Sahara es una chica dulce y amable, que para salvar la vida de su hermana tuvo que entregarse a un mafioso; pero ella se equivocó, da todo por una familia egoísta y esa decisión cambia su vida, ahora ella tiene que empezar a vivir sola, a valerse por si sola, sus problemas empiezan con esa desicion.
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CAPITULO 01. LA FAMILIA DUARTE
En la ciudad de New York, en Estados Unidos, en uno de los distritos más ricos, en una de las mansiones vivía la familia Duarte, una de las familias más ricas en todo el mundo, eran dueños de las mejores joyerías en todo el mundo; el señor Carlos Duarte falleció en un accidente de automóvil, su hijo mayor Damián Duarte tenía tan solo 23 años cuando tuvo que hacerse cargo del negocio familiar, se convirtió en un joven responsable, amargado, cambio tanto que a la edad de 31 años parecía un hombre con una gran amargura en su alma.
La segunda hija es Sahara tenía 15 años cuando su padre falleció, a sus 18 años entro a la universidad a estudiar la licenciatura de medicina, estaba en sus 23 años preparándose para su examen de titulación, era una joven alegre y sobre todo dedicada a sus estudios a pesar de su madre siempre se opuso a que estudiara, siempre la trato mal, siempre le hacía saber lo molesta que estaba porque estudiaba.
Carola era la más pequeña de los tres, ella tenía 19 años, una vez que salió de la preparatoria no quiso seguir estudiando, se dedicaba a estar con las amigas, a ir de compras, a estar en todas las banalidades que la sociedad le permitía, fiestas, eventos sociales, gastaba dinero sin límites.
Mónica de Duarte, cuando su esposo murió, ella se sintió liberada, empezó a gastar en ella misma, en su persona, ella se consideraba una diva, era una mujer egocéntrica, una mujer vacía por dentro, solo le importaba casar a sus tres hijos en alguna buena familia, hacer más fuerte la riqueza familiar.
Eran las 7:30 pm, Sahara estaba en la gran biblioteca que estaba en su casa, estaba estudiando, preparándose para su examen de titulación y escondiéndose de su madre para que no la llevara a una de sus largas compras o fiestas nocturnas; estaba concentrada en su estudio que no cedió cuenta cuando su hermana entro y se acercó a ella.
• Hermanita, deja de estudiar, no te hace falta, tenemos una buena vida, solo tenemos que disfrutar de lo que papá nos dejó; Sahara, ven quiero que me acompañes, hay una fiesta de la familia, Ferreira en el gran hotel de esta ciudad, por favor ven conmigo, si no mi mamá no me dejara ir y sirve que las dos convivimos como hermanas, nunca lo hemos hecho.
• Carola, tengo que estudiar, mi examen de titulación será en unos días, no puedo distraerme con fiestas; pero te prometo que, ya que pase mi examen, te dedicaré el tiempo que quieras, para convivir como hermanas.
• No quiero, esta fiesta es única, la mejor del año y yo no puedo perdérmela, eres mala conmigo; pero está bien, si para ti es más importante tu estudio, que pasar tiempo con tu hermanita, que solo hoy me atreví a pedirte algo y me lo niegas.
• Carola, no te pongas así, está bien, iré contigo, voy por mi suéter y nos vamos.
• Sahara, no vas a ir vestida así, ven vamos a mi habitación, tengo un vestido que te va a quedar perfecto.
Sahara indecisa se pone de pie y la sigue hasta su habitación, al entrar, Carola, cerro la puerta, fue a su enorme closet y saco un vestido; Sahara el ver ese vestido se quedó con los ojos abiertos, ella sentía que no podía ponerse algo así, era demasiado revelador para su gusto. Lo tomo y mira la parte de abajo era una tela negra, que daba de media espalda hasta debajo de la rodilla esto era por la parte de atrás, por enfrente tenía de la cintura hasta debajo de la rodilla la misma tela gruesa, haciendo una falda esquinada, que se unía en el pie derecho, con dos listones plateados, que venía de la cintura del lado izquierdo y terminaba en la pierna derecha, el otro listón era de las caderas hasta terminar de bajo de las rodillas junto con la tela gruesa, dejaba una abertura, que deba poco arriba de la pierna derecha donde los dos listones se unían.
La parte de arriba era más el problema, era una tela transparente, toda la parte de enfrente que llegaba hasta sus senos, donde solo la parte de los senos tenía unos gruesos, en forma de copa, era de tirantes y parte de sus senos se dejaba ala vista, la parte del medio totalmente descubierta, dejando ver gran parte de su piel; al ver ese vestido hasta un escalofrío le dio y quiso negarse a usarlo, pero su hermana hizo de todo para que se lo pusiera.
Sahara se metió al baño, se bañó y después se puso el vestido, cuando salió, la hermana hizo un escándalo al verla, se mostraba emocionada, la hizo ponerse unas zapatillas plateadas que iban muy bien con el vestido, la ayudo a peinar su larga cabellera que era lacia de color castaña, le ondulo las puntas y la maquillo; al final al dejo increíblemente bien, se miraba bellísima, su cuerpo era hermoso y ese vestido solo reafirmaba su belleza.
Cuando estuvieron listas, las dos salieron de su habitación y fueron directo a la sala donde estaban su mamá y su hermano; ellos, al verla, se levantaron haciendo un escándalo por lo hermosa que se miraba, felices de que decidiera salir esa noche con su hermana. Su madre y su hermano las acompañaron a la salida, las subieron al carro y solo les dijeron que se divirtieran; Sahara se sentía incómodo, trataba de taparse con su cabello, ese escote era realmente revelador y a ella no le gustaba.
Cuando llegaron al hotel, las dos bajaron, Carola se acercó a su hermana y le quito el cabello, quería que mostrara su belleza; después tomo su brazo y las dos entraron al hotel, fueron directamente al enorme salón de fiestas. Carola al momento de entrar empezó a saludar sus amigos y Sahara solo la seguía, se sentía incómoda, sin ganas de estar ahí, no era su ambiente, no era algo que a ella le gustara; ella no sabía qué hacer, así que solo siguió a su hermana, hasta que después de un largo rato las dos se sentaron en una mesa, que estaba reservada para su familia.
Carola no duro ni 5 minutos sentada cuando unas amigas y amigos llegaron por ella, se la llevaron dejando sola a Sahara; Carola siguió a sus amigos hasta afuera del salón de fiestas, se quedaron en la recepción del hotel y en ese momento miran llegar a un hombre increíblemente llamativo. Carola, lo miro de arriba abajo, traía un pantalón de vestir color negro, una camisa blanca, se podía ver como su cuerpo era perfecto, estaba marcado, su rostro era varonil, de esos rostros perfectos que hacen ver a un hombre cautivador, era alto 1.85, piel clara, labios no gruesos, pero tampoco delgados, su nariz afilada, sus orejas, no eran grandes, sus ojos eran grandes, pestañas largas y de color café claros, casi llegando amarillos, su cabello era corto de esos cortes modernos pero elegantes.
Carola no podía dejar de verlo y quería saber quien era y bajando la voz dice.-
• ¿Quién es ese hombre tan guapo?, nunca lo había visto.
Una de las amigas de Carola, la más mitotera y metiche, la joven que estaba en todo, que no se perdía ninguna fiesta y siempre andaba viendo que se enteraba; su nombre era Sofía, fue la primera en responder.
• Carola, no me salgas con que no sabes quién es, si es el hombre con quien tu familia quiere hacer negocios, para ver si así salen de la quiebra a la que los llevo tu hermano; ese hombre es Nil Henderson, el hombre más poderoso de París, maneja empresa de modelos, es el que decide que joyerías participaran en las pasarelas de París, el dueño y señor de ese País. Pero quiero decirles lo más feo de ese hombre, dicen que su fuerte, ese el narcotráfico, es el dueño de la nueva droga que está pegando en todo el mundo, esa pastilla transparente, que según me han dicho, te hace alucinar, vivir tu fantasía más profunda; bueno eso me han dicho y la verdad yo si quiero probarla, si esa droga es tan increíble como él, yo si la pruebo.
Otra de las amigas de Carola dice.
• Sofía, ese hombre es demasiado selectivo y hasta donde yo sé, le gustan mujeres muy bellas, con cuerpo de diosas, por eso tiene las mejores modelos del mercado, es muy selectivo; pero la verdad yo no me metería con un hombre así, él usa a las mujeres un rato y mañana si te vi ni me acuerdo, yo si me doy a respetar, no soy mujer de rato. Carola, la verdad que ese hombre se fijara en ti o en tu hermana sería la bendición para tu familia, sería su salvación de no perder todo; porque no te lo ofreces, tal vez te funcione, total ni pura eres, no perderías nada.
Sofía se empieza a reír y con su voz burlona le dice.
• No hagas semejantes bromas, si yo que tengo un mejor cuerpo que Carola, no entro en sus gustos, en verdad crees que ella sí; no seas mala con ella, no juegues de esa manera con sus sentimientos, será mejor que se vaya acostumbrando a la pobreza.
Carola molesta le contesta.
• Sofía, yo soy una belleza y puedo con cualquier hombre, hasta con ese mango que se derrama de lo delicioso que esta; pero yo soy una mujer decente y no estaría con un hombre solo por beneficios, prefiero la pobreza antes de ser el desahogo de una noche de un hombre. Si me disculpan regresare con mi hermana, está sola y no quiero que enfade.
Carola empezó a caminar al salón de fiestas cuando se encontró con su hermana, ella le dice que quiere ir al baño y Carola decide acompañarla; las dos caminaron al baño pasando por la recepción, en ese momento Nil se dio media vuelta y la mira pasar a su lado, inconscientemente se le queda mirando, observándola de pies a cabeza.