergirte en un océano de emoción a medida que leas su trama.

NovelToon tiene autorización de Víctor Solórzano para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo XIX, Enrique II

Me encontraba en la mansión familiar que había visto crecer a tantas generaciones de los Iron desde hace doscientos años, cuando dejamos de vivir en castillos. El nombre oficial de esta mansión es Iron House, pero le suelen decir casa de la pureza; esto por ser completamente blanca en el exterior y por la pureza del corazón de la que siempre se ha hablado sobre la familia real, con hombres y damas honorables. Estaba sentado en una de las sillas del comedor, esperando a que viniera mi hermana, a quien había ido a buscar un guardia real por orden mía; ella debía saber por mi propia boca sobre el compromiso.

Las palabras que tenía que transmitir me pesaban como una cordillera en los hombros. Mi hermana siempre había sabido que algún día tendría que ser parte de un matrimonio arreglado como conveniencia a la familia real y cuando me hice rey, ella supo que yo sería quien decidiría con quien se casaría. Si lo pienso, el ser usada como una moneda de cambio ya era bastante malo, en especial ahora que aún era una mujer tan joven, con apenas quince años, faltándole aún dos años para ser legalmente adulta, aunque claro, aún sería sólo el compromiso, el matrimonio aún no se efectuaría; me repetí varias veces eso último a mí mismo para consolarme, pero lo cierto es que lo peor de todo esto es que había comprometido a mi hermana con Andrew Falcón y cuando ella lo sepa, quizás nunca me perdone.

Vi a mi hermana entrar seguida del guarda real ser Jhon. Le indiqué con mi mano a ser Jhon que debía dejarnos a solas.

—¿Hermano, este es un asunto oficial o se trata de algo personal?

—Ambos. —Hice una pausa y me esforcé por mantener una expresión lo más neutra posible—. Siéntate, hermana, lo que tengo que decirte es importante.

Le hablé de la visión del vidente, de la situación tan grave en la que estaba el reino y el resto del mundo y de cómo era que dependíamos totalmente de Andrew Falcón, el último alquimista, y finalmente la hablé de las condiciones de este, incluyendo el comprometerla a ella en matrimonio con él y como yo había aceptado todas estas condiciones, empeñando mi palabra real en ello. Lo único que no mencioné fue como él había usado su alquimia para que, en caso de que yo faltara a mi palabra, muriera como consecuencia.

—Bien, gracias por decírmelo personalmente, hermano, no puedo decir que me agrada el asunto, pero comprendo que tomaste la mejor decisión por el bien del reino y el mundo.

—¿Podrás perdonarme algún día? —Mi tono quebradizo delataba que me encontraba a punto de estallar en llanto.

—No te culpo por esto, hermano, no tengo nada que perdonarte, creo que el perdón que buscas lo debes hallar en ti mismo, rezaré a los dioses para que puedas hallarlo a su debido tiempo.

Una lágrima corrió por mi mejilla desde mi ojo izquierdo. Eso fue todo el desahogo que me pude permitir, no era mi intención llorar aún por este asunto y menos delante de alguien más, aunque ese alguien fuera mi amada hermana.

—¿Cuándo harás oficial el compromiso?

—Mañana, pero, como dije, no se casarán hasta después de la guerra, eso suponiendo que ganamos y que sobrevivimos.

—De acuerdo, pero una vez comprometidos, quiero conocerlo mejor en la medida de lo posible.

Esas palabras me aturdieron. Pero comprendí que el motivo era simple: si todo salía como debía, ellos dos compartirían su vida juntos, como marido y mujer. Y para la realeza está prohibido totalmente el divorcio, así que eso duraría hasta que finalmente ella muriera.

—Está bien, Victoria, puedes conocerlo en la medida de lo posible antes de que empiece la guerra, bajo la condición de que siempre haya un guardia real presente.

—Gracias, hermano. —Sonrió—. Ahora permite que me retire a mis aposentos.

—Adelante, hermana… yo también necesito descansar.

Me fui a mi habitación, en el cuarto piso de la mansión, entré a mi baño privado y me di un baño, al salir me sequé, me puse ropa ligera y me acosté en la inmensa cama en la que desde el inicio de mi reino sólo había dormido.

«Mañana será un día realmente horrible y este día, que no hace sino provocarme ansiedad, avanza a paso de marcha fúnebre. Sólo quiero dormirme ahora para que el resto del día pase más rápido para mí.»

Dormí apenas un par de horas. Luego de eso me levanté y me entretuve jugando videojuegos. Me había asegurado de tener desocupada la agenda ese día y necesitaba distraerme de lo que me esperaba, relajarme, aunque quizás esta fuera la última ocasión en que podría hacer eso.

Jugar videojuegos equivale a soñar estando despierto, vivir increíbles fantasías que por lo general no pueden darse en la vida real. Lo que me esperaba a futuro era una pesadilla de la que quizás nunca podría despertar, así que valía la pena ignorar todo lo demás y soñar despierto casi el día entero.

Apenas y sí tomé pausas para comer junto con mi hermana en el comedor y para bañarme. Mi hermana y yo casi no intercambiamos palabras luego de haberle informado sobre el compromiso. Cada uno lo estaba asimilando a su manera.

Finalmente llegó la hora de acostarnos a dormir y cada uno fue a su habitación despidiéndose con un «Buenas noches.» No hubo sueños o pesadillas que interrumpieran mi descanso de esa noche.

Al día siguiente informé sobre el compromiso a tres personas para que se presentaran en la mansión para ser los tres testigos que se necesitaban, además de mí, para hacer oficial el compromiso: el ministro de justicia, Ivan Torres, que además sería el que traería la documentación oficial, el ministro de defensa, Pedro Fuentes y, finalmente, el conde Antonio De León. Cuando ellos ya estuvieron presentes en la sala de invitados, llamé a Andrew Falcón e hice que el guardia real ser Jhon fuera personalmente a informarle a mi hermana que debía presentarse en la sala de invitados, pues pronto sería la hora de hacer oficial el compromiso.

Treinta minutos después estábamos todos reunidos en la sala de invitados. Tanto yo como la pareja a la que estaba a punto de comprometer estábamos de pie, mientras que los tres testigos estaban sentados, tal como dicta la tradición.

—Como rey del reino Iron, los uno en compromiso, ya pueden firmar los papeles.

Ambos firmaron los papeles en los que constaba legalmente el compromiso. Así fue como Victoria Iron y Andrew Falcón quedaron comprometidos. Llevar a cabo este compromiso fue la decisión más dura de todo mi reinado.

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EIOC 23
Venezolanos, desde el primer capítulo lo supe... /Smile/
bombastickbook
buena historia bro
Anthea
Tu historia parece ser emocionante. ¡Por favor, un nuevo capítulo! 🙏
Victor Solorzano: Subí el nuevo capítulo hace unas horas.
total 1 replies
Vòng một lép nhưng tôm tép có đầy
Me interesó la trama, no puedo esperar a ver qué pasa después.
Victor Solorzano: Hasta ahora he publicado cuatro capítulos.
total 1 replies
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