En un tranquilo pueblo rodeado de montañas, Martín, un chico alto y reservado, siempre ha creído que su altura lo separa del mundo que lo rodea. Sofía, en cambio, pequeña pero llena de energía, ve el mundo desde una perspectiva completamente diferente. Un inesperado encuentro entre ellos hará que dos mundos opuestos se entrelacen de formas que ninguno imagina. Lo que comienza como un simple gesto de ayuda, pronto desatará emociones que pondrán a prueba sus propios límites. ¿Hasta dónde pueden llegar dos personas que ven la vida desde alturas tan distintas?
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Capítulo Extra 3: "Bajo el Cielo de Primavera"
La primavera había llegado con todo su esplendor, transformando el paisaje del pueblo en una sinfonía de colores y aromas. Los cerezos estaban en plena floración, sus flores rosadas creando un contraste hermoso contra el cielo azul claro. Era el momento perfecto para disfrutar de la estación, y Sofía y Martín decidieron aprovecharlo al máximo.
Un fin de semana soleado, se encontraron en el parque central del pueblo, que ahora estaba adornado con flores frescas y bancos llenos de gente disfrutando del clima. Sofía llevaba un vestido ligero con estampados florales y una corona de flores en el cabello, mientras que Martín optó por una camisa de lino y pantalones cortos, luciendo cómodo y relajado.
— ¡Qué hermoso está todo! — exclamó Sofía, girando lentamente para mostrarle a Martín la belleza del entorno.
— Sí, es impresionante — respondió Martín, mirando alrededor con una sonrisa. — Creo que nunca había visto el parque tan vibrante.
Sofía le ofreció una cesta de picnic que había preparado con cuidado, llena de bocadillos y frutas frescas. Se dirigieron hacia un rincón tranquilo del parque, bajo la sombra de un gran roble, y se acomodaron en una manta extendida sobre la hierba.
— Me encanta cómo la primavera hace que todo se sienta tan nuevo y lleno de vida — comentó Sofía, mientras desenvuelve algunos bocadillos.
— Sí, es como si la naturaleza estuviera despertando después de un largo sueño — coincidió Martín, ayudando a organizar la comida.
Mientras disfrutaban de su picnic, la conversación fluía de manera natural. Hablaban de sus planes para el verano, de libros que querían leer, y de pequeños sueños y ambiciones que cada uno tenía. La atmósfera relajada del parque y el sol cálido creaban el entorno perfecto para compartir y conectarse de manera más profunda.
— Siempre he querido aprender a tocar un instrumento musical — confesó Sofía, mientras mordía un trozo de fruta. — No sé cuál, pero me parece que debe ser increíble poder expresar tus sentimientos a través de la música.
— Eso suena genial — respondió Martín, mirando a Sofía con interés. — Yo solía tocar la guitarra cuando era más joven, pero dejé de hacerlo. Tal vez debería retomar esa idea.
— ¡Eso sería fantástico! — dijo Sofía, animada. — Podríamos hacer una pequeña banda. Tú tocas la guitarra y yo, tal vez, podría aprender a tocar el piano o algo así.
Ambos rieron ante la idea, imaginándose en una pequeña banda improvisada en la que el único público serían ellos mismos. La conversación siguió avanzando hacia temas más personales y profundos, y pronto se encontraron hablando sobre sus familias y los recuerdos de la infancia.
— A veces me sorprendo de lo diferentes que son nuestras historias — comentó Sofía, mientras observaba a los niños que jugaban cerca. — Crecimos en ambientes tan distintos, pero parece que encontramos un punto en común.
— Es cierto — dijo Martín, con una expresión pensativa. — Creo que nuestras diferencias nos han ayudado a ver el mundo de una manera más rica y variada.
El sol comenzó a descender, y el cielo se llenó de tonos dorados y anaranjados. La luz del atardecer filtrada a través de las hojas del roble creaba un juego de sombras y luces sobre la manta, dando al momento una calidad casi mágica.
— ¿Sabes qué? — dijo Martín, mientras miraba el horizonte. — Este ha sido uno de esos días que parecen detenerse en el tiempo, como si pudiéramos quedarnos aquí para siempre.
Sofía asintió, sintiendo la misma paz y satisfacción.
— Sí, es uno de esos momentos que guardas en el corazón. Me alegra compartirlo contigo.
La tarde continuó con una tranquila caminata por el parque, disfrutando del frescor del atardecer y del ambiente relajado. Finalmente, se dirigieron hacia el lago cercano, donde se sentaron en un banco y contemplaron el reflejo del cielo en el agua.
— He estado pensando en nosotros y en todo lo que hemos compartido — dijo Sofía, mientras miraba las ondas en el lago. — Siento que hemos crecido mucho juntos.
Martín la miró con una sonrisa cálida.
— Sí, ha sido un viaje increíble. Y estoy seguro de que lo mejor está por venir.
La conversación se desvió hacia recuerdos y planes futuros, y antes de que se dieran cuenta, la noche había caído y las estrellas comenzaron a brillar en el cielo. Se levantaron para regresar, pero no antes de detenerse y admirar el paisaje nocturno.
— Es hermoso — susurró Sofía, con la mirada fija en las estrellas.
— Sí, es como si el cielo también quisiera ser parte de este momento — respondió Martín, tomando la mano de Sofía en un gesto de cariño.
Caminaron juntos bajo el cielo estrellado, disfrutando de la tranquilidad y de la conexión que habían fortalecido durante la tarde. Sabían que ese día en el parque sería un recuerdo especial, uno que llevarían con ellos mientras continuaban su viaje juntos.
...El Susurro de la Primavera...
...Bajo el cielo de primavera, en un día dorado,...
...donde el sol acaricia y el viento es suave,...
...dos corazones se encuentran, en un rincón apartado,...
...donde el tiempo parece detenerse, en un susurro grave....
...Las flores cuentan historias de colores vibrantes,...
...mientras las hojas bailan al ritmo del viento,...
...y en cada risa compartida, en cada mirada constante,...
...se teje un lazo invisible, un amor en crecimiento....
...El lago refleja los sueños en un manto sereno,...
...y el atardecer pinta la tarde con matices cálidos,...
...mientras los pasos en la hierba, sin prisa, sin freno,...
...marcan el compás de un amor que es tan claro como los áureos....
...La primavera es testigo de una conexión sincera,...
...donde los momentos compartidos son joyas preciosas,...
...y bajo el cielo estrellado, la noche es una espera,...
...de sueños compartidos y promesas amorosas....