El planeta Tierra se deteriora, las profecías se van cumpliendo poco a poco. Voces del pasado despiertan a los guerreros del presente para el cumplimiento de la profecía de la restauración a costo de un sacrificio. Simples humanos que adquieren súper poderes para cambiar el aspecto del planeta.
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Oceanía
Mientras Mark hace el pedido por celular de unas cervezas y unas pizzas. Callum, Jun He, Rafika, Abdul y Junk Tae están en la sala disfrutando del descanso, Lucie tiene papeles y lápices para diseñar la mochila según el espacio que necesita el cinturón.
- Mark – señala Callum una foto colgada - ¿Estás acompañado?
- Sí, ella es Catalina, mi prometida, la boda es el próximo fin de semana.
- ¿Te casas? Me supongo que habrá espacio para nosotros.
Mark se ríe y Callum se pone de pie .
- Vamos, después de todo lo que hicimos para ayudar al planeta y a las personas en peligro, ¿no nos vas a invitar?
- Tendré que hablar con Catalina, ella es la que está organizando la fiesta, yo la estoy pagando.
El resto de invitados ponía mala cara a Mark ¿Cómo es posible que no invite a sus amigos de milicia, por así decirlo, a su boda?
- Chicos, no pongan esa cara. Es mi novia quien maneja el asunto de la organización. Debo hablar con ella, si sobran tarjetas es porque si hay espacio para ustedes.
Lucie presentó el boceto de la mochila para el cinturón, el diseño les fascinó a todos. El timbre sonó y era el conserje que intentaba comunicarse con Mark.
- Señor Campbell, un repartidor dice que tiene pedido para usted.
- Que suba. Gracias por el aviso. – cuelga el interfono y le avisa a sus invitados – chicos, llegó el pedido, está subiendo, prepárense.
Las chicas piden Mark donde hay vasos para servir la cerveza.
- La cerveza está en lata, no se preocupen.
El repartidor llegó a la puerta y deja los pedidos, Mark paga con tarjeta y retira las cajas y bolsas de la puerta. Todos en conjunto disfrutan del almuerzo, si es que se puede llamar almuerzo a eso, pero bueno, una de las chicas pidió el baño, y en ese momento entra Catalina, ella entra y se encuentra con Mark y sus amigos comiendo.
-¿No fuiste a trabajar hoy?
-Cariño, te presento a mis amigos, una está en el baño, por cierto, chicos, les presento a mi prometida, Catalina.
Todos saludan con respeto a Catalina, cada uno se presenta.
- Un gusto conocerlos, prepararé algo para la cena.
- Cariño – dice Mark – tu ración de pizza y tu lata de cerveza están en la cocina. Caliéntala y ven conmigo.
- Está bien, amor.
Camino a la cocina encuentra un objeto brillante, era el cinturón, se siente atraída, Lucie está saliendo del baño y observa, pero nada más observa para no asustar a la joven y menos generar malos entendidos, por si acaso.
Catalina tomó el cinturón y éste brillaba, era la señal que tanto buscaban, Mark tenía en casa a la guerrera perdida, ella se pone el cinturón y aparece Oceanía. Lucie, esta boquiabierta y susurra.
- No puede ser, Catalina es la guerrera perdida, pobre Mark cuando se entere.
Lucie avanza lento, Catalina observa a la mujer quien tiene una cara inexpresiva.
-Tú – señala a Lucie – te has puesto el cinturón.
- ¿Es tuyo?, lo siento. – se sintió apenada – lo vi muy bonito y me sentí tentada. No lo tomes a mal, no soy lo que tú piensas.
Catalina se quita el cinturón, se lo devuelve, el cinturón no pudo trasmitir la energía a la guerrera perdida, pero sigue emitiendo señales. Lucie lo guardó rápidamente en la bolsa de tela. Le cuesta respirar normal, ella ha logrado ver a Oceanía, pero no sabe si decirlo a Mark ahora, o esperar otro día. Lo único que puede hacer es actuar como si nada. Catalina igual, para no arruinar la reunión de amigos de su prometido, actúa.
Callum se muestra cariñoso con Lucie, y le susurra.
-Callum, necesito hablar contigo después de la reunión.
- Esta bien. – le susurra.
La comida fue amena, todos se despiden de los anfitriones y fin de la incomodidad. Pero Catalina no pudo y habló con Mark.
- Mark, la otra chica, la cariñosa con el pelirrojo, ¿es de buen carácter?
- ¿Pasó algo? – le preocupa que haya sucedido algo.
- Nada. Solo pregunto por curiosidad – sonríe con torpeza.
- Te veo diferente, - se dio cuenta por la actitud – dime lo que pasó.
- Sobre la mesa vi un cinturón muy bonito, me sentí tentada de usarlo y en eso aparece ella, saliendo del baño.
- ¿Te hizo algo? – no está tranquilo, se pone en estado de alerta.
- Me señaló y me hizo referencia al cinturón. Me lo quite rápido para que no pensara que me lo iba a quedar.
- ¡Ah! – entendió el motivo – lo que pasa mi amor es que ese cinturón es una reliquia, … - busca algo que desviar del tema – ella la mandó a limpiar, tú sabes las joyas con el tiempo se percuden y pierden su brillo.
- Ella es celosa de la reliquia familiar. - saco su conclusión.
- Pues sí, - le siguió la corriente a la conclusión de su prometida – es una herencia que va de generación en generación. Lucie es muy celosa de sus cosas.
- Que no vaya a pensar mal de mí. – está muerta de la preocupación.
- Descuida mi vida, hablaré con ella, y le daré tus disculpas.
- Quisiera invitarla para disculparme personalmente.
- Ellos parten para Europa , Callum es irlandés y Lucie es francesa. – le explica y espera poder poner punto final.
-¡Oh! – estaba apenada – vienen de lejos. ¿Si los invitamos a la boda? ¿Podrán venir?
- Tendré que llamarlos.
- ¿Son viejos amigos, verdad?
- Si – le mintió.
- Invitamos a todos y los que puedan, pues están bienvenidos.
- Se los diré, mi amor.
Mark y Catalina pasan su tarde juntos. Mientras que Callum y Lucie están pasando una velada bajo la luna llena, casi llena.
- Cariño, ¿De que me querías conversar? – recordando los susurros de hace un momento.
- Vi a Catalina ponerse el cinturón.
- ¿Y? – no le veía nada interesante.
- El cinturón mostró señales. – le trasmite la misma impresión que sintió en ese entonces.
- ¿Estás segura de lo que dices? – se altera.
- Segura, vi el cinturón brillar. Catalina es la guerrera perdida, es Oceanía. – concluye .
- Querida, las bromas de mal gusto no me gustan – Callum no es capaz de asimilar la noticia.
- ¿Me creerías capaz de bromear con una cosas así? – le reclama.
- Lucie, debe ser una broma, Oceanía es el sacrificio. No puede ser la prometida de Mark, el próximo fin de semana se casan.
- Pobre Mark cuando se entere. – se siente triste.
Lucie siente tristeza, se imagina a la cara de Mark cuando descubra que su prometida es la guerrera perdida ¿Cómo tomará la noticia?
