General Convertido En Consorte De Tres Alfas Superiores

En cuanto tuve la carta de mis manos lo primero que pude leer fue:

- no confíe en esos tres hombres, ya que ellos se han hecho modificaciones mágicas...

Antes de poder seguir leyendo el contenido de la carta escuché una gran algarabía proveniente de fuera del lugar donde me encontraba y luego escuché una voz familiar la cual parecía iracunda y decía:

- más les vale que me digan dónde demonios está el general Fang Shue, si no hablan los mataré a todos.

Cuando escuché aquella amenaza no tuve más opción que huir del lugar, ya que ni siquiera había podido leer todo el contenido de la carta y para mí esto era importante así que salí por la ventana, pero en cuanto llegue al suelo vi que dos de mis concubinos me estaban esperando allí, pero ellos se veían distintos a como los recordaba según lo que estaba en mi memoria ellos eran pequeños adorables, pero ahora eran mucho más altos que yo y se veían intimidantes así que lo primero que pensé fue nuevamente en oír, pero, ya que no pude porque ellos no lo impidieron no tuve más opción que luchar comencé a golpearlos con toda mi fuerza intentando zafarme de su agarre, pero fue imposible, ya que ellos tenían una fuerza sobrenatural y su gran tamaño los favorecía, luego que me inmovilizaron completamente, uno de ellos gritó diciendo:

- hermano, deja de molestar a las personas de día adentro y ven de inmediato ya hemos encontrado a nuestro esposo.

Después de que dijo esto vi a un hombre gigantesco salir del lugar donde yo estaba anteriormente, el me miró y luego me dijo:

-hola esposo.

Luego de ello uno de ellos me noqueó y perdí la conciencia, luego de no sé cuánto tiempo finalmente desperté y me encontré amarrado a la cama, no podía mover los brazos ni las piernas, era horrible el no poder defenderme.

Luego de percatarme de mi situación miré a mi alrededor y me di cuenta de que estaba solo, así que intenté soltarme de mis ataduras, pero mientras lo estaba haciendo la puerta se abrió y una voz grave me habló diciendo:

- ¿querido esposo porque intentas huir de nosotros?, ¿Acaso no nos quieres?.

Yo comencé a reírme y luego con mucho enojo le dije:

- ustedes no son los hombres con los que me casé.

Él se acercó a mí, tomó mi rostro con fuerza y luego dijo:

- Mírame bien ¿acaso no reconoces mi rostro?, sé que mi altura y cuerpo ha cambiado, pero mi rostro aunque se ve un poco más masculino sigue siendo el mismo.

Yo lo miré con detenimiento y en efecto él era uno de los hombres con los que me había casado, pero era extraño que hubiese aumentado tanto de altura en tan solo unos cuántos meses, así que para saber la verdad fui directo y le dije:

- sí es cierto que eres mi esposo, entonces dime por qué cambiaste tanto en tanto algunos meses y dejaste atrás la apariencia de un Omega delicado y tierno para pasar a una apariencia tan tosca.

El sonrió acarició mi rostro con una mezcla entre ternura y enojo y luego me dijo:

- jamás fui un Omega en realidad mi género siempre fue el de un Alfa superior solo que hice uno que otro cambio para tener una apariencia que te gustara, pero ni siquiera con el esfuerzo y sacrificio que esto conllevó pude gustarte así que luego de mucho pensarlo decidí volver a mi forma original y, ya que no pude conquistarte por las buenas ahora lo haré por las malas.

-jodete maldito, juro que en cuanto me libere te mataré.

- No creo que mi amado general sea capaz de arrebatarle la vida a alguien a quien se la salvó.

-Así que eres uno de esos niños del reino sur.

En cuanto dije eso él sonrió acarició mi rostro luego beso mi mejilla y dijo:

-al fin me recordaste, mi amado salvador.

- Vete a la mierda, juro que en cuanto logre liberarme se arrepentieron de haber venido aquí haré que su hermano se los lleve y los encierre en una de esas mazmorras de las que los saqué.

- Ja, ja, ja dudo mucho que puedas contra tres Alfas superiores obsesionados contigo.

-ustedes si que están locos, a caso no prefieren tomar como esposa a un omega?

-eso sería muy aburrido, además tú eres el único que nos gusta, sabes si nos amaras así fuese un poquito, juro que nosotros hubiéramos hecho hasta lo imposible por ser verdaderos omegas y formar una familia contigo, pero ya que no nos quieres te convertiremos en nuestro Omega y haremos que nos ames y des a luz a nuestros hijos.

En cuanto escuché las locuras que decía ese tipo me dio escalofríos, el solo pensar en que ellos podrían llegar a hacer esas aberraciones me enojó, pero también me atemorizo.

Luego él sonrió y dijo:

-hermanos, ya pueden pasar y presentarse de nuevo con nuestro amado esposo.