El Divorcio( El Juego De Las Citas)

Susan estaba feliz en el aeropuerto esperando a que Amélie apareciera, hacía varias semanas que no la veía.

En cuanto la vio corrió a abrazarla.

_ Mamá que linda que estas dijo Amélie abrazando a su madre.

_ Y tú muy flaquita ¿te has estado alimentado bien?, pregunto Susan.

_ Mamá no comiences, la regaño Amélie.

_ No dije nada malo, solo pregunté si comías bien cosas sanas , con hierro, vitaminas y esas cosas.

Amelie comenzó a reírse, su madre a veces era insufrible.

_ Te extrañé mamá ¿cuándo llega la tonta de mi hermana? , pregunto Amélie

_ No le digas así, Ava llegará mañana respondió Susan

_ Huy genial seré hija única por unas horas dijo Amélie bromeando.

_ Eres terrible, te extrañé tanto respondió Susan.

En cuanto llegaron a la casa Amélie se dirigió a su cuarto, al pasar por la sala ella notó los cambios que su madre había hecho, Amélie sonrió su madre estaba bien y eso era todo lo que ella quería.

_ Lávate las manos que pondré a calentar la cena , te hice tu comida preferida Lasaña le dijo Susan.

Mientras ella ponía a calentar la comida y preparaba la mesa Amélie recorría la casa notando los cambios que había realizado su madre.

_ Me encanta el nuevo cuadro de la sala dijo Amélie en cuanto entró.

_ Está muy lindo, dijo Susan

_ ¿Lo compraste en New York?, pregunto.

_ No, no lo compre me lo obsequio el amigo de Joanne, el señor Dubois.

_ ¿y porque?, pregunto ella mientras observaba como su madre se ponía incómoda

_ Supongo que quiso tener un detalle conmigo respondió Susan.

_ ¿Y como es él señor Dubois? , preguntó Amélie.

_ Simpático y muy talentoso.

Amélie comenzó a reír, Susan negó con la cabeza.

_ Mientras no sea de mi edad dijo Amélie

_ ya bastante tengo contigo. Respondió Susan, ella sirvió la comida ambas se sentaron a la mesa. Amélie necesito que hablemos de tu padre.

_ No tengo nada que hablar de ese hombre, respondió.

_ Pues yo si y tú me vas a escuchar. Tus abuelos van a venir a almorzar el domingo y también vendrá tu padre. Ellos saben lo que está pasando.

_ ¿Quieres que finjas que somos una familia feliz, exclamó Amélie.

_ Por supuesto que no, pero si te exijo que trates a tu padre con respeto.

Amélie iba a protestar cuando Susan la regaño. Amélie tus abuelos están grandes, es el cumpleaños de tu hermana quiero un almuerzo tranquilo y armonioso. Entiendo que estés molesta, pero si yo puedo hacer un esfuerzo para ser tolerante, para que lo poco que queda de esta familia no se termine rompiendo, tú también puedes.

_ ¿Qué esperas que reciba a esa golfa con los brazos abiertos?, respondió Amélie.

_ Claro que no, solo que seas respetuosa y no lo trates con sarcasmo. Amélie él es tu papá y siempre lo va a ser, más allá de que esté con otra mujer únicamente te pido que recuerdes lo que ha hecho por ti él.

_ Era su obligación es mi padre respondió Amélie.

_ Para que veas que no, yo no recuerdo que mi padre me enseñará a andar en bicicleta ni me llevara a patinar, mucho menos me enseñará a nadar, no recuerdo que me abrazara ni festeja mis logros. Él solo me dio dinero y educación, el amor no formaba parte de nuestra relación, pero si recuerdo a tu padre leyendo un cuento o tapándolas en la madrugada. Es el mismo hombre que te crío, únicamente cometió algunos errores.

Amélie miró a su madre . Está bien mamá solamente lo haré porque tú me lo pides, pero te lo advierto mi límite es esa mujer jamás la voy a aceptar.

_ Por eso siempre eres mi niña hermosa le respondió Susan tomando su mano.

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La fiesta estuvo espectacular, todos estaban muy felices de haber terminado las grabaciones.

Ava compartió con sus compañeros de trabajo una gran noche. Aunque aún no sabía que le deparaba el destino.

_ Alexander no he preguntado, pero que pasará ahora, ¿seguiré aquí volveré a Los Ángeles?.

Alexander Cavelli la observó, aún no había decidido que haría con Ava.

_ ¿Qué te parece si almorzamos mañana y lo decidimos dijo él. Ava lo miro dubitativa

_ ¿Podrá ser a la noche?, le prometí a mamá que volvería a casa es mi cumpleaños se supone irán mis abuelos. Pero si es urgente lo cancelara. Él sonrió nunca había sido un jefe tirano y no comenzaría ahora, sabía que era su cumpleaños porque había escichado un comentario y para asegurarse había revisado su legajo.

_ Sabes que vete a casa y tomate unos días. En cuanto decida lo que haré te lo informaré. ¡Además, supongo quieres ver a tu novio! , dijo él.

_ Alexander en serio si es necesario que me quede. Solo es la familia

_ Ve en serio, el lunes decidiré que hago con la serie y de acuerdo a eso tendrás mucho o muchísimo trabajo por delante descansa, la familia también es importante.

Ella le dio las gracias, Alexander se perdió entre los invitados. Él era un gran anfitrión, pese a su fama y dinero era uno más siempre de buen humor.

Eran las doce y un minuto cuando las luces del salón se apagaron y una pequeña mesa comenzó a deslizarse por el pasillo sobre ella un pastel con muchas velas que alumbraba el salón.

_ ¡Ava querida, ven aquí!, dijo Alexander, ella dio unos pasos adelante. En nombre del equipo y mío queremos felicitarte por tu cumpleaños número veinticuatro y ojalá cumplas muchos más junto a nosotros dijo él, todos comenzaron a cantarle , Ava sonreía nunca había imaginado que trabajar codo a codo con él y su equipó sería tan agradable, se sentía en casa.

Luego de recibir muchos besos, abrazos algunos regalos, comenzaron repartir el pastel, ver a Alexander repartir el pastel entre los presentes sorprendió a Ava.

_ ¡Te sorprende que el jefe reparta el pastel! , exclamó una de las asistentes de producción sonriendo.

_ Mentiría si dijera que no, respondió Ava.

_ Eso no es nada tendrías que verlo haciendo la barbacoa el 4 de julio al lado de la piscina para todo el equipo. En bermudas y una simple camiseta

_ ¿En serio?, pregunto Ava sorprendida.

_ Créeme, es un tipo fenomenal. ¿Cuánto hace que trabajas en la empresa?.

_ Hace seis meses, estaba trabajando con señor Dremons. Pero él es totalmente diferente, me enteré de que había una vacante para asistente era preferible a seguir ahí respondió Ava.

_ Es un maldito cerdo, se cree la gran cosa, pero lo cierto es que es un fracasado varios hemos tenido la suerte de iniciar ahí respondió la asistente.

_ Ya veo, pensé que solo había sido yo la de la mala experiencia respondió Ava.

Faltaba unas dos horas para que amaneciera, el vuelo salía a las 11 de la mañana, ya tenía su equipaje listo.

Tres horas después se levantó para prepararse estaba muerta de sueño comenzó a guardar los obsequios que le habían entregado cuando vio que uno era de una joyería al abrirlo vio un hermoso brazalete de oro blanco, era sencillo, pero al mismo tiempo elegante al ver la tarjeta vio que era de Alexander. Pero ella no recordaba que él le hubiera dado algo.

Mientras su vuelo despegaba , Ava no pudo evitar pensar en lo que le depararía el futuro.