La Hija Del Capo Mayor.

A Maximiliano casi se le salen los ojos, al verme vestida completamente diferente a lo que pensaba.

El vestido que yo misma me hizo era sumamente hermoso. Ideal para una chica de mi edad.

Si quiere una monja, puede ir a un convento. Ellas encantadas de que un demonios italiano las lleve al infierno como hizo conmigo.

Soy consiente de que él, al ser un hombre de más de 30 años, busca a otro tipo de mujer muy distinta a mí.

Una mujer sumisa y recatada. Que no le dé tantos dolores de cabeza. Lo dijo en el despacho. Una mujer tonta que lo espere en su casa, mientras él se revuelca con otra mujer.

Conmigo las cosas no serán así. Si él busca una amante, yo buscaré un hombre con el cual divertirme en la cama.

Yo soy una chica de 23 años, a la cual no le gusta que la quieran gobernar y mucho menos le gustan los cuernos. No soy un venado.

_______ Vuelve a la recámara y cámbiate de ropa.

______ No pienso llevarte así a comer.

...________ Maldita sea" __ Susurró, más para él, que para mí....

No podía creer lo que veía, sus manos formaron dos puños y apretó con fuerza sus dientes.

Logré escuchar con claridad como rechinan de coraje. Me di media vuelta para mostrarle lo hermosa que soy.

¡Ah! Y también para dejarle claro que nadie podrá quitarme mi rebeldía.

______ No me veo hermosa y sensual. Me robaré la mirada de todos en el restaurante. ___ Bromeó un poco, enriqueciendo aún más a Maximiliano.

_____ Le estás pisando los huevos al tigre. ____ Comentó, furioso.

Me acerqué a él, mirándolo directamente a los ojos. Mis labios se acercaron a su oído, y conteste.

______ Prefiero tenerlos dentro de mi boca. Se siente más rico.

Maximiliano sabía a lo que me refería. Él era el tigre y yo su domadora. Con una sonrisa juguetona me separé de él.

Extiende su mano con toda la intención de agarrarme, pero, no lo logra. Escapo de él.

______ Tengo mucha hambre, vas o te quedas, cariño.

Moviendo mis caderas, caminé a la salida de la mansión. Antes de llegar al auto rojo deportivo, Maximiliano me alcanzó.

Su mano se coloca en mi brazo, girando mi cuerpo. Quedamos muy juntos. Su aliento cálido golpeo mi rostro.

Su mano derecha se colocó en mi cuello, inmovilizado cada músculo de mi cuerpo. Me comenzaba a gustar la manera en como jugamos este juego.

Es como jugar con fuego. Sabemos que nos podemos quemar en cualquier momento. Aun así, es adictivo, ninguno fe los dos podemos ceder.

______ ¿Qué harás conmigo, cariño?

Maximiliano está acostumbrado que todos hagan lo que él ordena, y yo no puedo inclinar la cabeza delante de él.

Me cuesta ser una mujer sumisa que tanto anhela. En mi sangre llevó fuego. Fuego que arde cada vez que lo tengo cerca.

No puedo controlar estos sentimientos. Son más fuertes que yo.

______ Te estás portando muy mal, muñeca... No querrás verme enojado.

Ejerce un poco más de fuerza sobre mi cuello, haciendo que moje mis bragas. ¡Me gusta! Siento como mi cuerpo responde a él.

______ Me vas a castigar como en el despacho. Quieres que me levante el vestido aquí, delante de todos y suba al auto. ___ Dije; abriendo mis piernas...

Las venas en el cuello y frente de Maximiliano se volvieron más notorias. Estaba solo jugando con él.

Me fascina verlo e enloquecer con todo lo que hago.

______ ¡Sube al maldito auto! ____ Me ordena

Abre la puerta del coche para que pueda subir. Al hacerlo, dejo que mi vestido suba un poco más, mis piernas quedan a su vista.

______ ¿Así o más arriba? ____ Mordí mi labio inferior.

Se inclina a ponerme el cinturón de seguridad, a provecho para bajar un poco más el escote de mi vestido. Su rostro quedó muy cerca de mis pechos.

Siento como su mirada se clava en mis pechos. Quiere lo mismo que yo.

En verdad deseaba que me castigue como en el despacho. Mi cuerpo pide a gritos ser sometida por él.

Los dedos de mis manos pasan por su mejilla y sus labios.

________ Me gusta ser tuya. Que tomes mi cabello y tu mano se coloque en mi cuello. ____ Seguí jugando con fuego.

Se aleja, cerrando la puerta del coche con fuerza. Me causaba risa lo que provocó en él.

Sube al coche sin dirigirme la palabra. Durante todo el camino, ninguno de los dos dijo nada.

Puse un poco de música y canté cada canción hasta llegar al restaurante. Durante el camino se me olvidó que llevaba un montón de escoltas detrás de nosotros.

Que el hombre a mi lado era un hijo de puta. Al llegar al restaurante, estacionó el auto en la entrada.

Desciende del auto y entrega las llaves a uno de sus escoltas.

Da la media vuelta al auto y como todo un caballero me abre la puerta. Me ayuda a bajar del coche.

Poniendo su mano en mi cintura, mientras caminamos al interior del restaurante. Era su bonita forma de decirle a todos que soy de su propiedad.

Dibujé una sonrisa, tenía mucha hambre como para hacerlo enojar más. Al llegar a la entrada, nos atiende una chica, alta, pelirroja, con rasgos muy finos.

Al ver a Maximiliano una sonrisa coqueta aparece entre sus labios.

______ Tengo una reservación. ___ Lo dice con tanta seriedad, que obliga a la mujer a borrar su estúpida sonrisa de sus labios.

La mujer revisa algo en la pantalla de su computadora y luego nos dice.

______ Los llevaré a su mesa, señor Ferrechez.

Por la mirada que le echa a Maximiliano, me doy cuanta de que ella ha sido una de sus tantas amantes. Es algo incómodo pasar por una situación como esta.

Solté por impulso la mano de Maximiliano. Sé que se dio cuenta de que estoy molesta. Se detiene y me toma de nuevo de la mano. Entrelazando sus dedos con los míos.

______ Retirate, sé donde queda mi habitación. ____ Le ordenó a la mujer delante de nosotros.

La mujer se detiene, volteando a ver a Maximiliano. Sus labios rojos se abren, intentando decir algo.