LA FUERZA DE LA RESILIENCIA

Llegó a su casa y le entregó dinero a su madre, ella la miró con tristeza, su hija se dio cuenta, no quería que se estresara y le dijo.

ISAIRI: Mami, no te preocupes por nada, yo estoy bien, yo tengo relaciones con ese hombre, no me repugna, alcontrario, disfruto todo con el, no me siento presionada; ¿me paga? si, pero sabemos que necesitamos ese dinero, peor fue lo que me pasó con el estúpido de Julian que gane fue lastima de mis compañeros, se burló de mi, lo único bueno y no reniego es mi hija.

ENEIDA: Isairi, no te vayas a enamorar por favor...

ISAIRI: Mami hay cosas que se salen de nuestras manos, pero tranquila, no estoy enamorada de él, solo disfruto con el, de lo que me hace en la intimidad.

ENEIDA: Bueno ya.... no quieto detalles.

ISAIRI: ¡¡Hay mami..!! ¿me vas a decir que no has hecho nada con Feder?

ENEIDA: No tengo porque darte explicaciones, pero no hemos hecho nada, los dos estamos enfermos.

ISAIRI: Pero.... de allá abajo no..

La madre de dio una palmada en el brazo y ella salió corriendo hasta donde estaban Feder y Asha, llegó riendose de su madre, hizo el comentario para molestarla, sabía que Feder no estaba en condiciones.

Ella disfrutaba los momentos que podía con su familia, los disfrutaba al máximo, compartir con ellos le hacía olvidar todo lo malo, cada uno ponía de su parte para disfrutar de los momentos de que la vida les brindaba, para ellos lo importante era estar con vida y juntos.

Pasaron tres meses de los cuales Andrés disfrutaba con Isairi, le pagaba y gracias a eso ella mantenía a su familia, la madre recibía buenos tratamientos y se le notaba la mejoría, a Feder también le compraba buena medicina, Isairi se había puesto una meta, ahorrar para que le hicieran la cirugia a Feder y pudiera disfrutar de la vida con normalidad. Isairi se encontraba con Andres una vez a la semana, el no quería involucrarse sentimentalmente con ella, pero su corazón y mente decía lo contrario.

Con el paso de los días Andrés se dio cuenta que efectivamente la única mujer que podía hacerlo funcionar era Isairi, el se sentía confundido porque en el fondo sentía salgo especial por ella, no sabía si era agradecimiento o algo más, pero de lo que sí estaba seguro, era que no podía funcionar sin ella.

Una noche el fue a la discoteca y la vio atendido mesas, ella lo vio y se acercó a él un poco nerviosa, ella se acercó y le preguntó.

ISAIRI: ¿Vas a pedir algo?

El la miró serio, no quería ordenar nada, solo quería sacarla de ese lugar, no quería que trabajara más allí, quería que solo fuera exclusivamente de él, después de unos segundos de silencio le dijo.

ANDRES: ¡Quiero estar contigo!

Ella lo miró seria, no quería ser tratada como mujer de vida fácil, pero era la impresión que le había mostrado, no quería que nadie del lugar de trabajo lo superieran, miró a los lados para ver si alguna compañera o compañero estaba mirando y dijo.

ISAIRI: Aquí no, si quieres me esperas afuera hasta que acabe mi turno.

ANDRES: Te espero aquí, después salgo y te espero en la esquina.

Ella asintió y después él le pidió una bebida, cuando se fue él la siguió con la mirada, no entendía por qué no usaba ropa ajustada a su cuerpo, el uniforme le quedaba un poco grande, pero se le veía bien, aunque no resaltara del todo su figura.

Las horas pasaron y finalmente la hora de salida llegó, Andrés salió y la espero donde acordaron, Isairi le dijo a sus compañerass que iba a hacer una vuelta y salió sin dar tanta explicación. Cuando se subió al carro Andrés no aguantó y la beso con ternura, no sabía qué era lo que le sucedía con ella, pero iba a dejarse llevar de lo que estaba sintiendo, a lo que su mente y corazón lo llevaran, para eso tenía que olvidar, dejar atrás el pasado de ella, tenía que importarle lo que estaba sucediendo y lo que podría suceder en el futuro con ella.

Cuando se separó de ella la miró con ternura, ella también lo hizo nerviosa y apartó la mira, se preguntó ¿Qué le estaba sucediendo? Se acordó de las palabras de su madre, pero no quería dejar de vivir el momento junto a Andrés, le gustaba estar con el, aunque no la tratara mucho, pero en la cama era completamente diferente. Isairi aprovechó y le mando un mensaje a su madre para que no le hiciera desayuno, y para avisarle con quien estaba.

Él también apartó la mira y se quedó mirando por la ventana las calles sumergido en sus pensamientos, sabía que toda persona tenía dificultades que afrontar y el de Isairi era económico, sabía que en la vida todo no se podía controlar, había cosas que se escapaban de las manos por mucho que se intentara para que no sucediera, entendió el porqué del trabajo de Isairi, se dio cuenta que ella hacía un esfuerzo para mejorar su vida, el fue realista al entender de lo que se puede y no se puede controlar.

Cuando llegaron al hotel ella se dio cuenta que no era el mismo, pero mo preguntó, ninguno sabía de la vida del otro, Isairi solo sabía que era empresario, y el que ella trabajaba en una discoteca y hacía trabajo extra.

Ella ya sabía que hacer, se fue al baño y se dio una ducha relajante, cuando salió entró el, ella se sentó y suspiró, no sabía qué le estaba sucediendo con ese hombre, sentía que se estaba enamorando, sentía tranquila junto a él, se sentía protegida mientras estaba en sus brazos, aunque fuera en el s*xo.

Cuando el salió se acercó y comenzó todo, Andrés todo lo hacía con ternura mientras ella disfrutaba, Isairi no se cohibia en nada, solo disfrutaba del momento que ese hombre llamado Andrés le brindaba, mientras el estaba encima de ella agitado entrando y saliendo le dijo.

ANDRÉS: No, no trabajes más, yo... yo respondo por ti.