Frágil Como El Cristal

Federico llegó a su casa, se tiró a su cama sin cambiarse, comenzó a llorar como un chico.

- sabía que me amabas, porque sos tan egoísta, y no nos permitís vivir este amor?

Lloro toda la noche, hasta quedarse dormido.

A la mañana siguiente Alma le aviso a Ana que no iría al local, que estaba descompuesta, así que, se tomaría 3 días. A Ana, le llamo la atención, pero sabía que si algo malo le pasaba, se lo diría a ella.

Por su lado Federico, se dirigió a su empresa, ya lo estaba esperando Pedro.

- epa, amigo, que cara.

- si, la única que tengo.

- mmmm, paso algo el domingo que no me enteré?

- sí, pasó y mucho.

- es por Alma este mal humor?

- ayer nos besamos, nuestras bocas no se tocaron, se fundieron, ambos nos confesamos nuestro amor, si, así como escuchaste, ella también me ama, pero no sé porque puta razón, me dice que no podemos estar juntos.

- será por ese secreto que ella tiene?

- sí, estoy seguro de eso, pero no me dijo que es, ni tampoco sé cómo averiguarlo.

- no lo sabrá la amiga?

- seguro, pero vos te crees que ella me lo va a decir?, no, ella la protege mucho, es su perro guardián.

- entonces?

- si tan solo supiera, buscaría la forma, pero no puedo luchar contra algo que desconozco.

- no sería mejor que te olvides de ella?, ayer me encontré con Estefanía y...

- no sigas, a vos te parece que puedo reemplazar a Alma con la hueca de Estefanía?, me da asco de solo pensarlo.

- era una idea nada más...

- no quiero resignarme, por Alma conocí el amor, y no voy a perderme de disfrutarlo y vivirlo, solamente será con ella, con nadie más.

- que vas a hacer?, estás destruido.

- dejaré pasar unos días y empezaré a presionarla, lo lamento, pero tengo qué luchar por los dos.

Pasaron los 3 días, y Alma volvió al local, era evidente que estaba triste, su amiga Ana lo notó enseguida, así que entra a la cocina y le pide a Martin que se haga cargo del salón, de esa manera, se quedarían a solas.

- decime ya que te pasó, no creas que me creí lo de la descompostura.

- pasó lo que en algún momento iba a pasar.

- Federico te confesó que no era tu amigo, y que esta enamorado de vos.

- exacto, y lo peor es que yo lo amo con locura, pero no puedo, no puedo hacerle eso.

- Alma, le contaste?

- no, estaba destruida y no tenía fuerzas.

- tenés que decírselo, que él elija, te lo dije una vez, sos una egoísta, y ese egoísmo te va a destruir y a él también.

- Ana, si lo hubieses visto, fue tan dulce..., y yo le provoque tanto dolor.

- por eso mismo, se lo debes, tenés que contarle, quizás él pueda ayudarte, y puedas disfrutar nuevamente de la vida.

- no sé, Ana, te juro, no sé quê hacer.

- te advierto, no dejes pasar mucho más tiempo, él está enamorado, pero no te va a esperar toda la vida, y cuando te des cuenta, quizás sea tarde.

Al medio día llega al local Federico, Ana se apresura a recibirlo.

- esta Alma?

- está donde siempre.

- y cómo está?

- destruida, igual que vos.

Ana le hace señas para salir del local, Federico la sigue.

- te pido de venir aquí, porque ella puede escucharnos, Federico, te pido que no dejes pasar el tiempo, tenés que presionarla, pero tranquilo, sin ser agresivo.

- que le pasó hace 8 años?

- eso yo no te lo puedo decir, tiene que contártelo ella.

- vos me vas a ayudar?

- claro que si, sé dé lo que fuiste capaz de cambiar por ella, y también sé que sos la única oportunidad de que ella sea feliz.

- la amo mucho Ana, estos días que pasaron fueron terribles. La necesito, sin ella estoy perdido.

- ella está igual, pero se le ha clavado una idea en la cabeza, y es más fuerte que ella, no lo puede manejar.

- vos que decís, le mando un mensaje?, la llamo?, la persigo?, que hago?

- empezá con los mensajes, y ves, como y que te contesta, después las llamadas, quizás no te conteste, pero no importa, no aflojes, un día, te le apareces, conozco a mi amiga, sé que si está enamorada, en algún momento te va a atender.

- ok, muchas gracias Ana, esto de que me ayudes con ella, me da muchas fuerzas.

- yo la quiero mucho a Alma, solo quiero su felicidad, pero eso si, nunca nos falles, ahí sí que nunca te vamos a perdonar.

- jamás le haría daño, la amo, alguien puede lastimar a quien ama?

- conozco a muchos Federico, no te creas. Por favor, no bajes los brazos.

- no lo voy a hacer, gracias nuevamente.

Ana vuelve al salón y Federico a su oficina, hoy empezaría la misión de volver a estar cerca de Alma.

📱- Hola, ¿cómo estás?

Alma mira su celular, ve quien le mando el mensaje, sigue con su decoración, Federico se quedan esperando, pero nota que ni leyó el mensaje, deja su celular, en un rato, intentaría de nuevo. Alma deja lo que estaba haciendo, limpia sus manos y agarra el celular, mira el mensaje, se queda pensando, le contesta.

📱- no importa como estoy yo, sé que te provoque mucho dolor, vos, cómo estás?

📱- triste, pero no me provocaste dolor, me entristece que no estemos juntos.

📱- te juro que vas a saber por qué, cuando llegue el momento. Bueno, saludos.

📱- te amo.

Alma deja su celular, esa última frase la mata por dentro.

Para Federico, era ganar una batalla en toda la guerra.

Al día siguiente.

📱- hola hermosa, estás mejor?

📱- estoy tomando fuerzas.

📱- me alegro. Te amo.

Al día siguiente.

📱- hola, estas mejor? como va tu negocio?

📱- vas a seguir insistiendo?

📱- hasta que deje de respirar, que no falta mucho, no sé cuanto tiempo voy a querer vivir sin vos.

📱- Federico, no me hagas esto

📱- yo no te hago nada, o acaso amar es algo malo?

📱- sabes a lo que me refiero.

📱- no, no lo sé, pero confío que vos me vas a aclarar algún día. Te amo.

Al día siguiente, no hubo mensajes, Alma se estaba preocupando, acaso él, ya se había cansado?, mañana sería domingo, un día muy largo y triste.