Novela en emisión! No está terminada... No se impacienten.
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Cap 17
Deje un pequeño beso en sus labios y me separe de él, pero volvió a acercarme y con sus enormes manos enterró suavemente sus dedos en mi cintura.
—No tienes una idea de cuánto deseo tocarte, estas tan hermosa, bebé. — Me mordí los labios sin perder contacto visual con sus hermosos ojos verdes y solté un largo y pesado suspiro.
—Pues no sé qué esperas ¿O solo te gusta torturarme?
Deslizó sus manos a mi trasero y apretó con fuerza, acercando nuestros centros y madre santa… Estaba durísimo.
— ¿Quieres esto, bebé? ¿Dejaras eso de conocernos para ser lo que realmente eres? Solo tienes que aceptarlo, y decirlo.
—¿Decir qué? — Pregunte curiosa y con el cuerpo ardiendo.
—Que eres mía. ¿Quieres ser mi novia, bebé? ¿Ya te sientes lista? Porque yo sí, y me tienes loco y cachondo todo el tiempo.
De pronto quería que falte a su trabajo y yo perderme el primer día. Nos besamos una vez más y mordí su labio inferior arrastrando los dientes.
—Si, si quiero ser tu novia, Jace. —Le había susurrado bajito cerca de su oído. — También te deseo, mucho. Pero ahora tenemos que despedirnos, nos veremos en unas horas.
—Búsquense un cuarto, están dando todo un espectáculo. —Ethan se había acercado a nosotros y ni cuenta nos hemos dado. — Cassie, se te hace tarde y quiero acompañarte a tus clases de hoy para que luego no te pierdas.
—Cuida a tu cuñada por favor. — Dijo, antes de darme un último beso más para subirse a su BMW. — Los veré a la hora del almuerzo.
Ethan me tomo del brazo en cuanto su hermano se marchó para caminar juntos, esperaba verlo con otro tipo de prendas, ya que siempre, por lo general a los profesores los veíamos con trajes o ropa muy formal.
— Creo que todas las chicas de aquí querrán tener clases de biología. — Sonrió con picardía.
—¿Tú crees? de todas formas no puedo darles mi cuerpito, no quiero dramas ni que me dejen sin empleo. Veras que soy una persona muy diferente a la que estas conociendo cuando pongo un pie aquí.
Mientras caminábamos juntos, noté un cambio en la actitud de Ethan. Lejos de la presencia de Jasper, parecía más relajado y accesible. La calidez en su mirada me sorprendió, y me di cuenta de que estaba viendo una faceta completamente diferente de él.
—Puedo notar que sí eres distinto cuando estás aquí —comenté, sintiendo curiosidad—. Te ves más a gusto conmigo cuando no está Jasper. ¿Por qué?
Ethan soltó una risita.
—Mi hermano es muy mezquino, no le gusta compartirte ni siquiera conmigo. Por eso estuve las últimas semanas en casa de mi amiga. Tú me agradas, eres divertida, pero todavía muy inocente y, cuando lo conozcas mejor, me darás la razón.
No sé qué quería decir con eso, pero de lo único que puedo estar segura es que lo decía con total honestidad.
—Esos quince años son un gran número, Cassie. Querrás hacer cosas, divertirte, tener experiencias en este mundo —hizo un gesto con el dedo englobando el campus—. Y con mi hermano se te hará muy difícil hacerlo, incluso tener amigos, porque siempre tiene todo tu tiempo para él. Por eso quiero que aproveches de tu vida mientras estés dentro de estos muros; yo estaré para ti aquí y afuera. ¿De verdad sientes cosas por él o solo es atracción sexual? Porque todavía estás a tiempo, pequeña.
—Él me gusta y siento cosas por Jasper. Y puede que tengas razón, pero sé que si lo hablamos y nos ponemos de acuerdo, vamos a lograrlo.
La mirada que me dedicó hizo que se me formara un nudo en el corazón, porque Ethan sí sabía perfectamente quién era su hermano.
—Suerte con eso, pequeña.
Ethan me mostró los edificios, las aulas y los mejores lugares para estudiar. Hablamos de temas ligeros y triviales, y me sentí extrañamente cómoda a su lado.
—¿Tienes algún lugar favorito en el campus? —le pregunté mientras caminábamos hacia la cafetería. Fue por un café para los dos y yo saque mi móvil al recibir una notificación.
Otro dolor más para mi colección familiar.
Ethan parecía un chico más, caminaba despreocupado, con el cabello revuelto y con ropa casual, robándose las miradas e todas las chicas que lo veían.
—Sí, hay un pequeño jardín detrás de la biblioteca. Es un lugar tranquilo y perfecto para relajarse. Te lo mostraré después de clase.
La primera clase fue introductoria y no muy difícil, pero tener a Ethan allí hizo que todo fuera más llevadero. Me sentía protegida y apoyada, lo que era un contraste absoluto con la frialdad y el desprecio que solía sentir de parte de mi familia.
Quería dejar de pensar en ellos, pero lamentablemente, no podía.
Después de clase, Ethan me llevó al jardín que había mencionado. Era un espacio hermoso y sereno, con bancos de madera y flores de colores brillantes. Nos sentamos en uno de los bancos y él me miró con una sonrisa afectuosa.
—Cassie, quiero que sepas que siempre puedes contar conmigo —dijo, tomando mi mano—. No importa lo que pase, estaré aquí para ti. ¿Qué te tiene tan triste ahora?
La sinceridad en sus palabras me conmovió profundamente. Sentí una conexión inesperada con él, algo que no había experimentado antes. Estaba agradecida por su apoyo y comprensión, y me di cuenta de que, aunque Jasper era quien me había atraído inicialmente, Ethan tenía una cualidad única que también me atraía.
—Ahora entiendo por qué ninguno de los dos atiende mis llamadas.
Primero escuchamos su voz, y después su enorme sombra cayó sobre nosotros. Le sonreí nada más verlo, pero sus ojos estaban en mi mano, la que todavía estaban siendo sostenida por Ethan.
—Cassie quería conocer un lugar tranquilo para cuando tenga un tiempo libre y por eso la traje aquí, relájate. —Ethan me soltó la mano con cuidado y se puso de pie, yo también lo hice y cuando quise acercarme a él para saludarlo con un beso, levanto la mano.
—¿Tenías que traer a mi novia al lugar donde te la pasabas conquistando chicas? ¿También querías besarla a ella o que carajos te pasa?
Jasper estaba enfadado conmigo pero más lo estaba con su hermano, y tuve que intervenir para que no se vaya todo a la mierda, no me gustaba que pelearan y mucho menos si la causa de la pelea era yo.