Cosecha De Pasiones

El sol de la mañana iluminaba suavemente la habitación de Sofía en Guadalajara, llenándola de una cálida y acogedora luz. Despertó con una sensación de paz y alegría que no había sentido hace mucho tiempo. Los días en México habían sido un bálsamo para su mente y corazón, permitiéndole dejar atrás, al menos por un tiempo, los problemas que había dejado en Italia.

Sofía se estiró en la cama, disfrutando de la tranquilidad del momento. Decidió no contactar a nadie en Italia. Quería aprovechar al máximo estos días de descanso y renovación.

Se levantó con una sonrisa, lista para enfrentar en nuevo día. Decidió ponerse un vestido ligero y cómodo, perfecto para el clima cálido de Guadalajara.

Luego, bajó al comedor del hotel donde Ana ya la esperaba con un café y una sonrisa brillante.

- ¡Buenos días,, Sofía! - saluda Ana sonriendo - Espero que hayas dormido bien. Hoy tenemos otro día emocionante por delante.

- ¡Buenos días, Ana! - responde Sofía con entusiasmo - Sí, dormí de maravilla. ¿Qué planes tenemos hoy?

- Pensaba que podíamos explorar el centro histórico de Guadalajara. Hay tantos lugares hermosos para ver y, por supuesto, más delicias locales que probar.

- ¡Me parece perfecto! Estoy lista para una nueva aventura.

En ese momento, llegaron Francesco y Carlos.

- Y ¿Es posible que las podamos acompañar? - pregunta Francésco.

- ¡Francesco!, claro. - le Ana con una sonrisa.

Las cuatro amigos salieron del hotel, listos para sumergirse en el encanto de Guadalajara. Pasearon por las calles, admirando la hermosa arquitectura, visitaron mercados locales y probando platos típicos como las tortas como las tortas ahogadas y el pozole. Cada rincón de la ciudad ofrecía algo nuevo y emocionante, y Sofía se sentía más viva con cada momento que pasaba.

Francesco había aprovechado cada momento para mostrarse atento y considerado, asegurándose de que Sofía disfrutará al máximo de su tiempo en México.

- Sofía, ¿te gustaría dar un paseo por el parque? - le pregunto Francésco con una sonrisa - Hay un lugar especial que me gustaría mostrarte.

- Claro, me encantaría.

Francésco la llevo a un hermoso parque, lleno de árboles frondosos y flores coloridas. Caminaban por un sendero tranquilo, lejos del bullicio de la ciudad. Mientras avanzan, Francésco no dejaba de mirarla con cariño, esperando el momento adecuado para expresar lo que sentía.

Finalmente, llegaron a un rincón apartado del parque, dónde un banco de madera se encontraba bajo un árbol grande y antiguo. La vista era espectacular, Francésco de estuvo y tomo suavemente de la mano de Sofía, mirándola a los ojos con una mezcla de esperanza y vulnerabilidad.

- Sofía, desde que nos encontramos aquí en Guadalajara, no he podido dejar de pensar en lo especial que eres para mí. Nos conocemos desde pequeños, y siempre te he amado.

Sofía lo miraba, sorprendida. Y sintiendo una oleada de emociones.

- Se que en el pasado ya me he declarado y me has rechazado. Pero aquí, ahora, en este hermoso lugar, quiero decirte que mis sentimientos por ti no han cambiado. Te amo, Sofía y quiero estar contigo. ¿Me darías una oportunidad para demostrarte cuánto te amo?

Sofía, estaba nerviosa, Francésco había Sido un amigo leal y atento, y sus palabras la conmovieron profundamente. Sin embargo, su corazón aún estaba atrapado entre los recuerdos de Italia y los sentimientos que tenía hacia Alonso.

- Francesco, eres una persona maravillosa y estos días han Sido muy especiales para mí. Aprecio tu sinceridad y tus sentimientos, pero... - bajo la cabeza y con voz temblorosa continuo - yo no siento lo mismo por ti, yo solo te puedo ver como un amigo, como ese amigo que ha estado junto a mi desde siempre. Perdóname por favor.

- Entiendo, Sofía. No quiero presionarte. Solo quería que supieras lo que siento.

Sofía le dió un abrazo, agradecida por su comprensión.

Y ya en Italia la mentira de Emma había salido a la luz. El revuelo en la Villa De Luca se habían calmado un poco. Y liberando de las falsas responsabilidades que Emma había intentado imponerle, se sintió aliviado Pero también preocupado por Sofía. Se dio cuenta de que necesitaba hablar con ella, explicarle lo sucedido y tratar de arreglar las cosas entre ellos.

Sin embargo, Sofía no estaba al tanto de estos desarrollos. Su mente estaba lejos de los dramas de Italia, estaba enfocada en el presente y en disfrutar de cada momento en México.

Ya de regreso con Ana y Carlos. Sofía se encontraron en una pequeña plaza, luego los 4 se dirigieron a disfrutar de una serenata de mariachis mientras se relajaban con un par de margaritas.

- Sofía, me alegro mucho haberte conocido. Realmente necesitaba a alguien con quien compartir estás aventuras. - le dice Ana.

- Yo también, Ana - le dijo sonriendo - estos días han sido increíbles y me han ayudado a encontrar algo de paz. Estoy muy agradecida por tu amistad.

Con una sonrisa y una copa en la mano, Sofía se sintió más optimista que nunca. México le había dado el respiro necesario y una nueva amiga. Aunque sabía que eventualmente tendría que enfrentar los problemas en Italia, por ahora, estaba contenta de vivir el momento y disfrutar de la belleza y la alegría que Guadalajara tenía para ofrecer.

Esa noche, de vuelta en su habitación Sofía se sumergió. Alonso había Sido una presencia constante en su mente desde que llegó a Guadalajara. ¿Se merecía la oportunidad de hablar? ¿Podrá haber algo entre nosotros después de todo lo que ha pasado? Pensaba Sofía, él siempre ha sido honesto conmigo, incluso cuando las cosas se pusieron difíciles. Quizás merece una oportunidad de explicar su versión de los hechos.

Ya su tiempo en México se estaba terminando. Así que debía tomar decisiones lo más pronto posible.