No, esto no puede ser cierto. Esa mujer no pudo destruir mi vida aún más de lo que ya lo ha hecho. ¿Qué más quiere de mí?, ¿acaso planea mi muerte?. No, si me quisiera muerto lo estaría. Quiere que pase mi vida postrado, arrastrándome como un gusano.
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Alucinación
Isabella: no sé cuánto ha pasado, esa enfermera sigue viniendo. Cada ves que me inyecta mi mente se pone confusa, a veces yo misma pongo en duda mi cordura. Quiero irme, quiero salir de este lugar. Por favor, alguien, quién sea, ayúdenme.
Rosalin: las cosas no pueden ir mejor, hemos recuperado el control en la empresa.
Adrián: así es y como la declararon incapacitada, las acciones a su nombre quiénes disponen de ellas es su familia y ellos nos apoyan así que todo va según lo planeado.
Rosalin: solo falta el testamento, ¿has averiguado algo?.
Adrián: no, no se quién lo tenga. El abogado solo me dijo que recibía la información minutos antes de darla a conocer, que siempre llega de manera anónima.
Rosalin: ese medicucho debe saber algo. Lo bueno es que mientras Dorian no aparezca tenemos tiempo de hallar una solución.
Cristofer: ¿te has enterado de las últimas noticias?.
Dorian: ¿qué sucede?.
Cristofer: han encerrado en un psiquiátrico a Isabella Lombardi.
Dorian: ¡¿qué?!
Cristofer: si, dicen que se volvió loca.
Dorian: no lo creo. Investiga la situación y encuentra una forma de entrar en ese psiquiátrico.
Cristofer: ¡¿qué?! ¿estás loco?.
Dorian: solo hazlo.
Cristofer: está bien, veré que puedo hacer.
Connor: ¿lo lograste?
Miguel: sí, he puesto a una enfermera de nuestra parte para ver quién es la que está drogando a Isabella. Pero las cosas en la empresa no van bien. Han aprovechado su ausencia y aunque vuelva ya ha perdido credibilidad y no solo eso. Gracias a esta situación la familia González ha metido las narices en todo lo que respecta a la empresa.
Connor: lo sé y Alberto fue claro de no mostrar la información del divorcio, ni la prueba de ADN que demuestra que Adrián es un bastardo, hasta que su hijo vuelva. Así que nuestra única esperanza es Dorian, con su presencia todo daría un giro de ciento ochenta grados.
Miguel: ¿no veo cómo?, no hay noticias de él desde hace años.
Connor: creo que está más cerca de lo que todos piensan. Solo espero que no demore.
Cristofer: ya tengo lo que me pediste y hay que admitirlo, es sospechoso. Hay mucho movimiento alrededor de ésta chica. Así que escarbé un poco más y encontré algo curioso.
Dorian: déjate de intrigas y habla de una vez.
Cristofer: hay varías personas recibiendo dinero extra en ese hospital y todos tienen en común que atienden a Isabella. Así que no es errado decir que su locura no es coincidencia.
Dorian: lograste buscar una forma de entrar.
Cristofer : claro, tienes turno esta tarde.
Dorian: ¿que hiciste?.
Cristofer: solo le dije al médico que valorara si estás cuerdo.
Dorian: no puedo contigo.
Cristofer: debes admitir que es la forma menos sospechosa.
Dorian: si es así no perdamos tiempo. Quiero valorar la situación con mis propios ojos.
Cristofer: no pensé que le interesara tanto esta chica. Ya hemos llegado. Este lugar es deprimente.
Dorian: ya que nos han permitido la entrada busca tú al médico.
Cristofer: espérame aquí, sé que no te gusta el ambiente de hospital.
Dorian: doy una vuelta por el lugar, hay muchas personas y todas se ven desenfocadas de la realidad. En una esquina esta ella, ¿con quién habla?.
Isabella: ¿por qué?, ¿por qué no me quieren?. ¿Que hice mal?, me portaré bien, seré una buena niña.
Dorian: no sé a quién le habla, no hay nadie cerca. Se la escucha hablar entre lágrimas. Parece perdida en algún recuedo.
Isabella: no, no me pegues por favor ya detente. No más, lo haré, haré lo que digas.
Dorian: sin previo aviso se tira en el suelo, se hace un ovillo. Es como si alguien en verdad la estuviera golpeando.
Cristofer: ¡ahí estás!, te he estado buscando, no me contesta. Miro en la misma dirección en que esta perdida su vista. Si no hubiese investigado al respecto diría que en verdad esta loca. Dorian aquí está el médico ya se encuentra al tanto de la situación.
Dorian: ¿por qué está así?
Doctor: desde que llegó ha tenido episodios similares. Parece revivir una y otra vez recuerdos traumáticos. Y si lo que me contó su amigo es cierto, si sigue aquí el daño podría ser permanente.
Dorian: doctor, vendremos en la noche. Asumo que mi amigo le dijo nuestra intención.
Cristofer: ¿en verdad vas a sacarla así?, ¿por qué no demostrar la farsa? . Tenemos las pruebas.
Dorian: demorará demostrar todo este complot. Isabella no tiene tiempo, solo mírala. Si permanece aquí un poco más nunca podrá irse, estará realmente loca.
Doctor : estoy de acuerdo con usted, cuánto antes se valla mejor y no se preocupe su amigo fue muy convincente, asi que los ayudaré. Le daré algo que limpiará un poco el cóctel de medicamentos que le han dado, no estará completamente consiente pero no será un zombi. A partir de ahora la pondré en aislamiento y me encargaré de que nadie se acerque a ella.
Dorian: ésta noche vendremos por ella. Ya que hemos logado nuestro objetivo nos marchamos.
Cristofer: ¿por qué ir tan lejos para ayudarla?. Si ésto sale mal estaremos en problemas. La quieres secuestrar ¿sabes?.
Dorian: tengo una deuda con esa chica.
Cristofer: ¿deuda?, ¿la conocías de antes?.
Dorian: talvez algún día te lo cuente.
Cristofer: más te vale porque tengo otra información jugosa para tí.
Dorian: ¿jugosa?.
Cristofer: tu antigua madrastra y tu hermanastro tratan de hacerse con el testamento de tu padre.
Dorian: ¿dejó un testamento?.
Cristofer: si y no tiene nada de normal. Dejó a Isabella a cargo de todo, pero la distribución de los bienes solo se hará cuando tú estés presente.
Dorian: ¿yo?
Cristofer: sí y ya te imaginarás como están esas hienas. Aunque con Isabella fuera de escena las cosas se han vuelto a su favor.
Dorian: si esperan por mi, no voy a hacerlos esperar más. Pero antes que nada quiero resolver esta situación.
Miguel: ¿has pensado en algo?.
Connor: no se me ocurre nada, para quitar la autoridad de su familia sobre ella.
Miguel: si Alberto estuviera aquí todo sería más fácil.
Isabella: mi cuerpo se siente pesado, estoy en el piso de esta habitación acolchonada. No me puedo mover, hay tanta quietud y silencio, que el sonido de mi respiración pausada y los latidos lentos de mi corazón, puedo oírlos con claridad. Hoy ha entrado una persona que no he visto antes, no dijo nada, solo me inyectó algo. Pero mi mente se siente un poco más clara. Escucho la puerta abrirse, las luces se apagan y entra un hombre, pero es muy pequeño. No, no es pequeño, está sentado en una silla de ruedas. ¿Quién será?, ¿por qué está aquí?.
Dorian: ¡Isabella!, ¡Isabella!, ¿estás despierta?.
Isabella: levanto mi cabeza con dificultad, lo miro, su voz me resulta familiar. Pero mi mente no pede centrarse en ¿quién es?. Lo conozco, ha dicho mi nombre. Pero está oscuro y no veo su rostro.
Dorian: está desorientada. Se que puede escucharme, pero sus reacciones son lentas. Isabella ven, vámonos.
Isabella: ¿irme?, me extiende su mano. ¿Ésta es la oportunidad que he estado pidiendo? o solo una alucinación creada por mi mente, que me está jugando una mala pasada. Mostrándome aquello que anhelo.
Dorian: está dudando, no lo dudes, ven. Conmigo estarás a salvo.
Isabella: ¿a salvo?.
Dorian: si, nadie volverá a dañarte.
Isabella: intento levantarme, tomar esa mano que promete salvarme. Caigo, pero no me rindo, con dificultad me pongo en pie y voy hacía esa figura.
Dorian: me encantaría scarla en brazos aquí, pero no es posible, ahora solo soy medio hombre. Ya está en pie, toma mi mano que aún está extendida y hace algo que no esperé. Se sienta en mis piernas y entierra su cara en mi cuello.
Isabella: esa extraña figura me inspira confianza, familiaridad. Me acerco, su mano es cálida, me siento sobre él, acurrucándome en su pecho. Su calor corporal inunda mi cuerpo, que se siente frio. Me aferro a él, siento sus manos sosteniéndome, como si intentara confortarme. La pesadez de mi cuerpo solo aumenta. Hueles bien... ¿te conozco?. No escucho respuesta, solo hay silencio y mi consciencia es vencida por el cansancio.
Dorian: no dice más, solo se queda dormida, puedo sentir su aliento rozar mi piel lo cuál me hace erizar . Salgo con ella. Vámonos.
Cristofer: ¿pero que... No digo más, por su mirada no quiere hablar de ello. Cuando se extienda la noticia de que ha desaparecido. Las cosas se pondrán agitadas. Nos retiramos de ese lugar en la complicidad de la noche. Nadie sabrá o podrá relacionarnos con su desaparición.
Adrián: ¿cómo es posible?. Quiero que averigüen de inmediato ¿qué fue lo que sucedió? y ¿cuál es su paradero?.
Rosalin: ¿qué pasa?, ¿por qué estás tan alterado?, llevas gritando al teléfono desde hace rato.
Adrián: alguien sacó a Isabella del hospital anoche.
Rosalin: ¡¿qué!?, ¿quién fue?.
Adrián: no sé, las cámaras fueron desconectadas. Los médicos y celadores drogados, con algún tipo de gas para dormir.
Risalin: bueno no es muy difícil saber de quién es obra, solo hay dos personas que la ayudarían.
Adrián: lo sé, ya he tomado medidas. Cuándo se descubra que la secuestraron, los eliminaremos a los dos de un solo tiro.
Miguel: Isabella ha desaparecido, alguien la sacó del hospital.
Connor: ¿quién pudo haber sido?. A ésos dos no les conviene que ella salga y su familia no moverá un dedo para ayudarla.
Miguel: no lo sé, pero no está y si no fuimos nosotros. ¿Quién la sacó?.
Connor: esto cada vez se enreda más. Ahora debemos cuidar nuestros movimientos, seremos los principales soschosos.
Miguel: eso es lo raro. Ella solo nos tiene a nosotros. ¿Quién la tiene? y ¿con qué intenciones?.