Nada Es Lo Que Parece

Clara y Javier regresaron apresuradamente al primer piso, sus corazones aún acelerados por lo que habían descubierto en el sótano. El sonido proveniente del piso superior parecía indicar que algo había ocurrido, y no podían permitirse ignorar esa posible amenaza.

Al llegar al vestíbulo, Clara notó que la puerta de la sala de estar estaba entreabierta. Se acercaron con cautela, manteniendo las linternas listas en caso de que tuvieran que defenderse o iluminar cualquier amenaza inesperada. El silencio era abrumador, interrumpido solo por el sonido de la lluvia que golpeaba las ventanas.

Cuando abrieron la puerta por completo, lo que vieron los sorprendió. El salón estaba en completo desorden. Los muebles estaban volcados, las lámparas rotas y los objetos esparcidos por el suelo. Parecía que alguien había estado buscando algo o que había ocurrido una confrontación.

"¿Qué demonios pasó aquí?", murmuró Javier, examinando el desorden con ojos inquietos.

Clara se movió lentamente hacia el centro de la sala, donde notó algo en el suelo. Era un objeto pequeño, parcialmente cubierto por un pedazo de tela rota. Lo recogió y lo examinó. Era una vieja llave, oxidada y desgastada, con un diseño intrincado grabado en su superficie.

"Creo que esto podría ser importante", dijo Clara, sosteniendo la llave para que Javier la viera.

Javier la miró con curiosidad. "¿Dónde crees que encajará esta llave?"

Clara se encogió de hombros. "No estoy segura, pero podría ser útil si encontramos alguna cerradura en la casa que no hayamos descubierto aún."

Mientras Clara y Javier estaban ocupados con la llave, el sonido de un grito distante los hizo saltar. El grito era agudo y parecía provenir de la parte trasera de la casa. Sin pensarlo, ambos corrieron hacia el origen del sonido, atravesando pasillos y habitaciones desordenadas.

El grito los llevó al jardín trasero, donde encontraron a Inés, la anciana del pueblo, de pie junto a una tumba recién cavada. Inés estaba pálida y temblaba, mirando la tumba con una mezcla de horror y desesperación.

"Inés, ¿qué está pasando?", preguntó Clara, acercándose a la anciana con cautela.

Inés se volvió hacia ellos, los ojos llenos de lágrimas. "Lo siento, no quería que lo descubrieran así. Pero no pude evitarlo. La tumba... hay algo que deben saber."

Clara y Javier intercambiaron miradas de confusión. "¿Qué hay en la tumba?", preguntó Javier.

Inés respiró hondo, intentando calmarse. "En la tumba está enterrado algo que no debería estar allí. Cuando era joven, escuché historias sobre un pacto oscuro hecho por la familia que vivió aquí antes de ustedes. Se decía que ocultaron algo muy valioso en el jardín antes de desaparecer."

Clara sintió un escalofrío recorrer su espalda. "¿Qué era ese pacto?"

Inés asintió lentamente. "No estoy segura de todos los detalles, pero se decía que la familia había hecho un trato con fuerzas oscuras. Ellos buscaron un poder o un conocimiento prohibido, y al hacerlo, arruinaron sus vidas y las de sus descendientes. Creí que enterrando el objeto, podrían proteger al resto del pueblo."

Javier se acercó a la tumba y comenzó a examinarla. "¿Cómo podemos saber qué hay enterrado aquí?"

Inés sacó una pequeña pala de su bolsa y se la entregó a Javier. "La verdad debe salir a la luz. Si el objeto sigue allí, puede ser la clave para entender lo que ocurrió."

Clara y Javier comenzaron a cavar con la pala, retirando la tierra con cuidado. El trabajo era arduo y el tiempo parecía pasar lentamente. Finalmente, después de varios minutos de esfuerzo, descubrieron una caja de madera enterrada. Estaba cubierta de tierra y humedad, pero parecía intacta.

Con manos temblorosas, Javier abrió la caja. Dentro, encontraron una serie de antiguos pergaminos, una pequeña figura de piedra y una nota escrita en una caligrafía elegante. Clara desenrolló la nota y comenzó a leerla en voz baja, mientras Javier y Inés observaban en silencio.

La nota decía: “El sacrificio fue hecho para proteger lo que queda. Lo que buscamos no debe ser desenterrado, pero si la verdad debe salir a la luz, que sea el destino quien decida. La maldición caerá sobre aquellos que rompan el sello.”

Las palabras de la nota resonaron en el aire, cargadas de una sensación de advertencia y fatalidad. Clara miró a Javier y a Inés, su mente llena de preguntas y temores.

"Esto es mucho más grande de lo que imaginábamos", dijo Clara con voz temblorosa. "Pero debemos seguir adelante. Necesitamos descubrir la verdad completa, por nosotros y por el pueblo."

Inés asintió, su expresión era una mezcla de resignación y esperanza. "Espero que encuentren la respuesta que buscan. Y que la maldición no caiga sobre ustedes."

Con la caja y los documentos en mano, Clara y Javier se prepararon para regresar a la casa, sabiendo que el camino hacia la verdad aún tenía muchos misterios por revelar. La sensación de que estaban al borde de algo oscuro y poderoso se hizo más intensa, pero estaban decididos a enfrentar lo que viniera, sin importar el costo.