Mi nombre es Hanna y esta es mi historia.
En mi vida todo lo que creí que era real nunca lo fue, por eso sé con seguridad que la frase de "no hay peor ciego que el que no quiere ver "no encaja conmigo....yo realmente quería poder ver; el dolor y el sentimiento de tristeza en mi corazón no desaparecía y la verdad aun persiste por eso la soledad fue y seguirá siendo mi mejor compañera de vida ¿porque?.
-Porque ya no logro confiar en nadie hasta perdí las ganas de conocer y amar a alguien.....perderlo todo porque otras personas así lo decidieron....ja! ¡que ridículo!
-Es insoportable; pero¿qué podía hacer? si mi alma estaba encerrada en una oscuridad profunda sin poder ver ni un poco de luz infiltrarse.
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Falso destino
Fran- ¡Confías demasiado!
Hanna- Tranquilo papá, volveré después del almuerzo
- Me terminé de alistar y Diego pasó a buscarme.
Diego- ¿Cómo estás?
Hanna- Bien, ¿y vos?
Diego- Bien, ¿estás nerviosa?
Hanna- No, ¿porque lo estaría?
Diego- Sólo preguntaba
- Llegamos a su casa y el recibimiento de ella fue demasiado actuado.
Marta- ¡Hola!, llegaron
Hanna- ¡Hola!
Diego- ¿Abel, ya llegó?
Marta- No, todavía no volvió del almacén
Diego- Debe estar con Leo
Marta- Sí, pero ya está la comida, mejor ve por tu hermano
Diego- ¡Ya vuelvo, Hanna!
Marta- ¿Cómo estás Hanna?
Hanna- Bien
Marta- Mi hijo me contó que tu amigo le pegó el otro día, creo que deberías disculparte con Diego
Hanna- ¿Por qué lo haría?
Marta- Seamos sinceras, fue por tú culpa que Diego se enojó
Hanna- ¡Disculpe señora, pero se equivoca!
Marta- Le creo a mi hijo, ¡se que todo es tú culpa!, pero dejemos el tema por el momento estamos por comer y no me gustaría entrar en discusión ahora
Diego- ¡Ya estamos!
Abel- ¡Hola, Hanna!
Hanna- ¡Hola!
Marta- ¡Siéntense que voy a servir la comida!
- No veía la hora de volver a casa, había aceptado la invitación por Diego, pero no tenía ganas de estar.
Abel- Hanna, ¿es cierto que tu amigo golpeó a Diego?
Diego- ¿Por qué preguntas eso vos?
Abel- Solo quiero saber
Hanna- Así fue
Abel- Dile que tenga cuidado, la próxima no tendrá la misma suerte
Hanna- ¿Es una amenaza?
Diego- ¡Basta!
Marta- Amelia debería de haber venido, ¿no crees Diego?
Diego- ¿Para qué vendría?, deja de hablar tonterías
Abel- ¡Ja, ja, ja!, sácate la careta
Marta- Tu abuela me dijo que cree que es el destino el que los unió
Diego- Es verdad lo dijo la otra vez
Hanna- Sí
Abel- Pues yo no pienso igual
Diego- Mejor nos vamos, ¡ya están fastidiando de más!
Hanna- Sí, mejor
Abel- ¡No se enojen, solo es broma!
Diego- En seguida vuelvo, voy a dejar a Hanna en su casa
Marta- ¡Adiós Hanna, vuelve cuando quieras!
Hanna- ¡Adiós!
- Después del almuerzo en casa de Diego, las cosas entre nosotros cambiaron, ¿por qué?, porque su máscara empezó a caerse de a poco.
- Era un día domingo por la tarde cuando me había pedido que fuéramos al cine, pero su trato conmigo era diferente.
Hanna- Diego, ¿por qué tu madre siempre actúa de esa forma conmigo?
Diego- ¿De qué hablas?, sí lo que te dijo es verdad
Hanna- ¿Qué?
Diego- Es tu culpa lo que pasó con tu amigo
Hanna- ¿Mi culpa?
Diego- Si no lo hubieras abrazado y él no hubieses ido a meterse a tu casa como si fuera tu pareja, ¡nada hubiera pasado!
Hanna- Él siempre entrará en mi casa porque es como mi hermano, ¡es parte de mi familia!
Diego- Si, si como digas, entremos a ver la película
- Cuando termino la película decidimos ir a tomar un licuado y había una mujer muy elegante con dos amigas Diego la miró y sonrió como si la conociera, en lo que nos acercamos para hacer el pedido ella empezó a hablar fuerte con intención de que escuchara su conversación.
- Habló todo el tiempo de que habían repetido el encuentro varios días teniendo relaciones, una de sus amigas le dijo por qué no hablas despacio se va a dar cuenta la novia que hablas de él, entonces ella respondió "No es mí culpa que busque en mi lo que de ella no le interesa" y empezaron a reír a carcajadas.
- No podía aguantar más y le pregunté a Diego.
-Hanna- Esa mujer está hablando de vos? Porque no hay nadie más que nosotros y esa pareja que están sentados afuera
Diego- ¿Qué, estás loca?
Hanna- ¡Te estoy preguntando!
Diego- Claro como vos sos así, ya piensas que todos somos igual
Hanna- ¡Eso piensas!
Diego- Perdón no fue mi intención decir eso, pero me molesta que creas algo así de mí
Hanna- Necesito volver a casa
Diego- Bueno, ¡oye!, ¡te amo!
- No sentía que me dijera la verdad, sabía que algo me estaba ocultando.
- Llegamos a mi casa y estaba Amelia esperándome.
Amelia- Hola, ¿cómo están?
Hanna- Hola, bien, ¿y vos?
Diego- Hola
Amelia- Bien, justo tu padre me había dicho que no estabas
Diego- Pero ya estamos de vuelta
Hanna- Y, ¿que te trae por aquí?
Amelia- Quería conversar un rato, pero si tienen planes, me voy y vuelvo otro día
Diego- No, pueden conversar tranquilamente yo tengo que irme
Hanna- De acuerdo
Amelia- Sabes, me acordé que tengo algo que hacer, vendré otro día
Hanna- Está bien
Diego- ¿Vas a tu casa?
Amelia- Sí
Diego- Vamos, voy en la misma dirección
Amelia- Bueno, nos vemos Hanna
- La manera en que cruzaron miradas me hizo sospechar que algo pasaba, así que no entré a casa esperé un momento y luego fui en la dirección a la que se dirigían ambos, los seguí sin que se dieran cuenta.
- Terminé descubriendo el secreto de ambos.
- Afuera de la casa de Amelia se estaban besando apasionadamente, el empezó a tocar su cuerpo y después ella abrió la puerta de su casa donde siguieron, espere en la plaza hasta que Diego salió, cuando se estaba despidiendo me cruce para terminar con todo.
Hanna- ¡¿Desde cuándo están mintiendo?!
Amelia- ¡Hanna!
Diego- ¡Es tu culpa!, porque nunca dejaste de lado tus sentimientos por Alex, que crees que no lo sabía
Hanna- Pues debiste alejarte de mí y no seguir fingiendo algo que no sentías
Amelia- Lo siento Hanna
Hanna- ¡No vuelvas a dirigirme la palabra!
Diego- ¡No le hables así, ella es más mujer que vos!
Hanna- ¿Por qué te pudiste acostar con ella estando conmigo?
Diego- ¡Nunca te toque porque me das repulsión!, el solo hecho de saber que estuviste con él idiota de Alex me hacía rechazarte
Amelia- Te dije que no se llevaban bien
Hanna- ¡Ja!, sigan juntos hacen una hermosa pareja!, los dos son la misma porquería
- Decidí volver a casa, no tenia caso seguir discutiendo, solo eran una falsa amiga y un falso destino.