No Me Culpes A Mí

• Eduardo.

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He pasado estos últimos días trabajando incansablemente, necesito mantener mi mente ocupada para no seguir pensando en lo que me hizo mi padre, él me ha buscado, me ha llamado, me ha enviado mensajes, pero de ninguna forma le doy respuesta, no quiero verlo, no quiero oírlo, me tiene muy afectado lo que me hizo, no solo el engaño y la traición, sino su cinismo, la forma en la que quiso hacer que se vieran las cosas, me quiso dejar como mentiroso delante de mi madre, la forma en la que se victimizó me jodió demasiado, estoy tratando de superar esto de la forma posible.

Mi madre se fue de viaje a un retiro espiritual junto a mi nana Luisa, ojalá le sirve porque la vi más afectada que yo, me duele el sufrimiento de mi madre.

Por su parte Cristina no ha vuelto a buscarme y ojalá no lo haga por lo que le resta de vida, las pocas cosas de ella que había en mi Penthouse las voté a la basura, el médico de pacotilla que se atrevió a mentirme en la cara está enfrentando una demanda y la clínica también, . No dejaré que vuelvan a ejercer en la medicina, ni a engañar a otras personas nunca más, para eso tengo muy buenos abogados trabajando para mi.

El sonido de la puerta me hace salir de mis pensamientos y me giro inmediatamente para encontrarme con la imagen de mi asistente personal y mano derecha; Frank Medina.

_____ Señor están esperando que confirme su asistencia al congreso que dará inicio mañana al medio día. _ me informa Frank.

_____ No iré, ve tú en representación mía, no estoy de ánimos para congresos, tu presencia es igual como la mía.

_____ Como usted ordene, señor, también quería recordarle que el próximo fin de semana será la inauguración de la cadena de hoteles "Luna Dorada" y todos los invitados han confirmado la asistencia.

_____ Gracias Frank, puedes retirarte.

El hombre da media vuelta y se marcha, mientras yo me vuelvo a concentrar en mi Macbook, necesito terminar de revisar y responder varios correos.

Además de los hoteles también manejo otros negocios, tengo una constructora en la ciudad de Manhattan, la cual administra el CEO Carlos Teherán, un buen amigo de la universidad y experto en negocios, entre otros negocios en los que he invertido a lo largo de los años.

Después de mi larga jornada laboral que yo mismo me impuse, salgo y ceno en un restaurante mexicano que descubrí en el centro de la ciudad hace unos días, mientras espero mi plato me fijo que a pocas mesas hay un par de mujeres muy lindas y voluptuosas, una de ellas me hace ojitos, pero aunque están muy buenas y todo no causan nada en mi, es como si me sintiera vacío por dentro, no he encontrado una mujer que despierte esas sensaciones tan maravillosas que me inviten tan siquiera a llevarla a la cama para pasar una noche agradable.

No diré que no volveré a enamorarme más, porque sé que no será así, sé que algún día llegará una mujer a adueñarse de mi corazón desde el primer instante, no soy de los que piensa que todas las mujeres son iguales porque no es así, así como hay mujeres malas, cínicas, infieles y mentirosas, también hay mujeres buenas, fieles, amorosas, de ejemplo tengo a mi madre y a mi nana, espero encontrar una mujer que me alegré y me enamoré el alma nuevamente, quiero una que me hechice solo con su mirada.

Después de cenar me dirijo a mi petnhause, me tomo dos copas de vino en el interior de mi jacuzzi, escuchando una melodía que ayuda a relajar, salgo cuando ya siento el agua fría, me seco y me coloco el boxer y una camiseta sencilla, luego de cepillar mis dientes me acuesto en mi cama y enciendo la pantalla gigante para ver alguna película o serie, pero no encuentro nada de mi interés, así que apago todo y me dispongo a dormir.

Al día siguiente estoy tentado a asistir al congreso, pero luego me convenzo de hacer otras cosas, como visitar varios de mi hoteles y en eso se me todo mi día.

La semana pasa lenta y tortuosa, en el día me distraigo con mi trabajo mediante los viajes relámpagos que hice unas dos veces durante estos días y las noches me voy a participar en las carreras de motocicletas que tanto me gustan, me encanta sentir la adrenalina recorrer mi sangre, el viento chocando contra mi cara y escuchar los vítores de los que apuestan y disfrutan de este deporte aunque sea ilegal, me ganó la mayoría de las carreras y también un jugoso premio el cual dono a los niños más necesitados del barrio en el que se realizan las carreras.

El viernes por la noche después de cenar me dirijo a un bar a tomarme unas copas antes de ir a encerrarme en la soledad de mi habitación, no sé tengo como ganas de bailar, de entrar en un ambiente diferente está noche, divertirme un poco, quizás esta noche conozca a una mujer interesante que me saque de la abstinencia en la que estoy metido desde hace meses.

Al llegar al lugar entro rápido con mi pase vip. Me voy a la segunda planta y me ubican en una de las mesas de la esquina la cual está adornada con muebles cómodos y me da una vista perfecta de la parte de abajo en especial la barra y la pista de baile, después de un rato y de haberme tomado unos cinco tragos mis ojos captan la imagen de una hermosa mujer que entra como toda una reina, su andar es espectacular, trae un vestido coqueto que resalta sus atributos, botas y su cabellera negra como la noche la trae suelta.

No mira a nadie, se dirige a la barra y se sienta de una forma elegante y sencilla a la vez, ordena una bebida y se le entregan rápido, noto como la miran con deseo varios hombres, pero ella está centrada en su bebida y su celular, después de unos minutos noto como varios hombres se le acercan y me hablan y yo deduzco que la están invitando a bailar, pero ella niega y no le da entrada a ninguno.

No la pierdo de vista en ningún momento, me gusta lo que transmite esa mujer, me gusta y estoy ansioso por acercarme a ella y espero que no me rechace, después de unos cuantos tragos se dirige sola a la pista de baile y quedo hipnotizado con sus movimientos sensuales.