Soy Gabriela y está es mi Historia:
"El nudo en mi garganta se hace cada vez más fuerte. Dejar a mi familia es una herida que nunca sanará por completo, pero la esperanza de un futuro mejor me impulsa hacia adelante. El Nuevo Mundo me ofrece un lienzo en blanco, una oportunidad para reinventarme. Sin embargo, el miedo a lo desconocido me acecha. ¿Podré adaptarme a una nueva cultura, construir una nueva vida? Y ¿qué lugar habrá en mi corazón para el amor cuando Edward, con su mundo de éxito y poder, se cruce en mi camino?"
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Capitulo XII Estás jugando con fuego
Edward llega a su oficina, un poco contrariado. Se sienta en su escritorio, decidido a no pensar más en Gabriela. Intenta concentrarse en su trabajo, revisando documentos y respondiendo correos electrónicos.
Edward: (Pensando) Tengo que enfocarme en el trabajo. No puedo dejar que esto me distraiga.
Sin embargo, cada vez que intenta concentrarse, su mente vuelve a Gabriela. Recuerda la conversación en el parque, el beso y la promesa que le hizo. Suspira, frustrado consigo mismo.
Edward: (Pensando) ¿Por qué no puedo sacarla de mi mente? Esto no es normal.
Intenta distraerse con llamadas y reuniones, pero nada parece funcionar. Finalmente, se levanta y camina hacia la ventana, mirando la ciudad desde su oficina en el piso alto.
Edward: (Pensando) Tal vez necesite tiempo para aclarar mis pensamientos. No puedo seguir así.
Edward: (Pensando) No sé qué va a pasar, pero tengo que encontrar una manera de manejar esto.
Edward, aún contrariado por sus pensamientos sobre Gabriela, decide llamar a su amigo y socio, Marcos Smith. Marca el número y espera mientras el teléfono suena.
Marcos: Hola, Edward. ¿Cómo estás?
Edward: Hola, Marcos. Necesito hablar con alguien. ¿Puedes venir a mi oficina?
Marcos: Claro, amigo. Estaré allí en unos minutos.
Edward cuelga la llamada y se sienta en su oficina, tratando de concentrarse en su trabajo hasta que Marcos llegue. La espera se siente interminable, pero finalmente, Marcos entra en la oficina.
Marcos: (Curioso) ¿Qué pasa, Edward? Suenas muy extraño.
Edward: (Suspira) Es complicado. Conocí a alguien y no puedo dejar de pensar en ella. Es una situación difícil. Ella es una joven que acaba de llegar al país, su situación es precaria, es amiga de Beatriz. La primera vez que la vi, sentí algo que no supe descifrar. Pensé que se me pasaría, pero anoche casi la besé. No reaccionó bien, creyó que me quería aprovechar de ella. Hoy quise disculparme, pero lo compliqué más porque hoy sí la besé. Fue mágico.
Marcos: (Asintiendo) Entiendo. ¿Y cuál es el problema?
Edward: Ninguno de los dos sabe qué nos está pasando, pero ella siente lo mismo que yo, lo puedo sentir. Pero no nos conocemos y piensa que un hombre como yo solo la buscaría para pasar el rato y luego la dejaría.
Marcos: (Interesado) ¿Y tú qué piensas hacer? Parece que estás en una encrucijada. Lo importante es ser honesto con ella y contigo mismo. Si realmente sientes algo por ella, debes manejarlo con cuidado. Si no estás seguro, déjala tranquila.
Edward: (Asintiendo) Estoy confuso, la he visto solo tres o cuatro veces.
Marcos: Ahora, tienes que pensar en cómo manejar esto de la mejor manera posible.
Edward: (Asintiendo) Tienes razón. La dejaré tranquila por ahora. No quiero a nadie en mi vida, solo quiero ayudarla. Le ofrecí un empleo aquí. ¿Puedes ayudarme con eso? Tengo entendido que estudió administración de empresas en su país.
Marcos: Me encargo, pero ¿no sería mejor conseguirle empleo en otra constructora, para que no estén cerca?
Edward: (Responde rápido) No. Consigue un puesto aquí y que la paga sea buena.
Marcos: (Sonríe) No sé a quién quieres engañar. Esa mujer te trae loco. Y quieres jugar con fuego.
Edward: Marcos, no sé para qué te llamé.
Marcos: Es simple, déjala tranquila si no estás dispuesto a algo serio con ella. Pero no la pongas a trabajar cerca tuyo, pon distancia. O sino esto no va a terminar bien.
Marcos se despide y sale de la oficina. Edward se queda pensativo, aún peor que antes de hablar con Marcos. Sabe que tiene que tomar una decisión, pero no está seguro de cuál es la correcta.