"Ser una perdida"
Ser una perdida es más que estar sin rumbo en un lugar desconocido; es dejar de seguir el camino que la sociedad, el tiempo que nos toca vivir, o nuestra propia comunidad impone. Tradicionalmente, "perderse" significa no tener dirección, estar en un espacio sin referencias. Pero también puede ser una decisión inevitable: romper con las normas y expectativas de los demás, avanzando a pesar del miedo a las etiquetas, cuando ya no queda otra opción más que buscar un camino propio.
Estar perdida es ser vista como una “loca” o incluso una “puta,” etiquetas que pocas veces se dicen en voz alta, pero se cuchichean en secreto.
Es una especie de ataque hacia las mujeres que eligen por sí mismas, que buscan libertad y autenticidad. Estar perdida es atreverse a tomar decisiones propias, aunque el mundo no las entienda. Es un acto de rebeldía y una afirmación de independencia frente al juicio de los demás, en el fondo solo buscan ser aceptadas y queridas,con sus elecciones
NovelToon tiene autorización de María G Dalto para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
capitulo 22 reencuentro
Ana llegó en medio de la tarde con una noticia preocupante para Raquel.
—Lamento venir a darte malas noticias.
Es sobre tu papá, don Maslov no ha estado bien de salud.
Tu mamá ha estado también embromada ,pero ahora es él, el enfermo.
Dice mi mamá que tuvo un infarto y está internado en el hospital de San Benito.
Sabes que nunca les he hablado de ti en todos estos años,incluso piensan que moriste.
No te arrepientas de ir a verlo,no dejes que se muera sin que te vea ...— le pedía consternada.
— Ana...voy a ir,no necesitas convencerme.
Yuri empieza las vacaciones de invierno.
Iván no está y necesito un respiro de todo.
Te pido que cuides de la tía por mi,te prometo que te lo pago.— unas vacaciones con su hijo, era todo lo que necesitaba.
— Ve tranquila yo me encargo de tu tía,así me la tenga que traer a casa hasta que regresen..— se ponia a sus órdenes.
— Gracias Ana.— le dió un abrazo y se fue a preparar un bolso para ella y el niño.
— ¿A donde vas??.— la tía sentía que abandonaría a su sobrino.
—Tía, me voy a ver a mi familia, mi papá está muy enfermo.
Los dos han estado muy enfermos,soy su única hija.— Laura respiraba aliviada.
— Nunca me hablas de ellos,¿de donde eres?.— le preguntaba.
— Mis padres tienen un campo en la Colonia Arumbe,queda cerca de San Benito ,esa es la ciudad más cercana.—le asombraba lo que escuchaba,si eran dueños de tierra tenía buen pasar económico.
— ¿Tus padres tienen una buena posición económica??.— le mataba la curiosidad.
— Cuando era jóven pensaba que no,pero ahora me doy cuenta que si.
No me podían pagar la carrera de maestra ,pero tenían dinero para comprar tierras.
En el fondo me querían a su lado y casada con quien eligieran.
Qué estuviera rodeandolos,con muchos nietos. — le daba pena a Raquel pensar en eso.
—¿Hace cuanto que no los ves?.— le daba vergüenza verla haciendo todo lo que hacía por ellos, sin necesidad.
— Hace como 10 años,desde que obligada, tuve que escaparme .— seguía buscando que llevarse.
—¿ Porque te fuiste??.— Raquel se sentó un momento a contestarle.
— Me obligaron a comprometerme con alguien, un pastor de la comunidad donde vivo.
Pero es una larga historia, después, cuando vuelva me comprometo a contartela.—
Suspiraba pensando todo lo sucedido, eran cosas que en ese momento no quería revivir.
Si los iba ver, quería estar con una página en blanco y comenzar una historia menos triste.
—¿ Cuando regresas??.— le preocupaba quedarse a solas con su cuñada que ya estaba avispada escuchando detrás de la puerta.
—No lo sé , pero Yuri tiene vacaciones, Iván no regresará en más de una semana.
No te preocupes ,solo quiero ver como están,después de tantos años.
Tampoco se como van a reaccionar al verme nuevamente.
Si puedo me quedo una semana y después regreso.
Tía, le pedi a Ana que cuidara de ti ,no te preocupes.— sentía que tal vez tuviera recelos.
— Estaré bien,no te amargues por mi,tengo pensado pasar mucho tiempo en las oficinas cuidando de todo. —buscaba de interiorizarse de su patrimonio.
Quería también tranquilizarla, en ese momento ,que para ella tal vez fuera incierto.
— Tu marido esta ocupado trabajando y ...¡¡te vas de vacaciones!!.
¿Con que colega de estudios te vas a revolcar??.
Mejor deja al niño para que no te moleste la diversión. — interrumpía su suegra.
— No debería contestarle pero lo haré, mi papá está muy enfermo, así que voy a verlo .
Lamento no poder acompañarla a su consulta.— dictaminaba Raquel.
— ¿Tu tienes familia??
No sabía que a los amantes ahora,se les decía papá.— ironizaba en forma de burla.
— Si tengo familia señora,un papá y una mamá, no naci de un huevo o de un zapallo.
Y con respecto a lo que piense que voy a hacer ,me tiene sin cuidados.
Su hijo sabe todo de mi familia y es al único al que le debo alguna satisfacción.— siguio cerrando el bolso que cargaría.
Su suegra salió enojada de la habitación de Raquel, pero la dejaba furiosa con la insinuación.
— No te preocupes, es una amargada. —siempre igual, pensaba Laura.
Espero que Yuri llegara de su último dia de clases antes de las vacaciones y le comunicaba que saldrían de viaje en la mañana temprano.
El niño estaba feliz,desde que había empezado la escuela no había viajado más a ningún lado y la idea de ir al campo le agradaba.
Ana vino a despedirse de ella y a comunicarle que tal vez su papá ya hubiera regresado a casa por los días que tenía la carta recibida de su mamá.
Aún así, llegaría por el hospital de San Benito antes de tomarse un taxi hasta la Colonia.
Yuri iba encantado en el ómnibus mirando todo el paisaje, preguntando que plantaciones eran las que se divisaban en la ventanilla.
Con paciencia le respondia lo que habia aprendido, el camino poco a poco se le iba haciendo conocido.
Ya podía sentir un aroma diferente, más a campo ..
Llegaron al destino cerca de mediodía.
Yuri ya reclamaba de estar con hambre.
Todo se veía cambiado, parecía más grande que en sus recuerdos.
Algunos comercios que recorría con su padre continuaban abiertos, otros cerrados,como abandonados .
La ciudad había crecido sin dudas,hasta las calles en su mayoría de tierra ostentaban una capa asfáltica y circulaban toda clase de vehículos, no tantos sulkis como cuando vivía en la zona.
Compró algo de pan ,fiambre y una botella de refrescos.
Se sentó con el niño en un banco de la plaza central a comer, después irían hasta el hospital.
Estaba nerviosa,no sabía cómo sería recibida o si sería recibida.
Tenía la esperanza que con Yuri de su lado,la historia fuera otra.
— ¿A donde vamos mami??.— preguntaba curioso,sentía que su mamá no tenía idea de a donde ir.
— Al hospital, mi papá, tu abuelo está internado.
Vinimos a verlo,tu tía Ana me avisó que estaba enfermo.— eso no se lo esperaba.
—¿ Un abuelo? ¿Porque nunca lo visitamos mami??
Yo quiero andar a caballo.— dictaminaba comiendo lo que su madre le entregaba.
— Estabamos lejos y tenía que estudiar al igual que tu.
Apenas termines tenemos que caminar hasta donde está ahora con los bolsos.
Tienes que ayudarme,no puedo con todo.— le pedía colocando al lado del niño, lo más liviano.
— Te ayudo mami,ya soy un hombre.— respondía.
La caminata empezó pero dos cuadras después ya estaba cansado y solo preguntaba cuanto faltaba para llegar.
Raquel se reía de la pereza de su niño de caminar.
Sin dudas llevaba una vida muy sedentaria y fuera la gimnasia de la escuela después se la pasaba en la sala mirando televisión con sus tíos o con sus primos sin hacer mas nada.
Tan diferente a su vida de niña.— le tocaba la cabeza y lo obligaba a seguir.
— Mami estoy cansado..— protestaba.
— Faltan sólo dos cuadras,lo prometo. — respondía sin dejar de caminar dejando a Yuri sin alternativas que seguirla, moría de miedo de perderse.
Llegaron al hospital y pidieron información sobre el abuelo Maslov.
Le dijeron que le darían el alta en cualquier momento y en donde estaba internado.
La enfermera se ofreció a cuidarles el equipaje dejándo todo en un rincón, donde nadie entraba.
No podían ingresar con tantas cosas.
Así lo hicieron y le explicaban donde estaba la sala designada.
La primera persona que la vio fue doña Dominga.
Había cuidado de su padre durante la internacion porque su esposa no tenía condiciones de hacerlo.
—Raquel...— atinó a decir consternada, no podía creer.
Maslov levantó la vista, cuando escucho ese nombre,se puso a llorar,emocionado de ver a su hija viva frente a él.
Le abrió los brazos y se fundieron en un abrazo demorado y postergado lleno de alabanzas de agradecimiento por tenerla una vez más a su lado.
— No te emociones papá o te dará otro infarto y no nos podremos ir a casa..— le limpiaba las lágrimas.
— Estoy fuerte como un toro...ahora mucho mejor porque vinistes ..
¿Donde te metiste??...pensé que estabas...
Bueno eso no importa, estoy tan feliz de verte...— lo cortó, mientras su hija continuaba abrazándolo.
— Papá traje a alguien conmigo y quiero que lo conozcas..
Éste es Yuri...
Hijo...el es tu abuelo..— el niño tenía una sonrisa encantadora,y se acercó para abrazarlo un poco obligado por las palabras de su mamá.
Estaba de ojos bien abiertos, todo era nuevo para él.
Siempre había querido tener un hijo y ahora tenía un nieto varón.
Dios se había apiadado de su sufrimiento sin saber ,lo que había sucedido con su hija .
— Mami ..¿ahora nos podemos ir a andar a caballo??.— preguntaba provocando un inmenso orgullo en su abuelo.
— ¡Claro que vamos a andar a caballo!.
Te voy a llevar a recorrer toda la Colonia te lo prometo. — le respondía don Maslov con una sonrisa que no le cabía en el pecho.
El médico vino a revisarlo y lo encontró agitado,estaba en dudas si darle el alta o no.
Pero su paciente estaba pronto para dejar el hospital.
— ¿Como esta doctor?, sea sincero conmigo.— le pedia Raquel.
— ¿¿Usted es??.— no sabia quien era esa mujer más joven en la habitacion de don Maslov.
— Soy su hija,hace años que no nos veíamos, creo que por eso está algo alterado.— enseguida lo entendió.
— Señora debe estar tranquilo, está saliendo de un infarto.
Su papá no es un jóven, debe cuidarse y descansar.— le advertía.
— Yo me encargo de que mi papá, descanse no se preocupe.— entendía la emoción de ambos con el reencuentro.
— En ese caso don Maslov,está de alta y recuerde, nada de esfuerzos y quiero que siga la dieta que le pase a la señora ayer.— le entregaba unos papeles con recetas de la medicación que necesitaría de ahora en delante.
— Me encargaré que lo haga...la señora Dominga me explicará todo.
Salieron de alta y el anciano se iba con su nieto todo feliz conversando banalidades.
El nieto de doña Dominga vino a recogerlos.
—¿Éste muchacho es el hijo de... de Alice..?.—preguntaba Raquel, casi segura.
— Si soy yo..— afirmaba .
— ¡Uauhh !!,como creciste muchacho, la última vez que te vi eras un niño.
Tenías la edad de mi Yuri..y ahora ya sos todo un hombre.
— Cumplo 21 en pocos días. Deje que la ayude con eso ,se ve pesado.— le cargaba los bolsos como si nada.
Antes ella era así, más fuerte,sin dudas la lejanía de la Colonia le había traído flojeras.
Don Maslov no se despegaba de su nieto, caminaba de la mano de Yuri, enamorado de la idea que era abuelo de ese niño tan adorable.
—Está embobado con el niño Raquel, además es bien rusito, como los niños de la Colonia, mira como le habla .—comentaba Dominga encantada con esa medicina inesperada, que hasta el semblante le cambiaba a don Maslov.
Tal parece que muchacha que habló con Raquel no está dispuesta a quedarse en casa cuidando de la madre, hermanos y tía.