Otra Vez Serás Mía

En todo el camino de regreso ella no pronunció palabras...estaba dolida... pero pensando bien las cosas...

¿No habrá visto más de lo que imaginaba?

- ¿Estás bien? - le preguntó David. Ella asistió solamente sin emitir sonido - Si quieres podemos ir a algún lado...

- No, solo llévame a casa.

Llegaron a la mansión donde ella vivía en unos minutos. David le abrió la puerta del auto y ella salió.

- Otra vez gracias.

- Michelle - le detuvo - Si lo deseas...aún sigo aquí

Ella suspiró entonces...y le sonrió

- Gracias David...

Y sin decir más entró a su casa.

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- ¡Ya casi la tengo papá! - le contaba a su padre - ¡Estoy al dar el golpe de gracia y ella volverá corriendo a mis brazos de dónde nunca debió salir!

- ¡Eso espero! ¡Eso espero! - se fumaba un habano - Ya estoy agotando hasta los últimos recursos...y no es que mi inversión con Edwin del Monte no vaya a dar frutos... pero será a largo plazo... Su hija es mejor garantía.

Ambos conversaban en el despacho de su casa

- ¿Y los prestamistas?

- ¡Ya de ellos nos encargamos cuando te cases! Por ahora logré que me dieran unos meses más

- ¿Edwin no se percató de los papeles que firmó al hacer contigo la sociedad?

- No, es muy confiado la verdad...no sé cómo ha llegado hasta aquí...

- Es muy bueno en los negocios, pero contigo se descuido - entonces padre e hijo se echaron a reír.

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Dos días habían pasado ya...y aún no podía verla... no cogía sus llamadas y no lo recibía en su casa...mientras tanto David entraba y salía a su antojo...

Ya era tarde en la noche... cuando recibió una llamada

- ¿Daniela?

- ¿Cómo supiste que era yo? - le gritaba

Se escuchaba música de fondo y su voz sonaba pesada

- ¿Dónde estás? - le preguntó - Apenas te escucho.

- ¡Estoy en un club pasándola pipa!

- ¿Estás drogada? - preguntó

- ¡No! Solo bebí un poquito de más... ¡Eh tú aléjate de mí! - le decía Daniela a alguien y esto preocupó a Fernando.

- ¡Dime dónde estás!

- ¿Vendrás por mí?

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El club estaba en su apogeo... lleno de personas divirtiéndose con lo que encontraban... La vio apoyada sobre la barra...

- ¿Daniela? ¿Daniela? - le llamo

Ella alzó un poco la cabeza y cuando lo vio se aferró a su cuello

- ¡Mi salvador!, ¿Está vez no estoy soñando verdad? - estaba borracha

- ¡Vamos, salgamos de aquí!

La cargó en sus brazos y la sacó de aquel lugar... alguien les observaba y sacaba fotos de cada momento... le seguían...

Fernando la llevó a su casa, a su nueva casa... la depositó sobre la cama con cuidado...

- ¿Me dejarás aquí sola? - balbuceo ella - No te vayas Fernando, no te marches otra vez

Él sintió mucha lástima... ¿Qué le había hecho en el pasado? ¡La había inducido a lo que era hoy! Eso le daba pesar...

- No me ire - le prometió - Ahora duérmete.

A la mañana siguiente ella le despertó con un café... llevaba puesta una de las camisas de él y su cabello estaba húmedo, señal de que había tomado una ducha

- Buenos días - le extendió la taza, estaba sentada a su lado - ¿Por qué dormiste en este sofá cuando la cama tenía suficiente espacio para ambos?

Fernando tomó la taza después de reincorporarse en el sofá...

- Gracias - dio un sorbo al café - No quería molestarte y no hay más camas aún.

- ¡Ya veo! ¡Tienes buen gusto y está muy cómoda! - se puso de pie y lo miraba todo - Veo que te estás mudando aún... muchos muebles tienen aún los nilón...

Alguien tocó a la puerta entonces... el se puso de pie para abrir... pero Daniela se adelantó

- Yo abriré

¡Sorpresa!

- ¡Con que no me equivoqué! - soltó una risita Michelle

Fernando al verla corrió hacia la puerta...llevaba los botones de su camisa casi abiertos en su totalidad...y Daniela en aquella facha no dejaba mucho por imaginar

- ¡No es lo que estás pensando Michelle! - intentó justificar Fernando abotonado su camisa a toda prisa ¿Cuando se la abrió así?

- ¡Así es! - le dijo Daniela - No imagines nada...

Michelle los miró a ambos con desprecio

- No tengo mucho que imaginar... ¿Encontraste cómoda la cama? - le preguntó a Daniela

- Sí, estaba divina... dormí como hacía tiempo

- ¡Qué bueno que te gustó! Fernando la quería para su futura esposa...

Una vez más lo miró con odio y dolor...

- Michelle en serio z no es lo que te imaginas ...Daniela bebió de más anoche y...

- ¿Y le dejaste quedarse en tu casa? - dijo sarcástica - ¡Que gran samaritano eres! ¡Felicidades a los dos! Tendrán una linda familia como merecen.

Entonces giró sobre sus talones y se puso en marcha... Fernando le callo atrás y la alcanzó enseguida mientras Daniela sonreía arregostada al marco de la puerta principal...

- ¡Michelle escúchame! - tiró del brazo y ella lo miró entonces a los ojos

- ¿Qué debo escuchar? ¡Más mentiras! ¿Esto era lo que querías que habláramos está mañana?

- ¿De qué hablas? - sentía intriga, entonces ella sacó su celular y le enseño el mensaje que había recibido

- ¡De esto!

" Michelle, debemos arreglar lo nuestro por favor ven a mi casa ahora. No puedo respirar sin ti"

Fernando sonrió...

- No escribí eso... aunque es cierto que no puedo respirar sin ti

- ¡Pues te veo muy bien acompañado! Ahora déjame en paz... Ya por una vez fue suficiente.

- ¡Michelle! ¡Michelle! - le llamó dos veces pero ella no se detuvo.

Subió a su auto y se dirigió a su trabajo...

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- ¿Lo has hecho tu verdad? - le preguntó a Daniela apenas regresó

- ¡Solo quería que se arreglaran! ¡Claro! No pensaba que vendría tan rápido, incluso me estaba preparando para irme.

Fernando dejó escapar un suspiro.

- ¿Lo del hijo es verdad? - a esas alturas sentía dudas

- ¡Claro que lo es! - se sentó en un sofá - ¡De hecho iba hoy a verlo!

- ¡Vale! ¡Iré contigo!

Ella lo miró sorprendida

- ¿No trataras de arreglar antes las cosas con Michelle?

- Si, lo haré... pero quiero una prueba de paternidad, así que debo conocer antes a mi hijo.

Daniela tragó en seco... No era eso lo que esperaba

- ¿Estás dudando de mí? - intentó confundir la situación

- La verdad es que sí... No creo que tus intenciones sean solo las de que conociera a mi hijo... De ser así hubieras venido directamente con él...

- Está bien ¡Está bien! - le dijo algo histérica - Puedes venir conmigo. Iré a vestirme.

Entonces subió a la habitación a por sus cosas...