La Princesa Villana

Luciel está con Diana en su cuarto, ambos hablan de la boda

-Es correcto que esté aquí?

-Nos vamos a casar, además necesito decirte algo.

-Soy todo oídos.

-El duque del este no me da confianza.

-Ese idiota, le dijo bastardo a mi hermano.

-Lo mantengo vigilado, creo que pretendía seducirme.

-Que dices? Lo voy a golpear, no lo voy a matar.

-No exageres, mi espía dijo que lo siguiente, el hablo con otro noble, le insinuó lo que planea, dice que pensaba que seria fácil seducir a la futura reina.

-Que espere parado por qué tú serás mi esposa, yo te vi primero, siempre he sido el primero.

Luciel se recuesta en el sillón y pone su cabeza en las piernas de Diana.

-En eso no tengas duda.

-Donde está él, supongo que se quedará hasta la boda.

-Está en el palacio de visitas, es un palacio diferente.

-Menos mal, mi padre tampoco está muy contento que digamos, hablo con William.

-Y que dijo?

-William dijo que no le importa, desde niño siempre supo que su verdadero padre era alguien más sobre todo por su magia, no se lleva con Andrew por qué una vez lo aventó de un barco sin querer y el otro casi se muere, además la madre de él es hermana de la Duquesa.

-Si sus madres son hermanas, también hay rivalidad, por qué la sucesión aquí en Terán es de padre a hijo, si no hay hijos es a una mujer Pero se le da todo hasta que tenga un hijo barón.

Andrew quería el Ducado del sur, por que piensa que tiene derecho al ser hombre, también por qué tiene un hermano.

-Pero por eso el próximo duque es mi hermano.

-Asi es, Pero el este alega que tú hermano es un bastardo y pues...

-Si, ya sé, si lo es, aunque ahora saben de quién es hijo, no creo que nadie sea tan estúpido de decir algo, además será el hermano del Rey.

-Jaja, lo dices con mucho orgullo

-Claro es mi hermano mayor, oye tiene una excelente puntería en el arco y si me dejó en ridículo con la espada, me sentí débil a su lado.

-Por eso sales a entrenar temprano.

-Si, voy con mi hermano.

-Si Hunter y lisa te escuchan se pondrán celosos

-Lo más seguro es que si, siempre quise un hermano, los mellizos fueron un regalo de los dioses, aun así son muy pequeños, en cambio, William es tan solo dos años mayor que yo, ahora entiendo a Hunter cada vez que me persigue.

Diana solo lo escucha con atención y acaricia su cabello, su hermoso cabello plateado, ella simplemente lo besa y él acepta el beso, cada vez más sus besos son más intensos y con ganas de mas.

-Diana, me siento utilizando, ya se por qué estamos en tu habitación.

-Jaja.

-Quieres que piensen que somos muy unidos, así los rumores llegarán a Andrew.

-No como crees.

-Te conozco...

Diana solo ríe, efectivamente el joven duque del este, escucha los rumores, está enojado por qué en su realidad pensaba que acercarse a Diana seria facil.

En lo profundo del bosque el joven duque está en un pequeño problema, sus planes eran seducir a Diana por qué debe mucho dinero, su padre no sabe y es por eso que también deseaba el ducado del sur, ahora es el heredero solamente, no tiene poder ni dinero propio.

-Pequeño bribón ya te esperamos mucho, debes pagar.

-Puedo arreglarlo.

-Ya es tarde... manténlo.

Él saca su espada, solamente que no es suficiente, él está solo y ellos son más, es herido de un costado y con una rodilla al piso, piensa que es su fin.

Solo cierra los ojos para esperar el golpe, abre lentamente un ojo, solo ve como aquel mercenario cae al piso con una flecha en el corazón.

-El duque del este es débil, han atacado a un duque, no puedo dejarlos vivir.

-Ese duque no tiene palabra, es un vil cobarde, debe mucho dinero.

La joven bota una bolsa llena de monedas de oro, ellos se apresuran a recogerla.

-Es el pago, la Reina lo manda, no quiere volver a verlos cerca de él.

-Dígale que así será, nosotros si tenemos palabra.

El joven solo ve entre borroso, aquella mujer solo se acerca a él para revisarlo.

-Estoy bien.

-La herida en su costado no dice lo mismo, si no deja de moverse tendré que noquearlo.

La joven solo pone polvos en su herida y cose, así no se va a desangrar, procede a vendar la herida y lo ayuda a ponerse de pie, con un chiflido su caballo llega y lo sube, lo lleva a un lugar seguro, no es el palacio.

-A dónde me llevas.

-A mi cabaña

-Que?

-Quiere ir al palacio? La reina me dio órdenes de que no lo llevará ahí, habrá preguntas que supongo que no quiere contestar o ¿si?

-No, Pero...

-Puedo dejarlo ahí tirado si gusta.

-Como te atreves.

Ella frena de repente y el se tensa.

-No, estoy bromeando continua, gracias por salvarme.

-No me dé las gracias a mí, sino a la reina, en una semana es su boda y lo quiere ahí Pero no con cara dé cadáver, esos días serán suficientes para que se recupere.

Ambos van a una cabaña ahí hay dos cuartos en uno ella lo instala, vuelve a curar la herida.

-Eres doctora?

-Si, no se mueva, volveré a coser para que no le quede una cicatriz tan fea.

-Jaja, estoy vivo la cicatriz es lo de menos, por qué tienes el rostro cubierto.

-Por seguridad, si me ve en la calle siguiéndolo no me va a reconocer.

-En eso tienes razón, ya veo, debes ser muy hermosa

La joven solo aprieta su herida y el solo pone gesto de dolor que una lágrima sale de sus ojos.

-Ups lo siento.

-Si claro, te recuerdo que soy...

-Si, un enfadoso duque que estuvo por morir a manos de mercenarios

-Que grosera

-Descanse, duerma eso le ayudará.

La joven sale del cuarto y va al otro le pone seguro y se cambia.

-Ahora soy niñera de un alzado, se parece a mi hermano , jaja.

Ella es hija de un noble de Thaslis, es la menor por lo que su padre le dió permiso para ser guardia de la emperatriz.

Diana recibe el mensaje de que el duque está herido, pero no es grave.

-Como le fue?

-Dice que fue herido, pero que no morirá, siempre y cuando no se le infecte y no le dé fiebre, que si muere lo enterrara en el bosque y jamas sera encontrado

-Jaja, que? No es cierto? Luisa es muy cruel, pobre duque, quiero ver la nota.

Diana le da la nota y en verdad dice eso, La hija del Márquez es peligrosa.

-Ella creció entre hombres y sabrá manejarlo, sobre todo no caerá ante ese estafador.

-Ella es capaz de matarlo, lo compadezco.

-Haber, habré la boca, te voy a dar una galleta.

-Oye! Me da pena.