Segunda Oportunidad.

—Perfecto, firmemos los documentos entonces, así podré irme antes de tiempo, tengo muchas otras cosas que hacer— respondo fríamente tratando de esconder todas las emociones que tengo en ese momento.

—Pero señorita Clarissa, ¿no se va a quedar para el almuerzo?, creí que almorzaríamos juntos— el señor Silver intrigado pregunta

—Lo siento por no haberme expresado correctamente. Lo que quise decir es que no debemos perder más el tiempo esperando al señor Smith ya que no asistirá, entonces podemos pedir el almuerzo de una vez, sin embargo me gustaría firmar los documentos primero si no es molestia— con la cara llena de vergüenza, excuso mi falta de respeto

—Muy bien, siendo así me quedaré con ustedes a degustar estás delicias— con todo el afán de molestar, la secretaria está a punto de sentarse cuando rompo su burbuja imaginaria.

—Te equivocas, tu solo tenías que entregar los documentos, tu solo eres una mensajera, nada más. Así que no oses igualarte con nosotros, además por si no lo notaste ni siquiera nuestros secretarios que son nuestras manos derechas, están aquí. No gozas de ningún tipo de privilegio, incluso si trabajas para el señor Smith, así que largo— furiosa, la encaro

—No puedes hablarme así, no eres nadie para que soporte este tipo de trato de tu parte— levantándose de la silla, intenta darme una bofetada, aunque el señor Silver la detiene justo a tiempo.

—Jamás he sido una persona que trata mal a su subordinados, pero no voy a permitir que tú, siendo una don nadie, vengas e intentes dañar a una de las personas más importantes de la ciudad. Si no te vas ahora mismo, me encargaré de cerrarte todas y cada una de las puertas laborales, ¡largo de aquí!— con la cara ya muy roja, el señor Silver parecía que ardería, de esa forma echó a esa mujer del lugar.

—Lamento que haya tenido que ver todo esto señor Silver, le pido me disculpe— no había otra manera más que agachar la cabeza ante tal falta de respeto, perdí los estribos.

—Todo está bien, será mejor que por el momento firmemos los documentos, le haré llegar una copia y me encargaré de enviarle un al señor Smith. El almuerzo se cancela—

Ciertamente estaba enfadado por lo sucedido y no lo culpo, estar frente a dos mujeres peleando debe de ser muy desagradable, más si una de ellas es alguien educada y profesional.

Después de firmar los documentos, cada uno se retiró como había llegado. Así terminé uno más de mis proyectos, pero está vez dejando ver mi insensatez y mi falta de profesionalismo.

—Carl vayamos a casa, tenemos que seguir con nuestros asuntos, aunque eso será el día de mañana—

Estoy muy cansada, con emociones encontradas, además mi corazón parece estar roto porque realmente duele.

—Muy bien señorita, también quiero informarle que llamaron del hospital, avisaron que el señor Lambert está mejor, quizás en una semana lo den de alta en el hospital, ¿quiere que me encargue de toda su recuperación?— dudoso pregunta

—No hará falta, quiero que el abogado vaya al hospital y le haga saber a Jack que nunca estuvimos casados, yo iré el día que lo den de alta, al final me despediré para siempre—

Jamás fui mala, siempre quise ayudar como pudiera, tal vez estuve metida tanto en el trabajo que no me daba cuenta. Ahora estoy vengando a mi hermana y no se si hago lo correcto, pero ya estoy aquí así que no daré marcha atrás.

—Me encargaré de todo señorita— con una leve sonrisa, responde

Así llegamos a casa y paso el resto del día encerrada en mi habitación, siendo honesta, nunca fui de deprimirme, aunque ahora siento un gran vacío dentro de mí, algo que tendré que erradicar con trabajo y dando paso acelerado a mi venganza.

Ya al día siguiente, el abogado fue al hospital por órdenes de Carl. Jack al enterarse de todo se puso aún más furioso, no podía creer que había sido engañado por mí, pero realmente eso no me importaba.

—Carl, ¿Qué tenemos pendiente?— estando en la oficina, pregunto.

Necesito trabajar mucho para no tener en qué pensar, enfocarme en algo que me gusta hacer, me ayuda a no pensar en cosas innecesarias.

—Hay tres proyectos en puerta y uno en verdad le daría la estocada final a su ex esposo— dice esto, sonriendo

—Háblame de ello—

Quiero saber cómo puedo acabar con ese hombre de una vez por todas, para dedicarme a mi, quizás hacer planes a futuro y enfocarme en mi felicidad sin ataduras del pasado.

—Verá, hay un proyecto comercial que se llevará a cabo justamente en el conjunto donde vive actualmente el señor Lira y sus padres. Este proyecto está a cargo de una constructora asociada con nosotros y también quiero mencionar que esa casa aún no la han pagado por completo, siendo así, los echarán como perros— a punto de reír a carcajadas, trata de explicarme y entrega unos papeles.

—Ya veo, así que el millonario de Francisco, no tiene ni para una casa decente. Será un placer verlos desalojar su querido hogar. Me pregunto si ya habrán comprado todos los inmuebles dentro de la zona de construcción—

No puedo planear nada sin antes saber que suelo estoy pisando.

—La constructora, se encargó de comprar las tierras a un precio razonable para los habitantes, aunque esto solo aplica para todos aquellos que han pagado el inmueble en su totalidad, los que no han hecho la transacción, no recibirán ningún centavo y serán echados—

Pensando esto fríamente, me facilita muchas cosas. Ver en la ruina al hombre que tanto daño le hizo a Clarissa, será una gran satisfacción.

—Notifica que estaré encantada en llevar a cabo la construcción de los centros comerciales, además que haré una excepción por ser socios de la constructora que está llevando a cabo la compra del terreno, lo haremos en conjunto, el trabajo quedará nuevamente en tiempo récord—

Tengo algunos planes extra para Francisco, su esposa y de paso cobro un par de deudas pendientes.

—Señorita, la única opción que tendría es traer a trabajadores externos, para terminar antes del tiempo estipulado— preocupado, dice Carl.

— Justamente lo que haré, pero tranquilo que a nosotros no nos costará ni un solo centavo—

Suspiro y me relajo, por fin las cosas están un poco a mi favor.