Rosas Amarillas: El Contrato Es Solo La Excusa

 Hola, ¿Qué haces aquí tan temprano? Alma sonrió, recordando lo amable que fue este apuesto hombre, aquella noche.

-Vine a brindarles mi respeto a mi padre. ¿Y tú?

-Mi madre descansa aquí, y decidí acércale flores.

-Ed aclaro su garganta, no pudo evitar sonreír al ver como ese hombre elegante miraba fascinado a su hija.

- Te presento\, él es mi padre Edward Jones\, papá él es el Señor Estefan Connor.

-Un gusto Señor Connor- Ed extendió la mano para saludar-

-Solo Estefan, el gusto es mío.

-Me gustaría invitarles un café-

- Me encantaría\, pero debo volver a terminar unos papeles pendientes-

Alma frunció el ceño su padre había dicho que tendría el día libre-

-Sin embargo no se detengan por mí vayan ustedes. Ed. empujo un poco la espalda de su hija hacia Estefan.

-Quizás este hombre sea quien necesita mi pequeña Alma- pensó.

-Claro que no papá, no voy a dejarte solo.

-Tonterías, Alma tú no eres descortés, vayan, vayan. Antes de que Alma pudiera replicar Ed detuvo un taxi y desapareció, frente a sus ojos asombrados.

-Me cae bien tu padre, ¿Vamos? Estefan con una gran sonrisa extendió su mano y guio a su hermoso diamante al auto.

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Ya es tarde, porque no contesta. Lion estaba siendo detenido por la luz roja, y aunque llamo incasablemente a Alma esta no respondía, pero sus ojos se abrieron cuando frente a él cruzo el auto de Estefan acompañado de una figura que conocía a la perfección.

La luz dio verde y acelero, sus nudillos estaban blancos de tanto apretar el volante, sus celos estaban haciendo estragos, sin embargo esta vez pensó detenidamente sus acciones, no iba a lastimar a su mujer primero quería saber por qué estaban juntos.

Lion detuvo el coche en el estacionamiento de un lujoso café, siguió con sus ojos sin pestañear el ingreso de Alma y Estefan al lugar.

Bajo del vehículo, ingreso al sitio y a pocas mesas de distancia se ubicó, desde allí veía como su esposa hablaba y la sonrisa amable aparecían en esos labios rosados que lo volvían loco.

Saco el teléfono y llamo a Alma, no obstante esta no atendió para su sorpresa.

-Tal vez lo olvido. Creyó.

Sus cejas se fruncieron al contemplar como Estefan extendió la mano para tocar a Alma, pero su corazón se calmó cuando la hermosa mujer alejo la suya sutilmente.

Esa es mi princesa- susurro.

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-Es bueno volver a observarte, lo cierto es que quede algo preocupado por la última vez. Estefan extendió su mano para alcanzar las delicadas de Alma.

Si, la última vez no me despedí apropiadamente, Alma retiro la mano y la llevo sobre su rodilla. Se sentía tonta por pensar en Lion.

Pensará en mí- pensó

Estefan inclino la cabeza mirándola con devoción, era perfecta ante sus ojos, un diamante que no sabía que era un diamante, por eso su era invaluable.

- ¿Qué les puedo servir? Hablo la camarera comiendo con la mirada a Estefan\, acción que para Alma no pasó desapercibida y sonrió.

- Dos cafés por favor\,

La joven mujer anotó los pedidos y se retiró no sin antes sonreír coquetamente.

-Parece que te has conseguido una admiradora- dijo juguetona Alma buscando el móvil en su bolso.

¿Lo olvidé? - susurro

-¿Celosa? Soltó Estefan viendo como Alma levantaba la vista sorprendida para encontrarse con el rostro sonriente de este.

- Jamás\, mi esposa solo me cela a mí- La voz de Lion hizo que Estefan levantara molesto la mirada para encontrarse con el rostro arrogante de Colins-

- Amor te\, extrañe- Lion tomo el rostro de Alma\, que aún estaba aturdida y la beso apasionadamente\, su lengua disfruto de la dulzura y sobre todo de la sumisión completa de la mujer que se dejó hacer sin impedimentos.

- cof\, cof- Estefan fingió toser

-Lion se alejó unos pocos centímetros para ver como Alma aún tenía los ojos cerrados y sus labios húmedos entreabiertos. Volvió a besarla, pero esta vez fue un beso corto para luego girar y disfrutar del rostro serio de Estefan.

-Lo lamento Connor, una vez que la veo no puedo contenerme. Lion sonrió ganador

Alma volvió en sí, apretó sus labios y sintió sus mejillas rojas. -

-Aquí está su pedido, la joven mujer deposito los cafés en la mesa, no obstante nadie le presto la más mínima atención, por lo que se retiró.

Lion tomo una silla de la mesa vecina y se sentó junto Alma cubriéndola en un abrazo.

-¿Qué haces aquí Colins? La voz de Estefan era oscura ya no había rastro de la cordialidad de hace unos minutos.

-Pues como te digo, salí a buscar a mi esposa y justo pasaba por aquí y los admiré.

-Lion – Alma quiso hablar, pero los labios de Lion se apoyaron dulcemente en su mejilla.

-Preciosa vamos a casa- susurro-

-¿Esposa? Pregunto desconcertado Estefan.

Lion dejo de ver el hermoso rostro de su esposa y volteo para hablar.

-Sí, esta hermosa mujer es mía, mi esposa; y aunque agradezco tu amabilidad para con ella, debemos retirarnos.

-Vamos preciosa.

- Fue un gusto verte Estefan – Alma se puso de pie aún estaba avergonzada por dejarse llevar de esa manera por los labios de Lion.

-El placer fue mío, llámame si me necesitas.

-No va a ser necesario para eso me tiene a mí, su esposo- la voz de Lion era fría y cortante.

-No te pregunte, dijo Estefan poniéndose de pie para enfrentarlo, sin embargo Alma en un ligero movimiento quedo en el medio de estos grandes hombres tratando de frenar el enfrentamiento.

- Estefan\, por favor\, Alma lo miro angustiada.

- Tranquila jamás te pondría en una situación incómoda\, solo llámame\, Estefan tomo la mano de Alma y dejo un beso en el dorso.

Lion enrojeció del odio y quiso avanzar, pero Alma lo detuvo, tomo su rostro para que la mirara. Mientras Estefan abandonaba el lugar.

-Únicamente me invito un café, vamos. -Esos ojos eran su perdición, solo asintió como un nene mimado, moviendo su rostro sobre las manos suaves de Alma. -

Ambos salieron del sitio tomado de la mano, Lion se negaba a soltarla, caminaron hasta el auto en un silencio ensordecedor.

-Lion- la voz dulce de Alma hizo que detuviera sus pasos junto al coche importado.

-Estefan me encontró … Antes de que pudiera continuar, Lion la rodeo con sus brazos y unió su frente a la de ella.

- Lo siento- susurro

Alma estaba aún más desconcertada, no solamente no estaba enojado, sino que se disculpaba.

-¿Eh?, Alma alzo sus cejas y este gesto lleno de ternura el corazón Lion cuando la vio. Esta mujer era tan perfecta, tan pequeña en sus brazos, como si fuera creada para encajar a la perfección con su cuerpo.

-Sé que este día es muy importante para ti, y no estuve. Pero te prometo Alma- Lion se alejó unos pocos centímetros para que sus ojos se encontraran- de ahora en más estaré siempre para ti, nadie más, no más Estefan, solo yo, tu esposo .

Alma sonrió era como sentir a un niño haciendo puchero y no se contuvo dejo un pequeño beso en la punta de la perfecta nariz de su esposo.

-Espero que cumplas Colins –

-Siempre- afirmo Lion sonriendo.

- Ahora quisiera que mi esposa acepte tener una cita con su esposo. Los ojos de Lion destellaban un brillo único.

-Bien sorpréndame, Señor Colins .

- Será un placer. Lion abrió la puerta y dejo que Alma se ubicara para luego hacer lo mismo. Ambos recorrieron la ciudad hasta que Lion detuvo el coche en un hermoso espacio verde\, rodeado de flores y un `pequeño lago artificial-

Alma disfrutó ver como las parejas caminaban de la mano por el lugar .

-Vamos – Lion extendió la mano y comenzaron a recorrer el lugar-

A los lejos un grupo de niños jugaba en los trampolines y los padres no dejaban de fotografiarlos emocionados-

¿Te gusta?

Es hermoso Lion, gracias.

-¿Por qué? Pregunto sorprendido, no había hecho nada aun.

-Este parque es al que mi madre me traía, los ojos de Alma se llenaron de lágrimas,

- No llores\, por favor\, si quieres podemos irnos\, agh\, que estúpido- Lion presiono su nunca molesta.

Alma lo miro con ternura tomo su mano y la acaricio.

-No, este sitio es perfecto para una cita, vamos por helados, -

 Limpio sus lágrimas y estiro a Lion hacia lo puesto a unos metros de ellos.