Alexander y Milena son dos almas gemelas que están destinadas a estar juntos, pero en el camino se encontrarán con una serie de obstáculos que deberán superar para poder alcanzar su felicidad.
Cuál será el precio por alcanzar su felicidad???
Un hombre que sufrirá mucho por haberla escogido a ella como (LA REINA DE SU CORAZÓN ❤️)
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Capitulo 18. LA ALARMA
Me voy despertando, veo los rayos del sol asomarse por mi ventana. Yo siempre me levanto diez minutos antes de que suene la alarma. Anoche la pasé genial con mis amigas, vimos una película, comimos dulces y hasta hubo una guerra de almohadas. Mi mamá tuvo que venir y regañarnos.
Anoche sin que ellas se dieran cambie el tono de la alarma, ja, ja, ja ja, ja, ja. No falta mucho para que suene. Solo esperen el resultado.
La alarma suena, Alexa pega un grito y salta de la cama. Luego corre por el cuarto de un lado a otro. Se acerca dónde está Emma y la sacude porque parece que ni la alarma ni los gritos de Alexa la despertaron. Al principio se despierta desorientada, pero escucha el tono de la alarma y hace lo mismo que Alexa.
No aguanto más y suelto una sonora carcajada.
-ALEXA. Milena que te parece tan gracioso, no vez que está sonando una alarma de incendios. Tenemos que salir de aquí.
-EMMA. Cierto, vámonos, Pero ya.
Ellas empiezan a alistar sus cosas y yo fresca como una lechuga en la cama. Decido apagar la alarma. Ellas voltean dónde estoy yo y parece que entendieron todo por qué vienen hacia mi toda enojadas y me señalan.
-ALEXA. Tú, cómo te atreves a jugar con algo así. Casi me da un infarto.
-EMMA. Amiga eso no se hace yo todavía quería seguir durmiendo.
-MILENA. Chicas no es para tanto, yo solo...
No termino de hablar porque mis padres y mi hermano entraron a mi cuarto con caras de pánico.
-MÁXIMO. Princesa estás bien escuchamos muchos gritos en tu cuarto... Iba a responder pero Alexa se me adelantó.
-ALEXA. Señor Máximo lo que pasa es que a su hija se le ocurrió colocar de alarma una de incendios. Ya se imaginará porque los gritos.
-EMMA. Es cierto y yo quería seguir durmiendo. Se merece un castigo.
-MÁXIMO. Mi amor porque lo hiciste, por suerte no escuchamos el tono de la alarma si no aquí ya estuvieran los bomberos. No lo vuelvas a hacer, con eso no se juega. Por suerte nuestra casa está un poco alejada.
-MILENA. Papi lo siento mucho yo solo quería hacerle una broma a mis amigas. Por eso la coloqué únicamente para qué la escucharán ellas.
-ELENA. Eso no se hace y como castigo harás el resto del trabajo sola, ya tus amigas no vendrán para ayudarte, no saldrás este fin de semana y cero teléfono.
-LEONEL. Te apoyo mami. Yo aún quería dormir media hora más. Claro como ella se levanta temprano, quiere que uno lo haga también.
-ALEXA. Señora no es para... Mi mamá lo dejo hablar.
-ELENA. Si, y así se queda el castigo.
-EMMA. Señora... Dijo mi amiga en tono de súplica. Y mi papá intentó abogar por mí.
-MÁXIMO. Amor no la castigues así, ella ya entendió su error.
-ELENA. Nada me hará cambiar de opinión y si tú no quieres terminar castigado también es mejor que no abogues por ella. Esto estuvo mal y no hay que dejar que se salga con la suya... Mi mamá de verdad está enojada conmigo.
-MÁXIMO. Está bien amor, lo siento mucho corazón. De verdad te pasaste no puedo ayudarte.
-ELENA. Entren a bañarse que ya van tarde para sus lugares.
Todos salieron de la habitación, yo inmediatamente lloré, nunca me habían regañado así de feo. Siempre me salía con la mía. Creo que está vez si me pase.
-ALEXA. Amiga no llores, sabes está vez te pasaste jajaja.
-EMMA. Si es cierto las cosas hubieran pasado a mayores. Menos mal que la alarma estaba en un tono bajo. Ahora vamos a bañarnos. No queremos que tu mamá entre por esa puerta y nos vea aun así.
-MILENA. Vamos a bañarnos juntas así estamos listas al mismo tiempo.
Entramos las tres al baño, de igual no es la primera vez que lo hacemos.
Terminamos de bañarnos, nos cambiamos y bajamos al comedor.
Ahí ya se encontraba mi papá y mi hermano. Decidí bromear un poco.
-MILENA. Vaya por primera vez los hombres de la casa se levantan temprano.
-LEONEL. A alguien como que no le basto el castigo... Se me borró la sonrisa del rostro. Mi castigo mayor es no tener celular para poder comunicarme con Sebastián.
-MÁXIMO. Ya sabes, aprovechamos el descuido de alguien... Dijo mi papá con una sonrisa, sé que lo dice por mí.
-ELENA. Bueno ya, basta de charlas a comer.
Todos guardamos silencio pues nadie quiere ser castigado por mi mamá. Luego terminamos y subimos a cepillarnos los dientes. Pero antes de subir al auto de mi papá, quise convencer a mi mamá de que me devolviera mi celular. Que me castigará con otra cosa, de nada sirvió porque ella me dejó muy en claro que no me lo va a devolver.
Algo frustrada y triste ingresé al auto. Esto no puede estar pasando. Ahora que por fin iba a estar en contacto con Sebastián, pasa esto y todo por mi estúpida broma. Mi mamá se veía enojada de verdad conmigo. Ni mi papá pudo defenderme está vez. O también saldría perjudicado. Pues no modo me toca hacerme responsable de mis actos.
😘