Soy Elizabeth García tengo Veintiséis años, hacé cinco años me casé con Eduardo Jackson, mi esposo.
A quién debería amar pero.... En el fondo de mi corazón, lo odio por todo el daño y el maltrato qué me ha hecho a mí y a mi hijo Thomas.
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La fiesta del bufete de abogados.
Salimos de la consulta, mi corazón se partía en dos al saber que no pude confesar la verdad de mi asquerosa vida que llevo con Eduardo, no fui capas de responder la pregunta al señor Brown.
Quizás debí haber dicho toda la verdad y pedir ayuda, pero... Como hacerlo si mi hijo se encuentra en esa casa y Eduardo tiene ya custodia completa de mi hijo Thomas.
Aún no sé cómo lo hizo. Tiene un documento firmado con mi nombre donde yo renuncio a los derechos como madre de mi hijo y qué se los entrego por completo a él.
¿Cómo escapar de Eduardo si al hacerlo pierdo a mi hijo para siempre?
"Cuánto más podré soportar"
Solamente para estar con mi hijo a su lado.......
Saliendo del hospital Eduardo se encuentra con su jefe del bufete de abogados, quien le saluda muy contento porque al fin pudo conocer a su mujer.
""Que gusto me da conocer la señora Jackson. Será un gusto verla el sábado en la fiesta de la empresa""
(Yo no sé de qué habla, de que fiesta está hablando)
Eduardo le responde: "Será un placer asistir con mi bella mujer a la fiesta, cuente con nuestra presencia"".
Ese señor se despide de manera amable y se marcha.
Eduardo comienza a maldecir, me culpa a mí por habernos encontrado con él, ¿Qué culpa tengo yo con eso?
Todo el camino me dijo miles de groserías, yo me quedé callada. Ya sus palabras no me duelen, lo único que me dejó un poco incómoda fue que dijo que tendría que asistir conmigo a la fiesta de su trabajo.
Pero no le presté mayor importancia, por qué eso era imposible, ya que en estos tres años de casada solo he salido dos veces y al lado de Eduardo cómo mi escolta personal.
Llegamos a casa, volví a mi rutina, prepare el almuerzo e hice los quehaceres de la casa, no pude ir a saludar a Thomas porque está Eduardo a mi lado.
Después de almorzar se fue a trabajar y por fin pude estar con mi hijo, abrazarlo, besarlo y acariciarlo toda la tarde.
Eduardo llegó de noche y no quiso cenar. Se acostó en la cama y no me tocó ni un pelo.
Le creyó al médico, que no debía tener sexo por un mes y lo está cumpliendo.
( Ojalá le hubiese dicho qué de por vida no volviera a tocarme)
Pero... Un mes es un regalo, que agradezco con todo mi corazón al señor Brown.
Sábado por la mañana llega Eduardo con un vestido muy elegante y los hermosos zapatos de tacón.
""Hoy es la fiesta del bufete, mi jefe espera que asista contigo y no puedo negarme""
_ Pero... Yo que voy a hacer en ese lugar.
""Lo mismo que haces aquí, quedarte en silencio y solo colocar tu mejor cara de cínica que tienes""
_ ¿Quieres que me ponga ese vestido.?
""Sí, algún problema""
_ Es qué no estoy acostumbrada a usar esa ropa.
""Cállate, ya estoy perdiendo la paciencia y si no quieres ir con todo el rostro morado no sigas hablando y te arreglas lo mejor que puedas y te tratas de ver un poco decente""
(Solamente quedé en silencio y subí a la habitación)
Me duche y me coloque el elegante vestido, traté de arreglar un poco mi cabello, hice lo que más pude y Flavia fue a la habitación a maquillarme.
(Yo no sé maquillarme, porque nunca lo hice antes)
""Ya estás lista mírate en el espejo""pareces otra mujer me dice Flavia.
Al mirarme en el espejo no me reconocí. Vi una mujer hermosa con un elegante vestido que no era yo.
Eduardo entra y queda en silencio mirándome muy fijamente desde mi cabello hasta los pies, ¿Te ves decente, espero que no abras la boca y no me dejes en vergüenza?
¡Baja y espérame en el auto ahora!
( Yo, baje y lo espere como él me dijo)
Al rato llegamos al edificio donde trabaja Eduardo. Era un edificio muy hermoso y elegante.
Entramos tomados de la mano, Eduardo se ve muy orgulloso a mi lado y yo solo trato de controlar mis nervios y bajo la mirada ante las personas para que no me hablarán como lo ordenó por mientras que él se va a saludar a sus colegas.
Una mujer se me acerca y me saluda...
""Hola yo soy Fabiola, al fin te conozco""
_ Buenas tardes.
""No seas tímida yo soy muy amiga de tu esposo, de hecho lo conozco muy bien""
_ A que te refieres.
""Nada querida... Veo que eres realmente hermosa, por eso nunca te ha querido dejar.""
_¡De qué habla!
""Seré muy sincera contigo, yo soy la amante de Eduardo, desde antes de que se casará contigo ya era mi hombre pero... Tuviste que aparecer en nuestro camino y me dejó como segundo plato a mí.""
_ ¿Qué quieres que te diga.?
""Sabes cuál fue mi regalo de bodas que le di a Eduardo""
_ No sé y no le interesa.
""Le di una fotografía, dónde apareces tú completamente desnuda con un hombre""
_ Eso es imposible, yo jamás he estado con otro hombre.
""Pequeña niña tonta, obviamente yo manipulé la fotografía, una foto de tu rostro y unos cuerpos desnudos y listo. Por arte de magia eras tú en esa fotografía""
_ Te das cuenta de que por tu culpa, Eduardo..............
"" Eduardo qué, si lo sigues teniendo a tu lado, el muy imbécil te ama tanto que no es capas de dejarte""
_ Si supieras que deseo con todo mi corazón que Eduardo me deje libre.
""No mientas, tú eres la que le suplica que no te abandone él muchas veces te ha pedido el divorcio y tú se lo niegas""
_ Yo...........................
En ese momento llega Eduardo y me toma muy fuerte de mi brazo.
""Veo que están platicando, podrían hacerlo frente de mí si gustan""
Yo me quedé callada y Fabiola dándole un beso en la mejilla a Eduardo le dice:
"Son cosas de mujeres querido Edu, sin importancia "
Eduardo le sonríe muy descaradamente...
leia los capitulos para ver cuando terminaria el sufrimiento de la proragonista ...
buenissssiiiiiima tu novela ...me encanto