El Doctor de Mis Sueños. (BL/Yaoi)

Noah había llamado a Gael. Después de un rato de conversación, Noah se ofreció a mostrarle los alrededores y hacer de guía turístico, ya que Gael le había confesado anteriormente que no conocía bien el área y se sentía un poco perdido.

Quedaron en encontrarse en una pequeña tienda de dulces que Noah conocía muy bien. Era un lugar encantador, lleno de deliciosos chocolates, gomitas y caramelos de todo tipo. El ambiente estaba impregnado con un dulce aroma que invitaba a entrar y disfrutar de las tentaciones que ofrecía.

Noah llegó puntualmente y decidió esperar dentro de la tienda a Gael. Pasaron unos minutos y Gael llegó un poco tarde, visiblemente agitado.

— Lo siento, llegué tarde... Me tomó un tiempo encontrar este lugar —se disculpó y explicó que se había perdido en el camino.

Noah sonrió amablemente y le restó importancia, entendiendo que a veces las direcciones pueden ser confusas.

— Cierto, eres nuevo por la zona. Debí tener eso en cuenta a la hora de quedar en vernos. ¿Quieres ordenar algo para beber primero?

— Sí.

Noah hizo un gesto con la mano y una de las empleadas se acercó amablemente para tomar sus órdenes. Después de traer las bebidas, comenzaron a platicar.

— Realmente me sorprendiste, pensé que sería yo quien tendría que llamarte. ¿Cómo se te ocurrió la idea de ser mi guía turístico? ¿Ya te cansaste del hospital?

— Bueno, es mi día libre y quedarme en casa me parecía aburrido. Recordé que te acababas de mudar, así que pensé en invitarte a salir. ¿Tienes algún lugar en específico al que quieras ir?

— Bueno... ¿a dónde planeabas llevarme?

— Bueno, hay varios lugares interesantes que me gustaría mostrarte. ¿Qué te parece si empezamos por el mirador y luego vamos al parque central?

Justo en ese momento, un hombre se acercó a Noah con una amplia sonrisa. Noah sintió que lo había visto antes, pero no lograba recordar de dónde.

— ¡Noah! ¿Eres tú? —exclamó el hombre—. ¡Realmente eres tú! ¿Te acuerdas de mí? Soy Jeremy, nos conocimos en el bar de moda.

— Ah... ¡Oh! Sí, lo recuerdo.

— Te fuiste sin siquiera despedirte... Eso realmente dolió. ¿Sabes cuánto te he extrañado? Y dijiste que me ibas a llamar, pero ni siquiera tienes mi número.

— Ja, ja. ¿Sí? Pensé que sí lo tenía...

Gael observaba la escena con una expresión de desagrado mientras apoyaba sus brazos en la mesa. Jeremy notó el movimiento y se dio cuenta de que Noah no estaba solo.

— Ups... Lo siento, no te vi allí. Estaba tan feliz que me dejé llevar. ¿Interrumpo algo? —murmuró al ver la mirada de Gael—. ¿Trajiste a tu hermano a almorzar? Eres tan adorable...

— No —respondió Gael con un deje de molestia—. Estamos en una cita.

Noah se llevó el vaso de jugo a la boca, y al escuchar eso, no pudo evitar que el líquido se derramara un poco. Tosió disimuladamente.

— Oh... —Jeremy miró a Noah sonriendo con malicia—. ¿Una cita? Eso es sorprendente... Je, je, je. No pensé que tuvieras gustos tan variados. Bueno, ya que estamos aquí, ¿por qué no compartimos la mesa? Les invitaré a ambos como una presentación apropiada.

Gael frunció el ceño, claramente frustrado. No entendía por qué Jeremy quería interrumpir su momento con Noah.

— No, estamos bien. Quizá para la próxima. Ya tenemos planes para hoy.

— Ah, vale, vale. Te dejaré ir por esta vez. Pero para la próxima, no aceptaré un "no" como respuesta, ¿entendido? —Jeremy le entregó a Noah una tarjeta—. Ahora no tendrás una excusa para no llamarme, doctor. Solo en caso de que quieras una verdadera cita con alguien de tu... nivel.

— Hijo de... —Gael ahogó sus palabras mientras fulminaba a Jeremy con la mirada.

— Llámame. Estaré esperando —dijo Jeremy, deslizando una mano por el pecho de Noah antes de marcharse.

Apenas Noah y Gael salieron de la tienda, el odio de Gael hacia Jeremy se hizo evidente.

— Yo... odio a ese hombre.

— ¿Qué? Oh, ¿Jeremy? ¿Por qué? Pienso que es bastante agradable.

— Él es endiabladamente alto, ¡¡es por eso!!

— Pero realmente es más alto que tú, así que...

La risa de Noah no se hizo esperar. Se rió tanto que las lágrimas surcaron su rostro mientras caminaban.

— ¿Qué es tan gracioso? Solo porque tiene una ventaja vertical, cree que puede molestarme. ¡Lo odio! ¿Acaso no lo sabe? La altura no es lo más importante cuando se trata de habilidades en ese nivel.

Noah aprovechó que Gael se había detenido para acorralarlo contra una pared, colocando una mano al lado de su cara y mirándolo fijamente a los ojos.

— Es verdad... Aunque conmigo, puede que necesites habilidades en todos los niveles... —El rostro de Gael se puso visiblemente rojo, y Noah sonrió al verlo antes de alejarse—. Muy bien, ¿todo listo, bajito? Ahora dime, ¿a dónde quieres ir?

Gael sacó una cámara de su morral y, con una hermosa sonrisa, dijo:

— ¡A todas partes!

Y así, ambos emprendieron su recorrido turístico. Noah sabía que había muchos lugares hermosos y emblemáticos que Gael no podía dejar de ver. El mirador, el parque central y la plaza de la ciudad eran solo algunos de los destinos que Noah tenía en mente.

Mientras caminaban por las calles, Noah seguía contándole a Gael datos curiosos sobre cada lugar, mientras Gael se maravillaba con todo lo nuevo que estaba descubriendo. A pesar de haberse perdido al principio, Gael estaba emocionado de poder disfrutar de la ciudad gracias a la generosidad de Noah.

Cuando se detuvieron en un mirador, Gael aprovechó la oportunidad para hablar fuera del tema turístico.

— Ahora que lo pienso, eres algo así como un imán para los chicos, ¿no es así, doc? Supongo que Jeremy tampoco es tu novio.

— Las relaciones serias no son mi estilo. No creo en el amor. Para mí, el amor y las promesas no son más que tonterías que provienen de la boca de los demás. Al final, todo es una excusa para llegar al sexo, el dinero o el poder...

— ¿Por qué eso suena tan triste? Un hombre sin creencias en el amor... Aun así, puedo sentir como tienes un vacío en tu corazón. Es como si la soledad se ocultara tras una fachada fría.

Noah bajó un poco la mirada mientras Gael hablaba, pero luego levantó el rostro cuando una fuerte brisa los azotó. Después de que la brisa pasara, Noah miró a Gael.

— Para mí, el amor está reservado únicamente para los idiotas y los débiles, y nunca he considerado siquiera amar a otra persona.